Logotipo

Portada Suecia América Latina Mundo Multimedia
 
 
Américo

La gran estrella de la cumbia romántica, Américo. Foto: Marcela Elofsson.

 

13 de julio de 2011 |CULTURA

Américo y Chico Trujillo estremecieron al Hovet

ESTOCOLMO: La fiesta fue total el sábado 2 de julio, cuando la gran estrella de la cumbia romántica, Américo, se presentó junto a la popular banda Chico Trujillo en el escenario de Hovet, en Estocolmo. Los artistas chilenos conquistaron a un entusiasta público de más de tres mil personas que bailó al compás de sus temas favoritos. Magazín Latino estuvo presente en este evento musical que se realizó en el marco del Festival de Verano Selam Sound. Estas fueron nuestras impresiones de la velada.

Por:  Marisol Aliaga

Después de ir a buscar mi pase de prensa, ingreso al recinto con una amiga que viene preparada con una bandera sueca y una chilena, una en cada mano, y juntas descubrimos lo que sucede en los distintos puntos del anfiteatro. En el inmenso local del Hovet la fiesta está comenzando, y las bandas de Rigos Crossfire y Diva Cruz encienden al público que no para de llegar.

Tarea fácil, la gran mayoría viene con ganas de bailar y de pasarlo bien. Varias pistas de baile, ocho disc-jockeys y música bailable por todas partes contribuyen a que el local se empape de un ambiente latino y tropical. Sin duda que los amantes del baile están "en su salsa". Y no sólo dentro del local, en la entrada, el grupo de batucada Yacombé hace resonar sus timbales y no faltan los que comienzan a bailar incluso antes de entrar al recinto.

Entre los numerosos asistentes se encuentra el embajador de Chile en Suecia, José Miguel Cruz, quien amablemente me concede una breve entrevista (haga clic para ver más). Quiero que me cuente sus impresiones respecto a la visita de Américo y a otro tema que nos interesa a los chilenos.

 

Después de la entrevista con el embajador salgo a respirar un poco de aire fresco – dentro del Hovet no sólo el ánimo está muy alto, también la temperatura, nada de raro, cuando más de tres mil personas lo están pasando bien. Estando afuera, converso con gente de distintos países, quienes corroboran que Américo triunfa no sólo en Chile, sino también en Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina, entre otros.

Según mis compañeros de coloquio, la gran estrella de la cumbia romántica chilena comenzará su actuación a las 23.00 de la noche, ya que "es la atracción principal", por lo tanto, cerrerá el show.

Craso error, esperando a mi colega, que está a punto de llegar, y confiada en que mis informantes están en lo correcto, me pierdo las tres primeras canciones de Américo, que no comienza su actuación a las 23.00, sino tipo ocho - nueve de la noche. Y con esto pierdo además la posibilidad de tomar las fotos de este apuesto galán latino, las instrucciones son que la prensa puede sacar fotos únicamente durante los tres primeros temas de cada concierto. Sin flash.

Por fin aparece mi colega, y juntas entramos corriendo a un Hovet que se estremece a la luz de focos azules, de miles de personas que cantan y bailan al compás de la contagiosa cumbia romántica y de un artista que se emociona de reencontrarse nuevamente con su público. Ahora que ya es una estrella.

 

Américo

Américo en Hovet. Foto: Marcela Elofsson.

 

Calculo – con riesgo de equivocarme – que la presentación de Américo dura más o menos una hora, durante la cual nosotras no sólo gozamos con su música, sino también nos dedicamos a observar al público y a sacar fotos, sin lograr de la estrella principal, ya que en esta multitud el tratar de llegar frente al escenario es prácticamente imposible. No obstante, no dejamos de admirarnos de esta fiesta latina, donde vemos a tantos compatriotas, a suecos, latinos, africanos, y gente de las más diversas nacionalidades bailar solos, junto a sus parejas, o en grupo; sin ningún tipo de inhibiciones, lo cual da aporta una atmósfera encantadora.

Américo despliega un dominio de escena formidable, y se nota que el joven galán ama lo que hace. Una voz fenomenal y la capacidad de encantar a un público que se rinde ante el encanto de este chileno que hace solamente algunos años pocos conocían, y que en una visita a Suecia decidió dedicarse profesionalmente a la música y, específicamente, al estilo tropical.

El sonido y la iluminación funcionan excelentemente y con ello la preocupación tal vez más grande de los productores ha sido resuelta impecablemente.

El intérprete de la cumbia romántica y galán empedernido no decepciona a sus fans, e interpreta todos los temas que el público le pide, sobre todo el popular "Que levante la mano", preguntando, de vez en cuando: "¿Están cansados?", sabiendo que la respuesta será siempre un "NO!" rotundo que estremece el local. Al finalizar, una lluvia de serpentina y aún más humo, al reflejo de las luces azules ponen un bello broche de oro a la escena.

 

Américo

Américo en Hovet. Foto: Marcela Elofsson.


Luego de una merecida pausa de unos veinte minutos, Osiel Ibañez, el productor, pronuncia unas palabras y presenta a la proxima banda, es hora de Chico Trujillo de salir al escenario, y al poco rato el público se encuentra bailando al ritmo de "Loca, loca" y "La escoba".

Sin haber visto nunca antes a esta popular banda chilena, no puedo dejar de pensar que sus temas me recuerdan en gran medida a Manu Chau, y de la misma forma que el público salta, al ritmo del artista franco-español, el público lo hace, con Chico Trujillo. Al igual que Américo, el repertorio incluía también música del altiplano, para delicia de los amigos bolivianos presentes. Y, como número final, la cueca chilena, que muchos en el público bailaron con gusto y bravura.

Al final de la imponente presentación, los chilenos, como tantas otras veces, se unieron cantando un: "No nos vamos ni ca…..", que contribuyó a que Chico Trujillo interpretara un par de temas más, ante la algarabía de la platea.

 

Chico Trujillo

Chico Trujillo en Hovet. Foto: Marcela Elofsson.

 

Pero sin duda es hora de irse. Aunque nuestra labor aún no ha terminado, cuando el público abandona el recinto, bailando y cantando, nosotras nos dirigimos a hacer una entrevista con los artistas. O a tratar de hacerla, cosa que resulta ser más complicada de lo que suponíamos. Hablamos con uno de los integrantes de Chico Trujillo, quien nos informa que la persona que da las entrevistas conversará con nosotras, "dentro de poco".

Los minutos pasan y pasan, y ni rastros de Chico Trujillo alguno. Nos tomamos fotos con un integrante de la banda que está afuera de la sección "backstage" - a la cual no tenemos acceso – pero queremos una declaración, sobre todo ya que Américo no dio ninguna conferencia de prensa ni menos aún, entrevistas.

Después de una media hora, asumimos que ninguno de los artistas saldrá a conversar con nosotras, y nos dirigimos hacia la salida, con la cola entre las piernas.

En el camino al metro nos encontramos con una pareja de Norrköping que nos preguntan por la estación del metro más cercana. Durante el trayecto les cuento lo de la espera de Chico Trujillo, y el joven me dice: "Chico Trujillo es conocido en Chile porque no da nunca entrevistas, ¿no sabías?"
No, no lo sabía. Para la próxima visita lo tendré en cuenta.

 

Nota relacionada:

Un conquistador latino

 

 
 
 
Copyright 2010 © Magazín Latino

All rights reserved.