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Madeleines bröllop/Bodas de Princesa Magdalena
Los flamantes novios: la Princesa Madeleine y Chris O'Neill. Foto: Kungahuset.se.
 

10 de junio de 2013 | SOCIEDAD |

El Rey Carl Gustaf costeó la boda de la princesa


ESTOCOLMO: El casamiento entre la princesa Madeleine Bernardote y el norteamericano Christopher O'Neill no fue de tal magnitud como el de su hermana Victoria, hace tres años atrás, pero tampoco mucho menos lujoso, puesto que se trataba de una boda real.

A diferencia de anteriores fiestas monárquicas, esta vez fue el rey mismo quién corrió con los gastos de la boda, y no el Estado. Además, los novios determinaron donar los regalos recibidos a asociaciones de beneficencia, como una pequeña muestra de "austeridad".

Por: Wladimir Loyola

Suecia estaba pendiente de lo que ocurría en la Capilla Real el sábado recién pasado, pues contraía matrimonio nada menos que la Princesa Madeleine, la menor de los tres hijos del Rey Carl Gustaf y la Reina Silvia.

Madeleine tuvo la suerte de tener un día soleado y sin lluvia, como lo desea cualquier novia, al momento de contraer nupcias. Cerca de 600 periodistas acreditados cubrieron la boda real, muchos de ellos extranjeros, de los cuales, medios de los países nórdicos transmitieron en directo el gran acontecimiento.

La novia llevaba un hermoso vestido blanco, diseñado por el modista italiano Valentino Garavani, con una cola de cuatro metros de largo y un ramo de flores blancas en las manos, mientras que el novio se vistió con un smoking y una humita blanca al cuello.

Asistieron a la boda celebridades de casas reales de casi toda Europa y de otros continentes, así como de la India y el Japón. En total, cerca de 470 fueron los invitados que estuvieron presentes en la iglesia del palacio real de Estocolmo este soleado día de junio, cuando finalmente logró casarse una de las más deseadas princesas de Europa, la que, tras una anterior ruptura con el infiel Jonas Bergström en el 2009 se trasladó a Nueva York para olvidarse de lo ocurrido.

Quien iba imaginar que le cambiaría la vida, porque allí conoció a su príncipe azul, Christopher O'Neill, de 38 años de edad, empresario norteamericano de origen austriaco. O'Neill rechazó el privilegio de ocupar un título dentro de la realeza porque de esa manera no podría dedicarse a los negocios como él lo hace ya que es su ocupación y fuente de ingreso. O'Neill tiene su empresa inscrita en el estado de Delaware y las Islas Caimán, dos cunas financieras y, por lo visto, no se casó con la princesa por un motivo monetario ni tampoco con ambiciones monárquicas.

Esta vez no se le puede dirigir la crítica a la realeza sueca de realizar esta fiesta con dinero de los ciudadanos comunes y corrientes y que pagan impuestos, sino que el Rey Carl Gustaf mismo sacó de su propia y gorda billetera el dinero para solventar los gastos del gran evento nupcial. Al final de cuentas, estaría de más decir de donde el rey percibe su sueldo, es decir, del Estado mismo, obviamente.

Los novios hicieron sus juramentos nupciales en inglés y sueco respectivamente. Posteriormente Chris O´Neill besó a Madeleine en la mejilla y entonces el sacerdotes los declaró marido y mujer.

La novia, un poco reacia a la prensa, consintió en que su boda fuese transmitida por los medios de comunicación, después de haber sido convencida por su padre - según trascendió - mientras que la segunda parte, es decir la fiesta, se hizo en privado.

La torta de novios fue, por lo demás, muy poco tradicional, pues consistió en una tarta de macarons, y más bien parecía árbol de Navidad. Los regalos recibidos por los novios fueron destinados a organizaciones infantiles como por ejemplo, World Childhood Fundation, donde trabaja la princesa Madeleine.

Próximamente le tocaría contraer matrimonio al único hijo varón de la familia real sueca, es decir, Carl Philip, quien tiene una relación con Sofia Hellqvist. Ella recibió críticas en un comienzo por parte de la realeza sueca haberse dejado fotografiar bastante liviana de ropas y por haber participado en un reality show. Sin embargo, al parecer el rey está dispuesto en aprobar la relación, ya que Sofia está asistiendo a los actos y eventos reales en compañía de Carl Philip.

El orden de sucesión al trono es ahora el siguiente: la Princesa Victoria, la Princesa Estelle, el Príncipe Carl Philip y la Princesa Madeleine.

Chris O'Neill sigue siendo ciudadano extranjero tras la boda. Si él y la princesa tienen hijos en los Estados Unidos y quedan registrados solamente como ciudadanos norteamericanos, ellos no serían considerados en el orden real de sucesión al trono. Por otra parte, Christopher O'Neill es católico, por lo que si los hijos de la pareja reciben una crianza bajo la tradición católica, tampoco podrían ellos heredar el trono, menos si los hijos no son criados y crecidos en Suecia.

 


Torta de novios
La Princesa Madeleine sorprendió a todos con esta extravagante torta de novios. Foto: Aftonbladet.se.

 

 

 



 
 
 
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