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Salvador Allende

 

Allende

Cuando escucho tu nombre,
se cubren de desafíos los consecuentes
Cuando escucho tu nombre, veo a Pisagua herida
a los niños corriendo  por los parques.

Cuando escucho tu nombre vuelan las palomas
buscando los N. N. que tenían sus nombres
pero aún yacen ocultos bajo las sombras de botas
invasoras.

Cuando escucho tu nombre suenan también
las melodías de  Víctor cantando ... Te recuerdo
Amanda la calle mojada.....

Cuando escucho tu nombre el cielo llora,
las rosas están muy tristes
y solo claveles negros florecen en primavera.

Cuando recorro las calles me viene a la memoria,
tu último discurso: Se abrirán las grandes alamedas
por donde pase el hombre libre...

Si, algún día se abrirán,
marcharemos todos en canto de victoria
los niños  tendrán más que medio litro
de leche...
Serán libres bajo la lluvia que besará su dulce
inocencia.

Cuando escucho tu nombre Salvador
de Allende se inunda mi memoria
mi corazón reclama  tus conquistas.

Cuando escucho tu nombre veo el cobre enrojecer,
el mismo que floreció en tu estadía y se avergüenza
después de tu partida.

Cuando escucho tu nombre " CHICHO", de espinas
se vuelve mi alma - ¡te han herido!

Dónde están los que dijeron seguir tu ejemplo?
Olvidaron tu legado?
Los estragos y crímenes del fascismo?

Cuando escucho tu nombre, trenzo mi convicción
en tus palabras, y te nombro en todas las lenguas
posibles.

Naciste para servir y para vivir por siempre en la memoria
¡Allende está presente!
¡Allende está presente!


Ana Cuadra Hernández

Suecia,  11 de septiembre de 2011

 

 

 

 
 
 
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