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Sven Wollter
La autora del libro, Anette Skåhlberg. Foto: Staffan Claesson. A la derecha, cubierta del libro "Känn med hen" (Siente con hen), ilustrador: Katarina Dahlquist.
 

27 de febrero de 2012 | SUECIA |

El debate del "hon", ella, el "han", él y el "hen" (¿?)

En Suecia el debate en temas de género tiene muchas facetas; una de ellas tiene su cauce en el debate sobre el uso del "hen", pronombre en lengua sueca que es la alternativa al "hon" (ella) y al "han" (él) como forma de librarse de la tradicional definición de sexo. Anette Skåhlberg ha intensificado este debate con una publicación en que utiliza el "hen". A pesar de eso, no busca promover el uso de este pronombre sino criticar la introducción de una palabra que, según ella, no resuelve el problema de fondo en temas de género e igualdad.

Por: Rodrigo Durán Alfaro (*)

"Siente con ´hen´" es el título de un libro para niños de hasta cinco años, que trata sobre los cinco miembros de la familia "h". Los personajes hun, hin, hån, hyn y hen son muy sensibles, característica importante para Anette Skåhlberg: "Muchos de los libros que escribo tratan sobre temas de género, que todos los niños deben poder ser como quieran y atreverse a estar cien por ciento seguros en sus sentimientos", sostiene en una entrevista publicada el martes 21 de febrero en el Dagens Nyheter.

Skåhlberg, autora de diecisiete libros infantiles, advierte que no se logra una sociedad más igualitaria mediante el debilitamiento del "hon" y el "han". En vez de eso hay que trabajar para darles la misma fuerza al "hon" y al "han". Además la escritora sostiene que el uso del "hen" conlleva el riesgo a "evitar pensar en los problemas que en realidad tenemos". Es así como esta autora enfatiza en que lo importante es fomentar una actitud tolerante.

El anuncio de la publicación de este nuevo libro y de la poca importancia que Skåhlberg da a la introducción del "hen" en la lengua sueca ha provocado diversos debates en los medios sociales de este país. Las reacciones en contra de las opiniones de la autora fueron variadas, algunas expresadas en un tono fuerte. Anette Skåhlberg publicó a causa de esto una aclaración a su postura titulada "Hen no tiene que ver con igualdad", en la que declara:

Soy partidaria de una sociedad en que la diversidad y la tolerancia son importantes. En donde no debemos levantar las cejas si los hombres en nuestros lugares de trabajo llegan con vestidos, en la que debemos estar contentos si parejas del mismo sexo quieren tener hijos, en la que uno sienta que es obvia una operación de alguien que quiera cambiar de sexo. Esa sociedad la logramos sólo si estos temas los hablamos, si los niños comprenden que todo ésto es correcto e importante. Si en vez de esto inventamos una palabra para olvidarlo, evadimos el problema.

 

Otros detractores del "hen"

El mayor argumento de los detractores del "hen", expresado en diversos medios sociales, es muy simple: que es desgastante el concentrar las energías en una palabra que por sí misma no va a cambiar la realidad. También se ha tomado como ejemplo, la lengua finlandesa que tiene el "hän" que equivale tanto al "ella" y al "él", sin embargo problemas de desigualdad aún existen en ese país nórdico. Lo mismo con el idioma persa, cuya utilización del pronombre neutral "y" no hace de Irán un país más tolerante en temas de género. Si a ésto agregamos que la palabra "hen" significa "gallina" en lengua inglesa, la connotación de este pronombre que podría llegar a definir a personas bi- o transsexuales podría tener consecuencias negativas a futuro.

Una perspectiva más dura en este debate, la plantea la sociónoma Elise Claeson, quien postula en una entrevista publicada también en el Dagens Nyheter el pasado martes 14 de febrero que el "hen" confunde a los niños. Esta debatora ataca además a la pespectiva de género en general, aseverando que "es una ideología, no una ciencia". Para Claeson la introducción del pronombre "hen" dificulta el desarrollo de los niños en el descubrimiento de su sexo. Por eso, sostiene que: "Los niños son una manada de animales. Son los animales más conservativos que hay y necesitan seguridad y estabilidad." Elise Claeson termina postulando en esta entrevista que todos en esencia somos hombres o mujeres: "Si uno reniega ésto es un antihumanista".

 

La defensa del "hen"

Sólo horas después de la aclaración de Anette Skåhlberg, Kristina Henkel –Cientista política experta en género y Consejera en temas de igualdad para establecimientos preescolares y escolares - da su opinión en un artículo en que explica el sentido de la palabra "hen" y las posiblidades que crea:

La igualdad trata el añadir. Se trata de nuestros espacios de acción; qué puedo hacer y decir, y cómo puedo influir mi propia vida y la sociedad en la que vivo. Trata sobre el poder. Generar igualdad para los niños contempla el darles 100 diferentes maneras de ser en vez de dos, una para las niñas y otra para los niños. Trata simplemente de crear diversidad y dejar a los niños desarrollarse en los individuos únicos que en realidad son. La palabra "hen" no llegó para sacar la palabra "hon" o "han", ha comenzado a ser utilizada porque entrega más posibilidades de identificación y maneras de ser, independiente del sexo.

Lo que en el fondo plantean los defensores del "hen", es que la actual oposición entre el "hon" y el "han" limita al lenguaje como reflejo de una realidad compleja, que históricamente ha aceptado lo "femenino" y lo "masculino" como dos polos que tejen el campo de lo entendido como "normal".
Lo interesante de toda esta discusión es que no se ha centrado en si la sexualidad está definida por factores naturales o sociales, pues la visión de la sexualidad como construcción social y cultural está bastante extendida en el actual debate del "hen". Sin embargo, esto no implica que no hayan algunos actores representativos de fuerzas conservadoras que defiendan el orden patriarcal y se expresen en el nombre de las "buenas costumbres".

 

El "hen" tal vez llegó para quedarse

La introducción de nuevas palabras es tal vez lo más característico de las lenguas humanas, cuyo fin es ampliar los horizontes de nuestras realidades. Agregar el "hen" en la lengua sueca no ha sido tarea fácil para sus defensores. El Consejo de Lengua en Suecia manifestó en 2005 que sería difícil introducir "un nuevo pronombre como el hen en una lengua tan estable como la sueca". Pero hace poco el mismo órgano hizo recomendaciones de cómo conjugar este pronombre, lo cual denota una aceptación de oficial de esta palabra.

Por otra parte, la literatura (vanguardista como todas las actividades artísticas) también da señas de una clara tendencia. Por ejemplo, la escritora Åsa Maria Kraft ha tratado el eterno y universal tema del amor en su novela "Självpornografi" (Autopornografía), valiéndose de la relación entre "hen" y "hen", dos personajes cuyo sexo nunca se revela en la obra. Otro caso similar es del primer libro infantil "Kivi & Mosterhund" que utiliza el "hen". El autor Jesper Lundqvist no aclara nunca si Kivi, el personaje principal, es una niña o un niño.

Si este pronombre ya se está usando en la literatura, tal vez sea señal de que los tiempos ya están maduros para el recibimiento del "hen" en el idioma sueco. El libro "Siente con hen", quiera o no quiera la autora Anette Skåhlberg, reafirma esta tendencia que, por el momento, es difícil ver entre las cortinas de humo sostenidas por un debate que parece no tener aún una clara traducción a la lengua castellana.


(*) Rodrigo Durán Alfaro:  Periodista titulado en Chile y profesor de enseñanza media, titulado en Suecia. Escribe acerca de temas sociales y culturales. Corresponsal de Norrköping.

[Ojo: Tomar en cuenta que todas las palabras marcadas de azul son enlaces]

 

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