23 de mayo l de 2011 | SOCIEDAD | URUGUAY
La ley de Caducidad en Uruguay
URUGUAY: Esta semana hubo un evento un poco inusual en Uruguay, en relación a un proyecto de la izquierda, donde se pretendía eliminar el acuerdo o pacto, de la ley donde se organizó el regreso a la democracia.
Para negociar el retorno a la democracia y que los militares regresaran a las casernas, fue necesario hacer una negociación, por la cual los militares entregaban el poder a los partidos políticos y estos a su vez, se comprometían a no juzgar a ningún militar. A no perseguirlos por los crímenes cometidos durante la dictadura. Aquí se habla de desapariciones y torturas que fueron sometidos miles de uruguayos, durante el conflicto militar civil. Ellos prometieron que tampoco perseguirían judicialmente a los políticos de la izquierda, por posibles crímenes donde hubieran participado contra militares.
Por Juan Alemany
Dentro de este contexto, la izquierda que cuenta con 50 escaños de 99, tiene la mayoría, por un voto. Dado que la elección fuera en bloque, se declararía anulada la ley de caducidad; dicho de otra forma, ahora se podría juzgar a los militares de ser aprobada la ley. Por alguna razón desconocida, el actual presidente del Uruguay, José Mujica, que fue guerrillero, preso durante nueve años, en condiciones infra-humanas, solicitó a la izquierda que no reviviera estos sucesos, y dejara las cosas enterradas de una vez por todas. Mújica quedó solo en su posición, con un único senador del parlamento que le hizo caso, Semproni. El político no votó con el mismo argumento del presidente.
Al provocar la votación un empate de 49 contra 49, la nueva ley no salió aprobada. Por esta razón no cayó la Ley de caducidad. La gente discute mucho sobre estos sucesos, pero nadie se pregunta, ¿porqué razón, una de las personas que fue más torturada, vejada por los miembros del ejercito uruguayo, hoy en día dio un ejemplo enorme de paz, cerrando las puertas al odio y la venganza?
Dicha posición solamente se puede comprender bajo la reflexión de alguien que pasó diez años preso. Solamente la gente que ha sido violentada de semejante forma, puede tener una actitud semejante, contra los propios miembros de su partido. Esto para Mújica implica también, haberse puesto delante del pueblo que lo eligió a él, por un porcentaje de 51% contra 49% de los partidos de centro derecha de Uruguay. Existe en la actitud de Mújica algo que no dijo nadie, y que a lo mejor nunca lo diga.
Una de esas posibilidades, las cuales no se desprende, es de querer poner punto final al capítulo para la gente uruguaya; que se cierre definitivamente la discusión, tratando de volver a la vida normal, después de acontecimientos que han sucedido hace mas de veinte años. Esta posibilidad le parece más concreta.
En materia de organización social, Uruguay tiene una de las democracias históricamente más importantes del continente. Esto no quiere decir que siga siendo la misma luego de la de dictadura. Se puede suponer que se deterioró, pero aún así, los últimos dos gobiernos han sido de izquierda, y el último lo ganaron los ex-guerrilleros que lucharon contra los militares. No es errado pensar entonces, que la democracia de Uruguay, es una democracia con libertad bajo palabra, o una democracia vigilada.
Es de suponer, que aún sigue la transición de gobiernos, de los militares a los civiles. Esta puede durar unos diez a quince años más, hasta que todos los actuantes del viejo conflicto hayan desaparecido. Así, cuando todos formen parte de la historia, dentro de muy pocos años en realidad, los historiadores podrán decir ¿qué fue lo que pasó?
Ojalá esa extrema derecha uruguaya, tenga la cordura de ver la actitud de un presidente que prefirió sacrificar su honor, sin decir nada, para terminar con una guerra injusta. Ojalá que esa extrema izquierda uruguaya, pueda seguir el ejemplo de un hombre como Mujica, que arriesgó su popularidad, y que habiendo sido de los mas golpeados durante el conflicto, prefirió hoy, poner la otra mejilla.
