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20 de julio de 2011 |MUNDO

¿Cuánto sabía Murdoch?

REINO UNIDO: En un verdadero culebrón mediático se ha convertido el escándalo de las escuchas, el más grande en la historia del Reino Unido, y que cada día compromete más al primer ministro, David Cameron, amigo personal de Rebekah Brooks, una de las implicadas. A pesar de haber saltado a la palestra ya en el 2005, el escándalo explotó la semana pasada, con el cierre de News of the World y el arresto de diversos jefes. Este martes se realizó la comparecencia ante la comisión del Parlamento británico de Rupert y James Murdoch y de Rebekah Brooks. Rupert Murdoch negó ser responsable de las escuchas y soborno a policías, por parte de personal de News International, mientras que Brooks reconoció la colaboración con detectives. La sesión fue interrumpida cuando un hombre del público intentó agredir a Rupert Murdoch con un plato lleno de espuma de afeitar. Su señora, Wendy Deng, salió en veloz defensa de su marido, salvándolo de su agresor. De inmediato los medios afirmaban: si Rebekah Brooks es el brazo derecho de Murdoch, su esposa Wendi es su brazo armado.

Por:  Marisol Aliaga

El escándalo de las escuchas, que ha sacudido al Reino Unido durante los últimos días, tuvo un ribete aún más dramático este martes, poco antes de concluir una larga comparecencia de Rupert Murdoch y su hijo y heredero de su reino mediático: James Murdoch. Cuando una de las integrantes de la comisión le hacía una pregunta a Rupert Murdoch, un hombre, que más tarde fue identificado como el humorista y activista Jonnie Marbles, trató de plantarle un plato con espuma de afeitar en la cara al magnate. Sin embargo, el humorista no contaba con la oportuna intervención de la esposa de Murdoch, Wendi Deng, quien, con la velocidad de un rayo, le torció el brazo, terminando con la espuma en la cara del agresor. Tras una pausa de diez minutos, continuó la sesión, con un alicaído Rupert Murdoch.

Ya en una breve declaración de apertura, Murdoch había declarado: "Este es el día de mayor humildad en mi vida".

Y es que "el escándalo de las escuchas", como lo han denominado los medios, ha ido creciendo vez más, a medida que salen a la luz los métodos del periodismo de News of the World, tabloide de propiedad de Rupert Murdoch. Métodos consistentes en intervenciones de teléfonos de miles de personas, de soldados caídos en la guerra, del celular de la colegiala Milly Dowler y de familiares de víctimas del ataque a las torres gemelas, en USA. Métodos que también incluían el soborno de policías.

 

Stephenson

 

A tanto ha ascendido el escándalo, que el policía más importante de Gran Bretaña: sir Paul Stephenson, jefe de Scotland Yard, se vio obligado a presentar su dimisión este domingo por la noche, poco después del arresto de Rebekah Brooks - quien fuera posteriormente dejada en libertad bajo fianza. Sir Paul Stephenson no pudo responder a las críticas de que la Policía Metropolitana ha aceptado dinero de News of the World y no ha realizado investigaciones algunas respecto a las escuchas. Además, Nills Wallis, ex subdirector del tabloide de Murdoch se desempeñó, hasta septiembre de 2010, de consultor de la Policía Metropolitana de Londres.
La dimisión de Stephenson llevó al premier británico, David Cameron, a convocar a los Comunes a una sesión parlamentaria extraordinaria.

Refiriéndose al caso de la intervención del celular de la colegiala Milly Dowler, desaparecida en el 2002, y que luego resultara asesinada, Rupert Murdoch manifestó estar "choqueado, anonadado y avergonzado". Estas escuchas fueron realizadas cuando la jefa de redacción del tabloide era Rebekah Brooks, a quien Rupert Murdoch ha defendido por todos los medios, a lo largo del escándalo.

Muchos se preguntan el por qué. Los 200 periodistas que se desempeñaban en News of the World perdieron sus puestos de trabajo, al cierre del periódico el pasado domingo, sin embargo, Rebekah Brooks ha mantenido su puesto como jefa ejecutiva de News International, división que controla los diarios ingleses de propiedad de Murdoch, hasta este viernes, cuando anunció su dimisión. "Están cerrando todo un periódico solo para protegerla", declaró uno de los reporteros despedidos a la agencia noticiosa Reuters.

Cuando le preguntaron a Rupert Murdoch quién era el responsable de todos estos hechos, en los cuales la ética profesional ha brillado por su ausencia, contestó que quizás fuesen las personas en quien él confió y la gente en que ellos confiaron.

 

Comparecencia

 

Su hijo, James Murdoch, se mostró mucho mejor preparado que su progenitor para contestar las preguntas de la comisión. Su padre arrancó en repetidas ocasiones carcajadas de los presentes, con sus respuestas. Curiosamente, se había olvidado de colaboradores que habían trabajado años en su empresa.

James Murdoch es el subdirector de operaciones de News Corp. Comenzó recalcando lo mucho que su padre y él lamentaban lo ocurrido a las víctimas de las escuchas realizadas por News of the World.

"Estas acciones no están a la altura de los estándares a los que aspira nuestra empresa en cualquier parte del mundo" dijo Murdoch junior.

El heredero del imperio mediático afirmó que la empresa había actuado "lo más rápido y transparentemente posible" tan pronto como se percataron de la nueva evidencia sobre las escuchas después de una serie de procesos civiles en el 2010, particularmente el caso de la actriz Sienna Miller.

 

Rebekah

 

Luego de la comparecencia de Rupert y James Murdoch, fue el turno de Rebekah Books, quien declaró que la filial News International actuó "rápida y decisivamente" en relación con las "repugnantes" escuchas de News of the World. Según la ex jefa – quien comenzó su meteórica carrera en el imperio de Murdoch a los 21 años, de secretaria y diez años después era la directora más joven del Reino Unido - dijo que los reportes de que sus periodistas habían intervenido el teléfono de la colegiala Milly Dowler la habían "choqueado"'.

La poderosa "ambición pelirroja", como la llama El País, refiriéndose a su abundante cabellera colorina, afirmó a la Comisión parlamentaria que había sido informada de que las acusaciones de intervención y escuchas no eran verídicas. "La gente de News of the World en esos momentos, negaron sistemáticamente todas las presuntas acusaciones en varias investigaciones internas, explicó la ex ejecutiva.

- Fue solo cuando vimos la documentación sobre Sienna Miller [actriz] que nos dimos cuentas de la gravedad de la situación, dijo Brooks.

Sin embargo, la ejecutiva había comenzado la audiencia diciendo: "Quisiera añadir mis disculpas personales a las dadas anteriormente por James y Rupert Murdoch. Las acusaciones de intervención en los contestadores automáticos, en Internet de víctimas de crímenes es horripilante y repugnante y quería reiterar esto."

Rebekah Brooks se encuentra en libertad bajo fianza luego de su detención del domingo. Sin embargo, afirma su inocencia. Ella dijo que "nunca había aprobado a sabiendas el pago a un policía" en su carrera.

Al ser preguntada sobre el usar detectives privados para el tabloide, Brooks afirmó que "sabía que el News of the World utilizaba detectives privados, como lo hacen todos los periódicos en Fleet Street".

El golpe fatal para News of the World, y el cierre del periódico, sucedió poco después que aparecieran reportes revelando que los mensajes del celular de la estudiante Milly Dowler habían sido intervenidos, cuando la escolar desapareció en el 2002. Para esa fecha, Rebekah Brooks era la editora del tabloide.

Sin embargo, Brooks aseguró a la Comisión: "La idea de que el teléfono de Milly Dowler haya sido escuchado por alguien pagado por el News of the World, o peor, autorizado por alguien del News of the World es tan repugnante para mí como lo es para todos los presentes en este lugar". Y agregó: "No conozco a nadie en su sano juicio que autorizase, aprobase la escucha de los mensajes de Milly Dowler en esas circunstancias. ¡No conozco a nadie que piense que es la cosa correcta y adecuada en ese o cualquier momento!".

Luego del intento de agresión a Rupert Murdoch, no se le permitió al público permanecer en la sala. Sin embargo, en las afueras del edificio, se habían reunido un grupo de manifestantes, usando máscaras representando Rupert Murdoch, Sir Paul Stephenson y David Cameron.

En una de las pancartas se podía apreciar: "Destruyan el imperio del mal de Murdoch".

 

 

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