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El músico colombiano Sergio Andrés Castrillón Arcila . Foto: Karla Seemann.
 

19 de febrero de 2011 | Cultura

Desde tierras colombianas hasta los cielos nórdicos 

Cuando mi amiga Diana me invitó a un concierto de violonchelo, pensé más en el encuentro de amigas que en un violonchelista. ¿Cómo un violonchelo, solito él, puede producir melodías? Un violonchelo para mi concepto, forma parte de una orquesta y sirve de fondo musical, de lo contrario es poco probable interpretar una armonía. Yo no tengo conocimientos de música, pero tengo predilección por los conciertos de orquestas sinfónicas y un buen oído musical. Sólo esto. Asistimos al concierto. Nos fascinó la virtuosidad de Sergio Andrés y comenté con Diana, yo no resisto la tentación de hablar con el artista colombiano.  teratura

Por: Mary Almgren

El Observatorio de Estocolmo presentó al talentoso músico colombiano, Sergio Andrés Castrillón Arcila como un fiel intérprete de la música contemporánea, compuesta por artistas latinoamericanos. Ciertamente, Sergio Andrés con su violonchelo nos permitió oír sonidos musicales que nunca habíamos pensado ser logrados por el mencionado instrumento. Este joven con un violonchelo y el arco en sus manos, logra la pasión desbocada de violines, confundidos con la dulzura del arpa, por momentos produce sonidos de guitarra, trompeta, flauta, violines y lo más interesante, se podían percibir los tambores del ancestro africano. Su música es ejecutada desde un acento grave, de notas suaves, delicadas, hasta una interpretación con pasión y con violencia, para volver a la dulzura, a tonos moderados, con poca intensidad. Es decir, desde la mayor turbulencia hasta la más absoluta tranquilidad.
 
Al preguntarle cómo logra esto, responde con tono amable y con deseos de hablar sin apuros: “Creo que mi generación del 80, 90, ha influido en mi producción. Esta fue una época marcada por el ‘rockmusik’, movimiento cultural más agresivo que épocas anteriores y algo muy particular en mi, me gusta experimentar”.

Sergio Andrés nació en la ciudad de Manizales, capital del Departamento de Caldas, en 1981 y en la actualidad, vive y trabaja en Buenos Aires, Argentina. Considera que su talento musical lo lleva en sus genes ya que su abuelo y sus tíos, son valorados como auténticos músicos. Su abuelo, Alfredo Castrillón, un manizaleño cafetero, agricultor, tocaba guitarra, tiple, bandola, entre otros. El padre y la madre de Sergio Andrés viven en Manizales y dos de sus tres hermanos son músicos. Su hermana, toca arpa clásica y uno de sus hermanos, toca también violonchelo.

Una de las razones por las cuales Sergio Andrés trabaja con su música es para introducirnos en la obra artística creada por compositores latinoamericanos, tanto de los antiguos bien establecidos, como los de la nueva generación, pero a la manera Castrillón Arcila. Sergio Andrés, durante los últimos dos años busca con devoción y con la ayuda de su violonchelo y el arco, todos los sonidos que los instrumentos latinoamericanos producen.

“Desde las entrañas del Sudtrópico” fue una de las composiciones interpretadas por Sergio Andrés en el Concierto del domingo, en el Observatorio de Estocolmo. La idea de esta melodía, se transforma en su Tesis de los estudios de Maestría: “Creación Musical, Nuevas Tecnologías y Artes” realizada en la Universidad Nacional Tres de Febrero –UNTREF- en Buenos Aires, Argentina.

Además, el artista colombiano, interpretó en el mismo concierto, obras de compositores latinoamericanos:

“Piezas A- Formales I, II, III” de su propia creación. “Planos Frotados” de Esteban Agosin, compositor chileno. “Sonancias” de Ruben Blasco, de  Argentina y “E - nucleo vita aeternus” (premiere) de Walter Barrera, también de Argentina. Sergio Andrés y su violonchelo se han presentado en Colombia, Chile y Argentina. En Europa: Suiza y Francia. En Francia, realizó un concierto en la Universidad de Lille, Francia para luego viajar a Suecia.

Al preguntarle ¿Qué impresión te llevas de Estocolmo? responde con una sonrisa y una cara de satisfacción:  “Me fascinó Estocolmo por su posición geográfica, cerca del agua y por su arquitectura. Estoy muy feliz de estar en Estocolmo” – y añade: “me gustaría volver a Estocolmo”.

Pudimos ver y conversar con jóvenes suecos, tanto chicas como chicos, quienes asistieron con mucha alegría al concierto. Su deseo era admirar y saludar de nuevo, al talentoso profesor-amigo que encontraron en la Universidad de Argentina. Gracias a Colombia por concebir un talento vivo de la música actual latinoamericana y a la Embajada de Colombia, por hacer público el concierto.

El domingo, 13 de febrero, en el Observatorio de Estocolmo logramos escuchar una orquesta sinfónica, exclusivamente en un violonchelo. ¡Felicitaciones Sergio Andrés!

 

 
 
 
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