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Sara Algotsson Ostholt
Sara Algotsson Ostholt tuvo la mala suerte de arrancar la vara, perdiendo la oportunidad del oro. Foto: nd.se.
 

01 de agosto 2012 | MUNDO - JUEGOS OLÍMPICOS 2012 |

La vara cayó y el oro fue plata

LONDRES: Sara Algotsson Ostholt iba camino al oro – pero arrancó la última vara

Y el oro se transformó en plata.

- Estoy feliz de todos modos, dijo Sara Algotsson Ostholt.

Cerca de 20.000 personas estaban silenciosas en las galerías, ya fuera la realeza como los gentiles. Sólo se escuchaba el sonido de las patas de Wega cuando el reloj comenzó a acercarse a 15.23, hora local.

Fuente: GP.31- 07-2012. Henrik Skiöld. Traducción: Magazín Latino

Solo un obstáculo por salvar.

Un jinete y un caballo en el concurso.

Wega se irguió, estiró sus patas delanteras, Sara Algotsson Ostholt se agachó hacia adelante, ayudando, y allí y entonces – en el momento congelado — se convirtió en la primera campeona olímpica de Suecia desde los calurosos días de verano en Atenas hace casi largos ocho años atrás.

Runt 20 000 satt knäpptysta på läktarna, kungligheter som ofrälse. Bara klapprandet från Wegas hovar hördes när klockan började närma sig 15.23 lokal tid.

Allí y entonces.

Al segundo más tarde se mezclaban pesados suspiros con ruidosos quejidos. La vara roja-blanca-azul había tomado la decisión de caer, luego de haber sido apenas alcanzada por una de las patas traseras de Wages.

En cambio los alemanes celebraron el oro de Michael Jung con Sam.

 

Lágrimas de alegría

– Primero me decepcioné, por supuesto, por otro lado, no pensamiento alguno de ganar una medalla. Era el equipo que la obtendría, dijo Sara una hora después del drama en el Parque de Greenwich.

No hubo lágrimas de decepción. Cuando las lágrimas por fin surgieron en los ojos, estaban llenos de alegría y orgullo.

– Después de un minuto me di cuenta que gané la medalla de plata y entonces me puse feliz, pero no fue hasta que llegué a la ceremonia de las medallas que realmente comprendí lo que había hecho.

– Entonces me puse muy feliz.

- He ganado tres campeonatos suecos, pero esto es probablemente un poco más grande... Hubo muchas lágrimas. Tanta audiencia. Se me pone casi la piel de gallina, dice Sara.
Todo el equipo sueco, con los líderes, entrenadores, enfermeros, su esposo Frank y algunos otros, había ya logrado levantarla. El fracaso de la prueba por equipos fue olvidado. La participación sueca celebraba su éxito más grande en 40 largos años.

 

Agradeció a su esposo

Frank abrazó a su esposa. Un momento de gran amor y hermoso afecto. Sara agradeció a su esposo y le atribuyó una gran parte a él al hecho de irse de Londres con una medalla de plata.
– Él me ha apoyado temprano por la mañana hasta tarde por la noche, y me ayudó en todos los sentidos que se puede pensar. Ha sido muy importante y ha sido un apoyo muy fuerte.

Junto con el resto del equipo, Sara hizo urgentemente planes de cómo se celebraría la medalla de plata el martes por la noche.

- Espero que tengamos tiempo para celebrar con la totalidad de este maravilloso equipo. Nos vamos a las ocho de la mañana (miércoles) y es la última vez que tenemos que salir de aquí.

– Lo último que le dije a Gunilla (Fredriksson, capitán de la Federación) antes de que partiéramos para acá fue que no podemos irnos inmediatamente después, porque debemos celebrar estas medallas, dice Sara y se ríe.

¿Aguantas prepararte para la fiesta?

– Probablemente no hay problema.

La ganadora de la medalla podrá despertar algo agotada la mañana del miércoles sin preocuparse si ella realmente debe quedar frente al volante en el vehículo del transporte de caballos.

Frank conducirá todo el camino a casa a Warendorf, en el Norte de Alemania.

– Te lo prometo, dice él.



 
 
 
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