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Alan Kurdi - el bebé sirio
La imagen del bebé sirio en una playa de Turquía ha conmovido al mundo entero. Alan Kurdi, de tres años de edad, murió ahogado cuando su familia intentaba huir de la guerra.
Foto: Nilüfer Demir.
 

04 de septiembre de 2015 | CULTURA |

Oración de un niño refugiado

TURQUÍA: La desgarradora imagen del bebé sirio que murió ahogado junto a su hermano mayor y a su madre frente a las costas de Turquía ha conmovido a millones de personas de todos los rincones del planeta.

La fotografía se convirtió rápidamente en símbolo de la situación de miles y miles de refugiados que intentan llegar a una Europa que en lugar de darles acogida les cierra las puertas a punta de vallas, púas y burocracia.

El escritor y poeta colombiano, Víctor Rojas, escribió, años atrás, este poema, en protesta por la expulsión de niños que llegaron a Suecia huyendo de la guerra. "La situación no ha cambiado, pero el corazón de Europa ha endurecido más", constata Víctor Rojas.

 

Por: Magazín Latino

 

 

 

Oración de un niño refugiado


Señor:
Yo soy un niño cansado de caminar
tengo miedo de los caminos
y de las sombras de la noche.
He dormido sobre almohadas de piedra
puestos los ojos en las estrellas.

Acaso, Señor, tú rondas
de estrella en estrella
como un niño refugiado
y todos te miran de reojo
y te dan puntapiés
y te piden papeles de
identificación
y te alejan de tu osito de felpa
y tu tractorcito de madera.

Ojalá que no…

Las estrellas tiritan, Señor
y yo quiero creer que son tus ojos
que tienen ganas de
despertar.

El cuerpo de mi padre
quedó en el jardín
junto al árbol de cerezas.
Mi madre llora y acaricia mis
cabellos ondulados
y aprieta mis manos y me cubre
con su cuerpo.

Ya nada saben mis ojos
sólo de la llama que todo lo
abraza.

Caminamos, caminamos
caminamos
y el fuego nos persigue.

Ya no hay lugar en tu tierra,
Señor.
Los caminos están sembrados
de lágrimas y minas
y allá donde los caminos terminan
dicen que no hay lugar
para niños con cara de
espantapájaros.

Estoy cansado, Señor
he olvidado los cuentos
de piratas y ballenas azules
que mi abuelo nos contó
en tiempos de antes de la guerra.

Señor, cuando mi madre y yo
lleguemos al final del camino
dile a la gente que mis pies son
ampollas a punto de reventar.

Diles
que soy pequeño
y la Tierra es grande.

Diles
que yo quiero volver a jugar
a la gallina ciega
y al puente está quebrado
con qué lo curaremos
con cáscaras de huevo, con
cáscaras de huevo.

Diles que es mentira que Tú has
dibujado sobre la Tierra
líneas que separan a la gente.


Por Víctor Rojas

 

 

 

 

 


   
 
 
 
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