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Marisol Hume realizando diferentes posturas de yoga. Foto: L. Eriksson.
 

10 diciembre 2010 - Salud

Afinando el instrumento: El maravilloso cuerpo humano

ESTOCOLMO: Diversos factores influyen en nuestro bienestar general. Aspectos concomitantes que inciden directamente en la salud, abarcando la esfera física, afectivo-emocional, y mental.
Cuidar el cuerpo es de extrema importancia, porque significa inclinarnos positivamente en pro de nuestro fondo vital. Puesto que el fondo vital es la base de nuestra vida física y síquica. Encargarse conscientemente de esto es el primer paso en pos de nuestro bienestar. Desde el cuerpo podemos contactar con el fondo endotímico e influir en él; y establecer una comunicación sensible con nuestro modo de estar, de sentir, y de pensar.
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Por: Marisol Hume Eriksson (*)

El cuerpo es la base y el fundamento de la vida; por esto nos resulta el camino más lógico y adecuado para todo aquel que desea comenzar a hacerse cargo de su desarrollo, y evolución personal. Afinando el instrumento -el maravilloso cuerpo humano-, se puede conscientemente despertar y sensibilizar la inteligencia emocional; esta permite el autoconocimiento, la auto sanación y el cambio que conduce  al desarrollo del inmenso potencial que atesora el ser humano dentro de sí. La profunda interrelación entre el cuerpo y la mente es evidente.

Los sentimientos y los pensamientos son hechos reales que toman forma y se asientan en la consciencia, son movimientos internos - que dependiendo del sujeto -, están en constante oscilación y/o desplazándose hacia alguna dirección en el campo de la consciencia.

Tal como el movimiento del cuerpo - en cualquiera de sus manifestaciones - adquiere forma en el espacio físico, estos movimientos adquieren forma en la mente, en la consciencia, e impactan el espíritu.

La esfera afectiva - emocional - el mundo sensible -, y la esfera intelectual - el mundo de los pensamientos -, se retroalimentan en una corriente continua influenciándose recíprocamente, y a su vez impactando – ya sea con o sin consciencia - al cuerpo: el mundo del instinto, lo tangible, la materia.

Generalmente no se está consciente de ésta inseparable relación afectiva, y cómo se afectan el cuerpo, la emoción, y el pensamiento entre sí. El pensamiento y la emoción, sin consciencia, ni control, pueden producir efectos devastadores en el organismo, y la salud del individuo.

El salto cualitativo se produce al tomar conciencia de la profunda interrelación de la triada formada por: cuerpo/instinto, emoción, mente.
La práctica de yoga busca el equilibrio de todos los aspectos humanos.
Este equilibrio se produce con la alineación del mundo interno y del mundo externo.

La alineación interna trata de alinear el eje virtual de la consciencia. Se busca la coherencia entre el pensamiento, la emoción y la acción; de manera que se orienten en una misma dirección, evitando la constante disociación y pérdida energética a que está sometido el individuo. Es, en definitia, la búsqueda interna del ser.

La alineación externa trata de alinear el eje físico del individuo. Encontrándose éste en bipedestación, se busca la correcta colocación de la columna vertebral. Se ejerce un trabajo armonioso del sistema neuro-músculo-esqueleto para la colocación, suspensión, y alineación de las distintas porciones que conforman la columna vertebral. En definitiva es la columna vertebral que soporta a la persona toda una vida. Fundamental resulta pues para la salud y la calidad de vida, cargar bien el paso de los años sobre la espina dorsal, y para esto la alineación de la estructura resulta fundamental.

La práctica de las asanas del yoga, facilita el fortalecimiento y la flexibilidad tanto del cuerpo como de la mente.

Se coloca énfasis en potenciar la fuerza de voluntad y flexibilizar la estructura mental del pensamiento, de manera que el individuo logre su coherencia y una alineación integral. Entendemos al yoga como una herramienta de autoconocimiento y de desarrollo personal que ofrece técnicas que permiten al individuo integrar sus sistemas: neuro-sensorio, metabólico, motor y con esto avanzar en vías de su desarrollo integral, logrando el control de su cuerpo y la agudización y control a voluntad de todos sus sentidos.

La práctica del Yoga favorece el desarrollo propioceptivo. Integra los procesos cognitivos y emocionales generando armonía y tranquilidad interior.
El primer efecto es la reducción del estrés y la obtención de un sueño efectivo y reparador. Al disminuir el nivel de estrés y mejorar cualitativamente el descanso, se eleva notablemente la calidad de vida y la salud. La sensación de armonía se hace evidente, el buen humor se acrecienta, y se experimenta alegría de vivir, como consecuencia, el sistema inmunológico se fortalece.

En Yoga se trabajan posturas físicas y movimientos mentales. Movimientos perceptibles e imperceptibles implícitos en el constante cambio y transformación del ser humano.
Estas posturas trabajadas con precisión y profundidad, afinan y colocan a punto el instrumento. De manera que comenzamos a producir movimientos sincrónicos y armónicos que estabilizan el ser, y lo conducen, en vías del desarrollo de la consciencia, a la expresión máxima del potencial que toda persona lleva dentro de sí.

(*) Marisol Hume Eriksson es artista plástica y profesora de yoga y de Biomovimiento.

Página Web: www.marisolhume.com

 

 
 
 
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