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Policía ecuestre en Malmö
La policía ecuestre de Malmö arremetió en contra de los manifestantes, dejando heridos a varios de ellos. Foto: Drago Prvulovic/TT.
 

24 de agosto de 2014 | SUECIA - MALMÖ |

Brutal acción policial en Malmö - Policía montada arremete contra manifestantes

MALMÖ: Diez personas resultaron heridas este sábado en Malmö, cuando agentes policiales arremetieron con caballos y carros blindados en contra de manifestantes que protestaban en contra del partido nazi Svenskarnas Parti.

Tres personas quedaron tendidas en la calle y una poza de sangre daba cuenta de la gravedad del enfrentamiento. Ocho hombres y dos mujeres fueron trasladados al centro asistencial de Malmö, dos de ellos con heridas graves.

La acción de la policía de Malmö ha ocasionado una crítica masiva, entre las cuales se destacan diferentes personalidades del mundo de la política y de la cultura. El gobierno, en tanto, defiende la acción policial.

El director de cine Lukas Modysson escribe este domingo una columna al respecto en Sydsvenskan. El cineasta fue testigo presencial de cuando un policía asestó un golpe con su escudo a una joven que le increpaba algo.

Según Modysson, los policías se comportaron como monstruos.


Por: Marisol Aliaga

 

La jefatura nacional de la policía declaró, hace meses atrás, que sus agentes reaccionarían "duramente" ante cualquier disturbio que se ocasionara en alguna de las múltiples manifestaciones y mítines que se llevarían a cabo con motivo de las próximas elecciones en septiembre.

Sin duda que así ha sido. En pos de proteger a los grupos - hasta el momento minúsculos - de nazis, fascistas y racistas, el cuerpo policial ha mostrado su peor y más brutal cara, atacando a integrantes de grupos anti-nazis y antirracistas.

Po ejemplo, el conocido activista músico y candidato al Parlamento sueco por el Partido de Izquierda, Dror Feiler, ha sido detenido en numerosas ocasiones, por la "osadía" de entonar -o tener intenciones de entonar - la canción infantil Pippi Calzaslargas, en alguna manifestación anti-nazi.

Feiler ha sido sacado en andas de mítines en distintas ciudades del país. Ha sido puesto en un coche policial y se le ha llevado lejos de la ciudad, desde donde ha tenido que regresar a pie.


En Estocolmo, después de una manifestación de apoyo al pueblo de Gaza, un fotógrafo fue detenido por agentes de la policía, quienes, sin dar mayores explicaciones, lo sacaron del lugar, lo metieron a un furgón y se lo llevaron, dejando a su pequeña hija a solas, llorando. Afortunadamente amigos del joven fotógrafo se hicieron cargo de la niña, hasta que su padre fue puesto en libertad.

 

Este sábado a la policía de Malmö se le pasó la mano. Las imágenes de la manifestación anti-nazi, son claras e impactantes. Numerosas personas documentaron la arremetida policial en contra de los manifestantes que salieron a la calle a demostrar su repudio en contra del partido nazi Svenskarnas Parti. En las fotos y vídeos se ve claramente como las patas de los caballos aplastan a jóvenes que han caído al suelo. Y en otras se ve como un carro blindado policial atropella a un hombre que no hacía nada más que tener sus manos en alto.

"No tenemos información al respecto", aseguró la vocera de la policía de Skåne, Maya Forstenius, al ser preguntada respecto al hecho por el vespertino Aftonbladet.

Esta vez, sin embargo, y a diferencia de otras ocasiones, una gran cantidad de testigos pueden dar fe de los hechos de brutalidad cometidos por la policía, y lo han documentado.

Como tantas veces anteriormente, se han levantado voces para que se inicie una investigación policial. Sin embargo la grave falencia de estas investigaciones es que es la policía la encargada de investigarse a sí misma.

 

Cómo sucedió todo

Los graves hechos ocurrieron esta vez en la ciudad de Malmö, al sur de Suecia, donde en la plaza de Limhamn Svenskarnas Parti (el Partido de los Suecos) había llamado a una concentración.

Stefan Jakobsson, líder del partido - que no sólo es racista, sino también nazi - inició en Malmö una gira electoral, con motivo de las elecciones suecas el 14 de septiembre del año en curso. La gira electoral concluirá en Estocolmo el 30 de agosto, día en que se planean diversas demostraciones en su contra.

La reunión - que atrajo a escasas personas - comenzó a las 14.00 horas, pero ya media hora antes un centenar de personas se había congregado para manifestar su repudio a los nazis. Los agentes policiales quisieron dispersar a los manifestantes, quienes pacíficamente estaban haciendo acto de presencia, pero rápidamente la situación se les escapó de las manos. Al no poder sacar a los manifestantes del lugar, el batallón policial de caballería decide atacar con sus animales.

- De pronto la policía a caballo se lanza contra la gente. Los manifestantes no habían hecho nada, estaban allí gritando cuando de repente un policía a caballo se da la vuelta y galopa en contra de los manifestantes, dijo a Aftonbladet una mujer que estaba en el lugar.

Los voceros de la policía han declarado que la actuación de los agentes se debió a que se había originado un tumulto y que habían sido atacados por los manifestantes, sin embargo, numerosos testigos presenciales han dado cuenta en los medios nacionales y en las redes sociales que la policía actuó con brutalidad extrema, y sin haber sido provocada.

- Yo no vi que la gente pateara a los caballos, como han afirmado. El comportamiento de la policía fue muy extraño, dijo la misma fuente a Aftonbladet.

 

Otra persona que se encontraba en la manifestación fue el connotado director de cine, Lukas Modysson, quien publica este domingo una columna en el diario Sydsvenskan.

"No creo que alguna vez antes haya experimentado esa falta total de empatía y esa falta total de compasión y esa falta total de comunicación. Por lo menos no tan de cerca. Me duele decirlo, pero fue la policía la que mostró todos estos defectos", escribe Modysson.

El cineasta afirma que si hubo alguna agresión por parte de los manifestantes en contra de los nazis, él no la vio, pero lo que sí vio fue a la policía ecuestre lanzarse, galopando, en contra de los manifestantes anti-nazis. Y que un minuto después fue testigo de cómo dos jóvenes son llevados, sangrando, por otros para ser colocados en el suelo, inconscientes. Y de cómo la policía, unos treinta, no hicieron nada para socorrer a los heridos. Él no vio ni jóvenes enmascarados, ni agresiones a la policía, pero sí, agentes que hicieron oídos sordos a los ruegos de los manifestantes de llamar la ambulancia.

Ningún policía les contestó, todos guardaron silencio, apáticos, cuenta Modysson. "Cuando la gente pedía a gritos a la ambulancia y a los paramédicos, ni un sólo policía reaccionó. Ni un sólo policía contestó", escribe.

La ambulancia tardó más de media hora en llegar al lugar.

Modysson cuenta también que fue testigo de cuando una joven mujer le gritó a uno de los uniformados: "¡Están locos!, ¿qué hacen?".

¿La respuesta del agente? Le asestó un golpe en la cabeza con su escudo metálico.

"Sin ninguna palabra, sin ninguna advertencia. El escudo de lleno en la cabeza de una mujer que no portaba armas ni se escondía detrás de un antifaz", continúa.

Sin embargo, lo que impactó más al cineasta fue la falta de palabras. El silencio total.

"…lo peor no fue la violencia. Fue la falta de comunicación. El silencio. No escuché a ningún policía decir ni una sola palabra", escribe Modysson.

 

Un docente de la academia de uniformados escribe, este domingo en uno de los múltiples medios que si hicieron eco de la noticia, que lo que debiera hacer la policía en este caso es hablar, hablar y hablar con los manifestantes.

Sin embargo, quienes cubrimos este tipo de noticias sabemos que ese no es el caso. La policía guarda silencio y se comporta en este tipo de ocasiones como verdaderos robots. En la manifestación de apoyo al pueblo de Gaza, hace unas semanas atrás, en Estocolmo, los policías arrestaron a un joven fotógrafo que estuvo filmando la manifestación. Cuando Magazín Latino preguntó al agente el porqué de su arresto, éste no se dignó a contestar, ni siquiera al ver la tarjeta de prensa.

Al parecer la policía está instruida a guardar silencio. O bien no obedecen las órdenes de sus superiores.

Pero la brutalidad de la policía de Malmö ocasionó una ola de reacciones, de parte de la opinión pública. Y las redes sociales han sido inundadas de impactantes imágenes que más parecen ser de los años 70 que de Suecia el año 2014.

 

"Un acto fascista"

Johannes Tollesson, de Borås, inició una campaña para recolectar firmas y hacer una denuncia policial en contra de la policía, la que será entregada a la comisaría de Estocolmo el 1 de septiembre. Se trata de "al menos tres casos de intento de asesinato, varios casos de maltrato agravado y notificación por abuso de poder y fascismo".

- Si se han echado los caballos sobre la gente es como atropellar a alguien con un coche. Es una elección consciente y se tiene que entender el daño que puede ocasionar. Luego, hay rumores de que los manifestantes han utilizado amoníaco contra los caballos. Si eso es cierto, obviamente que no apoyo algo así, dijo a Nyheter24 Johannes Tollesson.

Según él, lo sucedido en Malmö es una amenaza en contra de la democracia, y un acto fascista.

Hasta la fecha, más de 3.000 han firmado la petición, al igual que han apoyado la causa en Facebook. (Para llegar a la lista - haga clic).

Numerosos políticos han reaccionado también frente a lo sucedido en Malmö. La líder del partido feminista, FI, Gudrun Schyman, escribió en Facebook: "Debemos poder demostrar nuestro repudio en contra del fascismo y el nazismo sin tener que ser expuestos a la violencia", mientras que el líder del Partido de Izquierda, Jonas Sjöstedt declaró al Kvällsposten:

- Es un derecho el manifestarse por el antirracismo, como se hizo en Malmö, y la gente debe poder hacerlo.

Sjöstedt, junto a otros personeros de su partido, opina que la policía debe ser más restrictiva al otorgar permiso de mítines tratándose de gente con ideologías nazis, no obstante, se adjudicó la critica inmediata de la Ministra de Justicia, Beatrice Ask, quien expresó a Aftonbladet:

- Él toma partido sin haber estado en el lugar. Independientemente de las opiniones que se tengan, se tiene derecho a solicitar permiso para poder expresarlas. En Suecia no hacemos una investigación de opiniones. Estoy sorprendida de que el presidente de un partido que aspira a ser parte del gobierno después de las elecciones no tenga conocimiento acerca de los derechos de las personas y de las obligaciones de la policía.

No obstante Sjöstedt no es el único en criticar la acción policial.

Uno de los vídeos del sábado muestra cuando un carro blindado que atropella a un manifestante. La cantante de ópera, Malena Erman calificó esto de "intento de asesinato", y escribió en Twitter:
"Caballos de la policía y nazismo. Una imagen terriblemente trágica de Suecia y de Europa. Tan propia de la década de los 30. Y tan 2014".

 

"Indigno de una democracia"


Durante el domingo, nuevos casos de violencia policial han quedado al descubierto. Rode Grönkvist tiene 20 años y participó, junto a amigos de las Juventudes del Partido de Izquierda en un "picnic antifascista".

- Cuando llegaron los del Partido de los Suecos, gritamos bastante. Yo vi que alguien tiró una botella de plástico y un tarro de conservas vacíos. Pero no vi ninguna piedra ni globos con amoníaco, expresó el joven al diario Sydsvenskan.

Según él, la situación estaba en calma, hasta que la policía atacó a los manifestantes con los caballos.

- De pronto la gente grita "¡caballos. Háganse a un lado!". Y se nos vienen encima los tremendos animales galopando en línea recta. No se sentía como que fuera Suecia, expresó.

En esto, un policía le asesta un tremendo golpe con su porra de goma en la cabeza, y comenzó a sangrar profusamente. Acto seguido sus compañeros lo trasladaron junto a los otros heridos lejos del lugar.

Allí estuvo tendido, sangrando, hasta que al fin arribó la ambulancia, pero entonces los paramédicos dieron preferencia a los heridos que habían sido arrolladlos por los caballos, de modo que Rode Grönkvist, tuvo que tomar taxi al hospital universitario de Skåne, junto a otros heridos.

- No me suturaron, pero me engraparon con doce grapas en la cabeza. Y me dieron analgésicos, contó el joven al periódico.

Al ser preguntado por el medio acerca de cómo este incidente afecta su compromiso futuro, el joven contestó:

- Es difícil para mí, como antirracista, sentir que la policía estaba allí tanto para mí como para proteger a los nazis. Espero que la propia policía llegue a la conclusión de que este tipo de métodos son indignos de una democracia.

 

 

 

Joven golpeado
Durante el domingo han surgido nuevas imágenes, como esta. Rode Grönkvist, de 20 años, fue agredido por un agente de la policía. Foto: Sydsvenskan.se.

 

 


ACTUALIZACIÓN:

Este lunes, la dirección de la policía de Malmö reconoció que la información que fuera dada a conocer por su departamento de prensa estaba errada. Nadie había lanzado adoquines a los agentes policiales, ni tampoco globos de amoniaco. Nadie había impedido, tampoco la pasada a las ambulancias que fueron llamadas al lugar para atender a los heridos.

Una vez más se pone de manifiesto que la policía miente, y la confianza de la población en ella se ve nuevamente dañada.

Según la vocera policial de Malmö, la mala información difundida por la institución, sólo fue "una equivocación", al confundirse, en el comunicado de prensa, las palabras "adoquines" (gatusten) con "piedras" (sten). La vocera no consideró que la policía hubiera recurrido a violencia excesiva, ya que se trataba de "dispersar un tumulto".

 

 

Joven golpeado
Para las cámaras de televisión de SVT, el joven golpeado, Rode Grönkvist, mostró este lunes las grapas que sujetan su herida. Foto: Pantallazo del sitio web de SVT.se

 

 

 


 
 
 
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