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Kate y William

El beso de los príncipes en el balcón del Palacio de Buckingham. Foto: AFP PHOTO / JOHN STILLWELL

 

01 de mayo de 2011 - LONDRES

Kate Middleton - La plebeya que se ganó el corazón de un príncipe 

Toda historia de amor tiene su comienzo y toda boda, tiene sus preparativos. Los novios de Inglaterra Kate Middleton y Guillermo se casaron en la Abadía de Westminster, el 29 de abril del 2011 y la fiesta nupcial tuvo lugar en el Palacio de Buckingham. Se estima que más de un millón de visitantes recibió Londres, el día de la boda.

Por: Mary Almgren

Durante varios días diferentes personas se dedicaron a las jornadas de preparación de la boda. Por su parte, los jóvenes cumplían con su obligación en lo que les correspondía hacer. Porque estos novios no son chicos cualesquiera, son los príncipes de Inglaterra, quienes tienen sus propias asignaciones en un reinado.

Unos se dedicaron al diseño de la casa de los príncipes, en Gales. Otros al día de la boda, otro grupo, a la lista de invitados. Otros, al traje de la novia, confeccionado por Sarah Burton, directora creativa de la firma Alexander McQueen, algo que no se sabía y fue el día de la boda cuando la gente pudo ver a la novia con su vestido y se desveló uno de los secretos mejor guardados. El vestido logró realzar la elegancia de Kate.

El enlace que reunió una suntuosidad, estuvo cargado de ilusión y curiosidad pública. El pueblo Clapham, cerca de Londres, acondicionó su parque principal para acoger una cantidad de curiosos y visitantes, unas diez mil personas que por 87 euros podían pasar tres noches, antes y durante el matrimonio. No hubo lluvia y cada persona se acomodó en un lugar para ver lo mejor posible el paso de los recién casados. Algo así como la celebración de un mundial de Fútbol, la gente se congregó en la plaza de Trafalgar para seguir la retransmisión televisiva de la boda en una enorme pantalla gigante y un lleno de banderas de todo el mundo.

Las calles se llenaron de gente vestida con ropas con la imagen de los novios, con sombreros, pamelas, disfraces de reyes, príncipes y princesas de épocas pasadas que daba la impresión de un concurso de disfraces. Los colores de la bandera británica, azul, rojo y blanco se regó en confeti en la plaza Trafalgar.

Como sucedió durante la boda de la princesa heredera sueca Victoria y Daniel Westling (2010-06-19) cuando Estocolmo se inundó de miles de curiosos que salimos a la calle para no perdernos este acontecimiento histórico, Londres se preparó también instalando varias pantallas gigantes en diferentes sitios de la ciudad y la gente salió a recorrer la ciudad del amor y poder ver de cerca los novios que saludaban al público. Todas las personas que seguían el acontecimiento gritaron y saludaron a la joven pareja que no salieron en carruaje con caballos, como los príncipes suecos, sino, en un Rolls-Royce, conducido por el flamante novio.

Unas 1900 personas fueron invitadas, entre ellos parlamentarios, jefes de estado extranjeros, presidentes de beneficencia, celebridades y amigos de la pareja. Les deseamos mucha felicidad a los novios británicos. ¡Que vivan los novios!

 

 
 
 
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