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Pride 2011
Fernando desfiló también este año disfrazado de ángel. Foto: Marisol Aliaga.
 

08 de julio de 2011 |SOCIEDAD

Los colores del arco iris se tomaron Estocolmo

ESTOCOLMO: Después de una intensa semana de actividades, la semana Pride culminó con la Parada del Orgullo LGTB, la cual recorrió las principales arterias de la capital sueca este sábado. Un verdadero broche de oro para una semana que es una verdadera fiesta para la comunidad LGTB de Escandinavia y Europa. Este año la semana Pride se llevó a cabo en el corazón mismo de Estocolmo: el Jardín del Rey (Kungsträdgården), fue gratuito y tuvo como tema la apertura. La parada del Orgullo es el evento anual más grande de Escandinavia, con alrededor de 40 000 participantes y un público que bordea el medio millón de personas, por la originalidad, el glamour, el brillo y la música desbordante de los cientos de carruajes con participantes que contagian a los demás con su entusiasmo. Este año la tecnología también se hizo presente y la meta de los organizadores era de realizar más de 30 000 transmisiones directas desde el desfile. "La parada es una gran manifestación por la apertura y la defensa de los derechos humanos", dijeron sus organizadores, el Stockholm Pride.

Por:   Marisol Aliaga

Suecia es uno de los países más avanzados en lo concerniente a los derechos de la comunidad LGTB (*), sin embargo, según los organizadores de la semana Pride, aún queda mucho por hacer. Se necesitan nuevos cambios de leyes, en lo concerniente, por ejemplo, al cambio de sexo. La ley actual al respecto data de 1972 y exige que todas las personas que se someten a una operación de cambio de sexo deban ser esterilizadas.

En otras palabras, uno de los oradores de la inauguración de la semana, el norteamericano Thomas Beatie, transexual, no habría podido tener sus tres hijos, si viviera en Suecia. Su presencia en la semana Pride contribuyó a que el debate respecto a las consecuencias que trae consigo una operación para cambiar el sexo, en lo referente a la capacidad reproductiva, y a los derechos de las personas transexuales se agudizara.

La organización Stockholm Pride exige también un cambio en lo referente a refugiados que han sido expulsados del país, habiendo solicitado asilo. Se ha sabido de varios casos de personas homosexuales que han sido devueltos a sus países de origen, a pesar de que allí arriesgan persecución y muerte.

Sin embargo, ha habido cambios fundamentales – como por ejemplo la aceptación de parte de la iglesia de unir a parejas del mismo sexo – y la puesta en práctica de leyes que protegen los derechos de todos. En Suecia, a diferencia de otros países, no se puede despedir a nadie de su puesto de trabajo, por perteneces a una minoría sexual.

Cada año, la semana Pride congrega a miles de personas que participan de las tres ramas fundamentales en las que se basa el programa: fiesta, política y cultura. Disfrutando de una cerveza y de la temperatura estival que ofrece Estocolmo por estos días, los visitantes comparten con nuevos y antiguos amigos y aprovechan de asistir a las múltiples actividades musicales y de esparcimiento que los organizadores han preparado.

Y, para la gran final, la parada del orgullo, la capital sueca mostró este sábado su mejor cara – a pesar de una intensa lluvia de algunos minutos de duración – Estocolmo desbordaba de un público que gozó con la música, el glamour y el entusiasmo de los participantes a esta fiesta multicolor.

La policía, los bomberos, doctores, enfermeras, académicos, militares, auxiliares de enfermería, clubes nocturnos, padres orgullosos, artistas y todos los partidos políticos (a excepción de uno, obviamente, los Demócratas de Suecia) participaron en el desfile, que partió en el parque del Tanto, en los barrios del sur, y terminó frente a la fontana de la plaza de Sergel, en el corazón mismo de Estocolmo.

 

Margarita

Margarita Maldonado junto a su nieta. Foto: Daniela Ibañez.

 

Margarita Maldonado desfiló junto a Stolta Föräldrar (Padres Orgullosos), como todos los años. Para ella, la parada es una fecha muy importante. "Hoy vi a algunos padres que lloraban, al lado mío, y más allá, a jóvenes, no sé por qué lloraban, pero los abracé, al verlos. Me recordaron la primera vez que participé en el desfile junto a mi hija y nos abrazamos, también llorando. No sé por qué uno tiene el impulso de llorar, será de felicidad de que, al fin de cuentas, lo único que vale es el amor que sentimos la una por la otra. Porque no es fácil, mi hija me cuenta que ella no le puede tomar la mano a su chica, sin que la gente les lance miradas de reproche. Para ella esta semana y este día son un oasis, donde se pueden mostrar tal cual son, sin que nadie las mire feo. Yo pienso que está bien que tengan por lo menos un día al año, para demostrar su afecto, pero deberían ser todos los días", contó a Magazín Latino Margarita Maldonado, al finalizar la parada.

¿Cómo supiste que tu hija era lesbiana?

- Bueno, una vez que Danielita estaba en casa, y había invitado a una amiga. Yo solamente lo presentí, como madre, y le pregunté. Entonces, ella me contestó: "¡Sí!"

¿Y cuál fue tu reacción?

- Yo en un principio me sentí un poco triste, porque…tú sabes, la enseñanza que a uno le dan en Chile respecto a este tipo de cosas. Pero el papá lo aceptó de inmediato y su hermano también, entonces, como familia reaccionamos bien.

¿Qué edad tenia tu hija entonces?

- Unos 18 – 19 años. Y, a pesar de las conversaciones que tuve con mis dos hijos, me deprimí y comencé a buscar ayuda. Pero no pude encontrar ayuda de nadie, ¿entiendes? Por esa razón, yo quisiera poder conversar con otros padres, reunirnos, porque al parecer son pocos los que aceptan esto, o marchan con nosotros. Sería bueno contactar al grupo de Padres Orgullosos e integrarnos con ellos, porque a nosotros los latinos este tema nos cuesta mucho.

Cuando tú te refieres a que no encontraste información, ¿te refieres a información en español, o en general?

- En general. No sabía dónde encontrar información.

¿No te contactaste con RFLS?

- No. No fui allí. Bueno, en realidad a veces uno quiere que le llegue la información a la mesa….y no es así, hay que buscarla. Pero después comencé a colaborar como voluntaria del Pride, ayudando a organizar. Pero ahora definitivamente tengo que entrar al grupo de los padres. Ellos organizan conferencias, cursos y seminarios y a mí me interesa aprender más del tema.

O sea que los padres están organizados en este grupo que se llama "Stolta Föräldrar" (Padres Orgullosos)...

- Si, y ellos participan en la marcha, pero son de diferentes comunas, yo conozco a una que otra persona que la he visto en marchas anteriores o cuando he participado de voluntaria. La diferencia es que los suecos se organizan bien, a diferencia de nosotros, los latinos.

¿Tú has conversado con otros padres latinos, que compartan la misma experiencia tuya?

- Sí, pero ellos no han estado interesados en hablar del tema. No sé por qué.

¿Qué te gustaría a ti que sucediera?

- Que nos reuniéramos. Que conversáramos, porque siempre van a haber padres que por primera vez escuchan algo así de sus hijos, cuando recién los hijos están "saliendo del closet", como se dice. Y para apoyarlos, porque uno pasa por una crisis, pero no por eso deja de querer a sus hijos, por el contrario, uno tiene que querer a sus hijos incondicionalmente.

¿Piensas tu que aún existe mucha homofobia, dentro de la comunidad latina aquí?

- No sé, pero yo me pregunto por qué no salen los padres, no se dejan. Los niños están allá y los padres acá. Yo salgo todos los años con mi hija, la hemos apoyado en todo, pero puede que hayan otros padres que necesiten ayuda. Este año vi uno que otro latino, pero yo creo que los padres latinos que tienen hijos que están acá son muchos más.

¿Y cuando tu hija te contó a ti, tuviste también una crisis?

- Bueno, tanto como una crisis no, pero volví a años atrás, me puse a pensar en los años anteriores, me pregunté por qué me pasa a mí...

¿Lo viste tal vez como una desgracia?

- No. No como una desgracia, en lo absoluto. Pero pensé: ¿me pasa a mí no más? ¿Es una etapa de la niña? Así como hay otros niños con otras ideas, uno tiene que aceptar a todos los jóvenes.

¿Te preocupó un tanto el futuro de tu hija, en el sentido de que tal vez le sería más duro?

- No. Porque ella es muy inteligente, tiene carisma y un círculo grande de amistades. La veo feliz. Eso es importante, si viera que es una niña con depresiones y cosas así, ahí entraría a preocuparme, entonces, estaría destrozada. Pero ella tiene un círculo de amistades tan unido, que no lo he visto ni en mis propias amistades latinas. Es un grupo tan lindo…

Para terminar, ¿qué les dirías tú a otros padres que, de hecho, tienen una actitud homofóbica?

- Les diría que a los hijos hay que quererlos y aceptarlos como son. El cariño que tú le puedes entregar a un hijo es lo más importante, porque ellos pasan por momentos de crisis, cuando no saben cómo dar a conocer su homosexualidad. Entonces, uno como padre debe apoyarlos en todo momento y nunca cerrarles las puertas, porque ahí los pierdes. Una vez escuché a un padre decir: "Si me sale un hijo sale así, yo lo mato!". Imagínate, ¡en estos tiempos! nos trasladamos al tiempo de nuestros abuelos, de nuestros bisabuelos, no lo entiendo, ¡es horrible! Y este caballero tiene tres hijos, pero uno nunca puede saber lo que va a pasar con los hijos. Por lo demás, no entiendo esto de discriminar, siempre vamos a encontrar razones para discriminarnos los unos a los otros y así como tú discriminas a otros, ellos también te pueden discriminar a ti. Por eso que la tolerancia es tan importante, como dijo Jesús: amaos los unos a los otros.

Esto último me lo dice Margarita, con una amplia sonrisa, antes de partir en busca de su nieta, que la está esperando.

 

(*) La sigla LGTB quiere decir: lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.

 

Daniela y Margarita
Margarita junto a su hija Daniela. Foto: Marisol Aliaga.

 

 

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