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Masacre de Laja
Imagen del programa "En la Mira", de Chilevisión. Foto: El Mostrador.
 

24 de agosto de 2015 | AMÉRICA LATINA - CHILE |

Masacre de Laja - Se rompe nuevo pacto de silencio

CHILE: En una nueva edición de ´En la Mira´, de Chilevisión, otro ex uniformado rompe un pacto de silencio y cuenta la verdad de lo acontecido en la planta celulosa de la familia Matte, CMPC, en la localidad de Laja, al interior del Bío Bío. Este hecho se conoce como "Masacre de Laja", y ocurrió a una semana del golpe de 1973, cuando un piquete de Carabineros asesinó a diecinueve personas, en las localidades de Laja y San Rosendo.

 

Por: Lilian Aliaga

 

“Por primera vez voy a dar una entrevista a un medio de comunicación. Voy a contar mi verdad.”

Así comenzó el crudo y dramático relato que el ex carabinero Samuel Vidal Riquelme hiciera anoche en el programa de investigación periodística del canal Chilevisión "En La Mira", confesando su participación junto a un pelotón de otros 12 uniformados en el asesinato de 19 trabajadores, hecho ocurrido en la comuna de Laja, Región del Bío Bío (de la VIII región) los días inmediatamente después del golpe militar en septiembre 1973.

El hecho conocido como ´La masacre de Laja´ tuvo como víctimas a trabajadores de las empresas Compañía Manufacturara de Papeles y Cartones de Laja y de la empresa de Ferrocarriles del Estado de la localidad de San Rosendo, todos ellos con una participación activa en la dirigencia sindical durante el gobierno del presidente Salvador Allende.

El ex uniformado contó en detalle cómo se sucedieron los hechos, explicando que estando de descanso él había sido llamado a “acuartelamiento”, a las 20 horas, y que antes de explicarles la misión que se les encomendaría, el entonces teniente Alberto Fernández Michel les habría obligado a beber alcohol ( pisco y coca cola). También explicó que llegados al lugar donde se cometió el asesinato, uno de los bosques que era explotado para la papelera, se les ordenó formarse armados frente a los detenidos y tras ellos se ubicaron dos sub oficiales armados con sub ametralladoras con la intención de disparar contra ellos si no cumplían la orden de disparar a los detenidos.

Relató que, consumados los hechos con el entierro de los cuerpos en el mismo lugar y de regreso al cuartel, nuevamente se les ofreció alcohol y se les hizo prometer, bajo el riesgo de su propia integridad y la de sus familias, que no se hablaría del asunto.

Terminó su confesión pidiendo perdón a las familias de los asesinados.

Con su testimonio nuevamente queda confirmado que, como siempre han sostenido las agrupaciones de Derechos Humanos, sí existen pactos de silencio al interior de los Carabineros y de las Fuerzas Armadas. Que parece ser que comenzarán a desmoronarse como fichas de dominó, luego del rompimiento que hiciera semanas atrás el ex conscripto Fernando Guzmán.

 

 

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