Por: Marisol Aliaga
Sin duda que la situación en Libia es complicada. Tan complicada que apenas se pudo entender lo que el primer ministro, Fredrik Reinfeldt, quiso decir, en la cámara, al preguntársele su opinión. El ministro de exteriores, Carl Bildt, por su parte, ha sido criticado por no haber contribuido, desde ya, a la coalición internacional, enviando los aviones JAS Gripen. De ser enviados, sería la primera vez en la historia que sucede algo así.
Se pensaba que a más tardar este martes Suecia recibiría la petición de la OTAN; sin embargo, no ha sido este el caso. En el parlamento, el único partido que se opuso a la intervención en Libia fue el de los Demócratas de Suecia, el partido de extrema derecha, lo que llevó a algunos columnistas a aseverar que el partido racista está haciendo el trabajo de la izquierda.
Es que la opinión en el país está dividida, sobre todo dentro de la izquierda, donde las opiniones difieren. Al igual que difieren las opiniones de los distintos países. Brasil estuvo en desacuerdo, al igual que Alemania, Rusia, India y China, en aceptar la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, para proteger a la población civil. Rusia y China, no obstante, podrían haber hecho uso de su derecho a veto, pero no lo hicieron.
Este lunes, Putin dijo que la resolución equivalía a un " llamado a cruzadas medievales". Sin embargo de inmediato el presidente ruso, Dmitri Medvedej, manifestó su rechazo ante tal declaración, quedando en evidencia ante el mundo entero que ni siquiera estos dos líderes se pueden poneer de acuerdo, cuando se trata del tema libio.
Y ante la difícil situación en la que se encuentra el pueblo de Libia, la comunidad internacional está dividida. Aun no se sabe quién va a tomar la responsabilidad de la intervención militar cuando EE.UU. relegue el mando, algo que Obama ha dicho sucederá dentro de los próximos días, no semanas. A los Estados Unidos no le conviene que se vea como que el país lidera una guerra más en el medio oriente y quiere que la OTAN asuma la responsabilidad. Sin embargo, Francia no está de acuerdo, debido a que los miembros árabes de la coalición lo verían como un nuevo Afganistán o Irak.
El Reino Unido está de acuerdo en que sea la OTAN quien se haga cargo. Italia quiere lo mismo, al mismo tiempo que teme la venganza de Gadafi, y amenaza con retirar sus bases aéreas cercanas a Libia. Alemania, Turquía y varios países de la Europa Oriental rechazan la intervención militar. Turquía acaba de mandar seis barcos a Libia, como observación.
Cabe destacar que el mandato de las Naciones Unidas se refiere solamente a "proteger la población civil" y no de derrocar a Muamar Gadafi.
El enviado especial de la televisión estatal sueca, Samir Ebu Eid, informó, esta vez desde la ciudad de Bengasi, que los rebeldes – o miembros de la oposición, como prefieren que se les llame - están agradecidos de la intervención militar, ya que de no haber sido por la exclusión aérea, la ofensiva de Gadafi en contra de la ciudad habría resultado en un baño de sangre. Este miércoles se realizaron demostraciones en la plaza de Bengasi, que ha sido rebautizada con el nombre de "Plaza de la Revolución".
Mientras tanto continúan los bombardeos en distintas ciudades de Libia, con bajas por ambos lados del conflicto, hombres, mujeres y niños han perdido la vida, lo cual se muestra tanto en escenas de la televisión estatal como de los medios internacionales que se encuentran en distintas ciudades del país, arriesgando, por cierto también sus vidas. Y muchos dudan de la eficacia de la zona de reclusión aérea. Stefan Ring, experto en estrategia militar de la Academia de Defensa sueca, explicó al matutino Dagens Nyheter este miércoles que no basta con la exclusión aérea.
- No es efectivo. Se pueden frenar ofensivas hasta un cierto grado, pero entonces las tropas de Gadafi se deben movilizar de modo que se vean desde el aire, como fue el caso del sábado, cuando iban a Bengasi, dijo Ring al Dagens Nyheter.
Según el estratega, la coalición internacional no puede hacer nada en contra de los aliados de Gadafi que se mueven dentro de las ciudades. El riesgo de bajas civiles, al comenzar una ofensiva allí es demasiado grande.
- La meta final es que Gadafi sea derrocado por el pueblo libio, pero existe el riesgo de que caer en un punto muerto, expresó Ring.
En tanto, continúan las sanciones en contra de Muamar Gadafi, las que han sido posibles luego de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Diez mil millones de coronas han sido congeladas en Suecia, que el dictador posee en cuentas de banco, acciones y rendimiento de inversiones.
Para ilustrar la confusión que reina respecto a la intervención militar. Ni siquiera los medios internacionales han tenido consenso respecto a su nombre: "Operation Odyssey Dawn", en inglés, que algunos lo han traducido a: "Operación Odisea del Amanecer", mientras que otros a: "Operación el Amanecer de la Odisea". (Mujer.se adoptó el primer nombre).
Pero, ¿a que se debe el extraño nombre? Según un artículo en Wire. Este proviene del sistema de elección al azar del Pentágono, para bautizar operaciones militares minimizando el riesgo de publicidad negativa en torno a este. (¡)
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