Este domingo por la noche se encontraron, en un debate televisivo, los ocho dirigentes de los partidos que tienen representación en el Parlamento. Foto: Pantallazo de SVT.

13 de octubre de 2015 | SUECIA |

Suecia - ¿Nuevo caos político?

Un nuevo caos político se avista en Suecia, a consecuencia de la votación del congreso nacional del partido Demócrata Cristiano el viernes pasado en la ciudad de Västerås.

Contrariamente a la dirección del partido, y con un marginal de 48 votos ganó la decisión de abandonar el "Pacto de diciembre", DÖ, impulsada principalmente por la dirigente de la liga juvenil del KD, Sara Skyttedal y por el euro parlamentario Lars Adaktusson.

- Los democratacristianos hemos tomado una clara posición al respecto. El acuerdo, como se ha formulado hasta la fecha, se ha roto, dijo la presidenta del partido, Ebba Busch Thor.

Poco después la líder de los Moderados, Anna Kinnberg Batra, dio a conocer que, con la decisión de KD, el "Pacto de diciembre" se disuelve.

 

Por: Marisol Aliaga

 

"Me asombra sobremanera", el primer ministro dijo Stefan Löfven respecto a la decisión del congreso de los democratacristianos que resultó en que el "Pacto de diciembre", que se tomara el año pasado como respuesta a la presión y las amenazas de los Demócratas de Suecia, de "echar abajo a todo aquel gobierno que no siga política de ellos frente a la inmigración".

El pacto permite que un gobierno en minoría pueda gobernar, como es el actual gobierno sueco, una coalición entre la Socialdemocracia y el Partido Verde. Apoyado en temas del presupuesto por el Partido de Izquierda.

No obstante, vale señalar que el "Pacto de diciembre", ha sido fuertemente criticado, tanto dentro de las filas del partido Demócrata cristiano como de los Moderados, y ambos líderes de partidos han tenido serios problemas para motivar y convencer a sus simpatizantes sobre la necesidad de este.

A pesar de esto, la decisión del congreso del KD, en Västerås, pilló de sorpresa a muchos, y después de las primeras reacciones, se sabrá solo durante los días siguientes las consecuencias reales de la decisión del congreso del partido democristiano. Este domingo por la noche se encontraron, en un debate televisivo, los ocho dirigentes de los partidos que tienen representación en el Parlamento, y después de este recién se sabrá para dónde apunta la política interna de Suecia.

Es posible que los partidos de la Alianza se pongan de acuerdo y decidan contradecir al gobierno en todo, lo que llevaría al final a unas nuevas elecciones en las cuales la burguesía no tiene muchas posibilidades de resultar ganadora. Es posible que el gobierno decida moverse hacia el centro, y tomar acuerdos en común con los partidos de la derecha, rompiendo la política de bloques que ha regido durante años. Es posible que Löfven ceda ante la presión de la burguesía y cese la colaboración con el Partido Verde.

Las posibilidades, cuando el país necesita más unidad, frente a los múltiples desafíos que le ha tocado afrontar durante los últimos meses no son muy prometedoras y, como escribe el matutino Dagens Nyheter, en su editorial del domingo "La espada de Damocles pende sobre la cabeza de Stefan Löfven".

Por otra parte, existe la posibilidad de que el primer ministro salga airoso de esta nueva maniobra de la derecha, y se cumpla su deseo de llegar a acuerdos con otros partidos, como el Partido de Centro o el Partido Popular (o Liberal).

 

Lo que hace suponer que lo sucedido el viernes es una maniobra de la derecha, fue la rapidez con la que la dirigente del Partido Moderado, Anna Kinberg Batra, - incluso antes de comunicárselo al gobierno como sería lo correcto, declaró rápidamente a la prensa que el "Pacto de diciembre" se había disuelto.

- Yo puedo constatar que el Pacto de diciembre ha sido disuelto, dijo Batra, con una sonrisa inicial que rápidamente supo disimular.

Si se quiere ser conspiratorio, cabe hacerse la pregunta de si las presidentas de la Democracia Cristiana y del Partido Moderado se han puesto de acuerdo en romper el Pacto de diciembre. ¿Tal vez ya al firmarlo, el año pasado, estaba condenado a morir, antes de cumplir el año?. Gran fiesta han hecho, sobre todo las Juventudes Ddemocristianas, con el juego de palabras sobre el "DÖ". El verbo "att dö" significa en sueco "morir".

Lo cierto es que la alegría de la presidenta de las juventudes democristianas, Sara Skyttedal, luego de la votación, se hizo notar. Ya el día antes había exhibido a la prensa una gran botella de champagne (de 450 coronas) que pensaba abrir para "celebrar la muerte del DÖ".

- Esto es hacer historia dentro de la política sueca. Restauramos el orden donde una oposición burguesa, con Ebba Busch Thor y la Democracia Cristiana a la cabeza, es quien lidera, dijo Sara Skyttedal, eufórica, posando para los fotógrafos, inmediatamente después de la votación en el congreso en Västerås.

Skyttedal, de 29 años, junto a Adaktusson, de 60, son quienes han impulsado la línea de abandonar el Pacto de diciembre, que resultó en que los otros partidos de la Alianza, no queriendo dejar solamente a los democristianos adjudicarse el "honor" de haber sido quienes rompieran el pacto, manifestaron rápidamente que este se había disuelto.

Según la presidenta de la liga juvenil, en la actualidad hay un "caos político" y el pacto de diciembre era "una burla en contra de los electores" ya que permitía que "el gobierno llevara a cabo su política de izquierda". Según ella, el orden ahora ha sido restablecido.

Mientras que su aliado en esta jugada, Lars Adaktusson, quien desde un principio fue uno de los principales opositores al pacto de diciembre, afirmó, triunfante, al matutino Dagens Nyheter:

- He arreglado todo para que los demócrata-cristianos ya no tengan que votar en contra de su propia política. Se siente bien. Esto es restablecer el orden en la política sueca.

Por su parte el primer ministro, Stefan Löfven se mostró visiblemente molesto, ante la decisión de los demócrata-cristianos. Y expresó lo que tal vez muchos pensaron:

- Un partido basado en valores cristianos debe ser capaz de mantener su palabra.

Hasta antes de la votación del congreso de KD, Löfven no tenía un plan especifico de sobre cómo actuar, en caso de que el acuerdo se derrumbara, por el contrario, pensaba que este seguiría vigente.

- Yo vengo de una cultura en donde, si se ha estrechado la mano, se cumple lo que se dice. Este es un acuerdo que se tomó cuando Suecia se encontraba en una situación muy incómoda. Yo supongo que KD mantendrá el pacto, dijo el primer ministro, y agregó, luego de sacar nuevamente a relucir las raíces cristianas del partido:

- ¿Hay alguien que, en un futuro cercano se arriesgará a hacer pactos con ellos? ¿Cuánto podría durar entonces un acuerdo, un mes, un año? Declaró, visiblemente irritado, al vespertino Aftonbladet.

Sin embargo al día siguiente, en una conferencia de prensa, el premier sueco se mostró más conciliador, y afirmó que la decisión de KD "no trae consecuencias para la política sueca", sin dejar de nombrar el rol de la Alianza, que calificó de "extremadamente irresponsable ante una difícil situación".

- Para mí es muy importante que se mantengan los pactos acordados, por una cosa de principios. Aquí se rompe el pacto un año después, por parte de los mismos partidos que impulsaron estos. Es sorprendente, expresó Löfven.

Y enfatizó que el Pacto de diciembre no fue lo que el gobierno primeramente quería, el año pasado.

- El Pacto de diciembre no fue mi primera opción, ni la del gobierno. Lo mejor para Suecia sería la cooperación partidista por sobre los bloques , declaró Löfven durante la conferencia de prensa.

Según él, el que el pacto se haya derrumbado no significa grandes cambios en la política sueca, ya que cree que el Parlamento aceptará la propuesta de presupuesto presentada por el gobierno.

- Pero tendremos que tener más discusiones sobre cómo mantenemos la estabilidad, agregó.
Löfven criticó además la actitud de la presidenta del Partido Moderado, Anna Kinberg Batra, "Uno se pregunta si la Alianza realmente tiene un líder", dijo, y recalcó que fue él quien contactó a Kinberg Batra, no al contrario, que habría sido lo correcto.

El caso es que cada vez es más obvioo: lo que molesta a la Alianza es el gobierno de coalición entre la Socialdemocracia y el Partido Verde. Por no nombrar la colaboración de este con el Partido de Izquierda, obviamente.

Y harán todo lo que esté en su poder para deshacer este.

- Formen un nuevo gobierno sin el Partido Verde y entonces la cooperación sin los limites de bloques funcionará bien, dijo el domingo pasado] el presidente del Partido Popular, Jan Björklund, en el noticiario Ekot.

La respuesta de la secretaria general de la Socialdemocracia, Carin Jämtin, no se hizo esperar.

- Tenemos una buena cooperación con el Partido Verde y estamos orgullosos del presupuesto que se discute actualmente en el Parlamento, escribió Jämtin al vespertino Aftonbladet.

El domingo pasado se enfrentaron los líderes de partidos en un debate televisado que estaba agendado desde hace tiempo atrás y la temperatura estuvo un poco más alta que de costumbre.

Queda por ver, no obstante, si el Parlamento acepta la propuesta de presupuesto presentada por el gobierno.

Recién entonces se sabrá si hay importantes cambios en la política nacional.

 

 

 

 

Nota relacionada:

Ebba Busch Thor es la nueva líder del partido Demócrata Cristiano

 

 

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