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15 de mayo de 2012 | COLUMNA |

Vivir mayo con Rabindranath Tagore

Por: Jorge Romero (*)'

Las efemérides del mes de mayo se abren con la celebración del Día Internacional de los Trabajadores y se cierran el 31 de mayo con el nacimiento en 1819 del poeta estadounidense Walt Whitman, autor de esta frase que resume su pensamiento: "Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano".

Entre la Unidad y Lucha de los trabajadores del mundo como consigna y necesidad urgente y la frase del poeta, el mes de mayo es prolífico en acontecimientos que merecen recordarse.

Al Día del Trabajo le acompañan el nacimiento el primero de mayo de 1852 del sabio español  Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina en 1906 y del filósofo y paleontólogo jesuita francés Pierre Teilhard De Chardin, nacido el mismo día pero en 1881, conocido por sus ideas sobre la evolución, que le valieron la persecución de la iglesia católica desde la Santa Sede, que sigue siendo la sede retrógrada del anacronismo y la negación de la ciencia.

Son muchos los personajes, nacidos o muertos, en este mes que han pasado a la inmortalidad por diversas razones. Nombraremos algunos de ellos (los más significativos), para detenernos específicamente en el poeta indio Rabindranath Tagore de quien se cumplieron el pasado lunes 7 de mayo, 151 años de su nacimiento. Me perdonarán desde el más allá o desde el más acá aquellos que no aparezcan y sí, por qué no, todos los nacidos en mayo en cualquier lugar y a cualquier hora, sean blancos, negros, judíos o musulmanes, que como a Whitman también me basta con que sean seres humanos.  Repito: Todas las nacidas  en mayo en cualquier  lugar y  a cualquier hora, sean blancas, negras, judías o musulmanas.

 

El día 2 de mayo aparecen en el calendario los nombres del anatomista, filósofo,  arquitecto, escultor, ingeniero, botánico, científico, escritor, músico, urbanista y poeta italiano Leonardo Da Vinci, y del educador brasileño Paulo Freire, fallecidos  en 1519 y en 1997, respectivamente.

A estos dos hombres que en épocas tan distantes y en culturas tan diferentes hicieron aportes de tanta significación en el desarrollo humano le siguen los nacimientos,  el día 3 de mayo, del filósofo italiano Nicolás Maquiavelo en 1469 (Discursos, Tito Livio, El Príncipe); del diplomático y escritor español Ramiro De Maeztu,  nacido el 4 de mayo de  1875 (La Crisis del Humanismo);  del sociólogo y economista alemán Carlos Marx , el día 5 en 1818 (El Capital); y del médico psiquiatra y neurólogo austríaco Sigmund Freud que nació el 6 de mayo de 1856 (Introducción al Psicoanálisis, Interpretación de los sueños).

El 7 de mayo de 1861 nació en Calcuta el poeta bengalí, artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones Rabindranath Tagore.

De aquí en adelante consignaremos solamente los nombres de personajes conocidos que aparecen en las efemérides de mayo, para volver a nuestro sabio y poeta indio Rabindranath Tagore.

En este mes de mayo tenemos que recordar y rendir tributo al literato francés Gustave Flaubert y al filósofo y escritor español José Ortega y Gasset. También a Roque Dalton, Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte),  Juan Rulfo, Alfonso Reyes y Mario Benedetti, fallecido este último el 17 de mayo de 2009.

 

El apóstol José Martí cayó en combate el 19 de mayo de 1895, mientras que el médico, cientista, historiador y escritor español Gregorio Marañón había nacido el mismo día pero en 1888.

Honoré De Balzac, Venustiano Carranza, Facundo Cabral (asesinado en 2011 en Guatemala), el poeta francés Victor Hugo (Los Miserables),  Atahualpa Yupanqui, Bob Dyan, José María Vargas Vila y Nicolás Copérnico, son nombres que también aparecen en este período.

Ya a fines de mes tenemos  los nombres del autor dramático español  Pedro Calderón De La Barca y del filósofo germano Martin Heidegger.

John Kennedy nació el 29 de mayo de 1917. Figuran finalmente el filósofo francés Voltaire y el novelista uruguayo Juan Carlos Onetti, autor de El Astillero, La Vida Breve, Los Adioses..., fallecido el 30 de mayo de 1994.

 

POR SUS OBRAS LO CONOCERÉIS

La mención a la sentencia bíblica Mateo 7: "16 Por sus frutos los reconocerán", me exime de ahondar en la obra de Rabindranath, por cuanto la sola mención de algunas citas y frases suyas nos permiten vislumbrar el paisaje sabio y profundo de su existencia.

-          Cada criatura al nacer nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.

-          La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos.

-          La verdad no está de parte de quien grite más.

-          No basta compartir las ideas con el prójimo; se ha de compartir la vida.

-          La tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta.

 

Y MÁS TODAVÍA:

-          El hombre en su esencia no debe ser esclavo, ni de sí mismo ni de los otros, sino un amante. Su único fin está en el amor.

-          La patria no es la tierra. Los hombres que la tierra nutre son la patria.

-          Las palabras van al corazón, cuando han salido del corazón.

-          Cuando somos grandes en humildad, estamos más cerca de lo grande.

-          Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.

 

Rabindranath Tagore nació el 7 de mayo de 1861 en Calcuta, capital de la provincia de Bengala en la India y ocupa un lugar decisivo en la cultura bengalí de finales del siglo XIX y comienzos del  XX. De su pensamiento, universalizado posteriormente, podemos decir que sin dejar de ser hindú, fue cosmopolita en el sentido en que buscó el diálogo entre las culturas. Estaba a favor de la independencia de su pueblo, pero eso no le llevó a infravalorar la cultura inglesa. Fue un pacifista y odió todo tipo de violencia.

Nacido en el seno de una familia rica e instruida, fue el menor de catorce hermanos. Hombre contemplativo y reflexivo, crítico con muchos aspectos del hinduismo, de este aprendió que la educación no consiste en juzgar, sino en permitir que fluya y se haga cargo de sí misma. Tagore no cerró los ojos ante la ciencia y la tecnología, aunque puso el acento en el progreso moral de la humanidad.

Rabindranath Tagore se sentía consternado por la miseria económica, social y política en que vivían los campesinos. "Nuestras llamadas clases responsables viven en el lujo porque el hombre común todavía no ha entendido su situación. Por eso el amo le pega, el prestamista no le deja respirar, el capataz le insulta, la policía le azota, el sacerdote lo explota y el magistrado le roba".

Tagore decía: "La pobreza nace de la desunión y la riqueza de la cooperación. Desde todos los puntos de vista, esta es la verdad fundamental de la civilización humana".

Mi intención al presentarles a Rabindranah Tagore, Premio Nobel de Literatura 1913, con algunas facetas de su vida y su obra, no es otra que invitarles a profundizar en el conocimiento de este poeta hindú de quien acabamos de celebrar este 7 de mayo, el 151 avo aniversario de su natalicio.

Les dejo con un pequeño-gran cuento que sobrecoge:

El principio

-¿De dónde venía yo cuando me encontraste? – preguntó el niño a su madre. Ella, llorando y riendo, le respondió apretándolo contra su pecho:

- Estabas escondido en mi corazón, como un anhelo, amor mío: estabas en las muñecas de los juegos de mi infancia, y cuando, cada mañana, formaba yo la imagen de mi Dios con barro, a ti te hacía y te deshacía; estabas en el altar, con el Dios del hogar nuestro, y al adorarlo a Él, te adoraba a ti; estabas en todas mis esperanzas y en todos mis cariños. Has vivido en mi vida y en la vida de mi madre, tú fuiste creado siglo tras siglo, en el seno del espíritu inmortal que rige nuestra casa. Cuando mi corazón adolescente abría sus hojas, flotabas tú, igual que una fragancia, a su alrededor; tu tierna suavidad florecía luego en mi cuerpo joven como antes de salir el sol en el Oriente. Primer amor del cielo, hermano de la luz del alba, bajaste al mundo en el río de la vida y al fin te paraste en mi corazón... ¡Qué misterioso temor me sobrecoge al mirarte a ti, hijo, que siendo de todos, te has hecho mío. Y qué miedo de perderte! – Así, bien apretado contra mi pecho!  - ¡Ay! –¿Qué magia ha entregado el tesoro del mundo a mis frágiles brazos?.

Rabindranath Tagore.

(*) Jorge Romero es periodista, de origen chileno, y reside en la actualidad en la isla de Nesodden, en Oslo, Noruega.

 

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