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Trollhättan Anton Lundin Petttersson
Alumnos de la escuela Kronan, en Trollhättan prendieron velas frente al colegio, recordando las víctimas del ataque. En el recuadro, Anton Lundin Pettersson. Foto: Nyheter24.se.
 

25 de octubre de 2015 | SUECIA |

Carta desvela los motivos del asesino

TROLLHÄTTAN: La policía confirmó este viernes la existencia de una "carta de despedida" que Anton Lundin Petttersson, autor del ataque a la escuela en Trollättan, dejara en su departamento.

La carta ha servido para comprobar que los motivos que movieron al asesino fueron racistas. Más tarde el jefe de la investigación, Thord Haraldsson, explicó que el documento, escrito a mano, es más bien es político que de carácter violento.

- Él escribió que está en desacuerdo con la política de inmigración en Suecia, y sintió que tenía que hacer algo al respecto, dijo a Göteborg Posten Thord Haraldsson.

 

Por: Marisol Aliaga

 

A medida que pasan los días, el debate sigue vigente en las redes sociales y surgen más datos sobre cómo ocurrieron los hechos en la escuela de Trollhättan y sobre la personalidad de Anton Lundin Petttersson.

"Un lobo solitario" según los conocidos más cercanos. Según antiguos compañeros de la escuela, el joven fue objeto de acoso escolar, en la escuela. Según otros, prefería solamente estar solo.

- Dijo más o menos cinco frases, en tres años, dijo un ex compañero.

Pero, al igual que otros jóvenes llenos de frustración y de odio, Lundin Petttersson vivía sus agresiones en Internet, y era allí donde alimentaba y esparcia sus pensamientos. Muchas veces tenían que ver con muerte y violencia. La fachada de apacible joven engañaba a todos.

 

Trabajaba de practicante en una empresa industrial en la ciudad y terminaba su experiencia laboral ese mismo día. A su patrón le dijo que no vendría, porque tenía una visita al dentista.

Pero en cambio tomó su coche, lo estacionó cerca de la escuela y con el rostro tapado, completamente de negro y con un casco nazi en la cabeza irrumpió al recinto armado y resuelto a matar y ser muerto.

La primera víctima es el asistente de profesor Lavin Eskandar, de 20 años. Cuando éste ve entrar a Lundin Petterson al café que funciona en la planta baja del local, se da cuenta de inmediato de la gravedad del hecho y sin dudar un segundo se lanza sobre él, al mismo tiempo que grita a los alumnos que corran. El asesino lo golpea con la parte de atrás de la espada y cuando yace en el suelo, boca abajo, le asesta el golpe mortal en la espalda.

El joven profesor se arrastra hacia el exterior de la escuela, donde los agentes que vienen llegando lo ven en el suelo y siguen las huellas de sangre que el agresor va dejando a su paso por los pasillos de la escuela.

Lavin Eskandar es elogiado por su valentía en las redes sociales, donde también se lleva a cabo una campaña para que se le condecore por su acto de heroísmo. Por haber intervenido en ayuda de sus alumnos, pagando con su propia vida.

 

 

Trollhättan Anton Lundin Petttersson
La primera víctima del ataque a la escuela Kronan, Lavin Eskandar, que con su actuación salvó a sus alumnos, pero le costó la vida. Foto: Privada.

 

 

 

La alarma llegó al cuartel de policía a las 10.09 horas de la mañana, y a las 10.16 los agentes estaban en lugar del crimen. El hecho de tratarse de un ataque en una escuela a la cual asisten niños pequeños dio primera prioridad al caso. Y se enviaron al lugar a agentes entrenados para ello. Más tarde la actuación de la policía fue elogiada por el primer ministro, Stefan Löfven. Su rápido accionar contribuyó a evitar un desenlace aún peor, son las conclusiones de los expertos.

 

Thord Haraldsson, jefe de unidad, explicó, en la rueda de prensa:

- El agresor marcha como militar a través del pasillo con sus armas, una gran espada y un cuchillo grande y agudo. Ha seleccionado a sus víctimas, ataca a quienes tienen la piel oscura pero no así a los de piel clara, por las filmaciones de las cámaras de la escuela, nos hemos podido percatar de eso.

Escuchando rock metálico a todo volumen, el asesino golpea las puertas de las salas de clases. Dos chicos que salen de una sala piensan que está disfrazado para la fiesta de Halloween, y se sacan una foto con él. Lundin Pettersson pone su brazo sobre el hombro de uno de ellos mientras que en la otra mano sostiene la espada ensangrentada.


Segundos después sale un profesor de otra sala de clases. Le pregunta qué hace allí y le ordena que se retire, porque atemoriza a los alumnos. Lundin Pettersson, sin decir una palabra, le entierra la espada en un costado. El profesor se desploma y los chicos salen corriendo, despavoridos, mientras el enmascarado los persigue por los pasillos.

El profesor, de 41 años, que recibió la estocada, se mantiene aún en estado crítico pero estable, según los médicos.

 

Antes de que la patrulla alcance a hacerse presente en el lugar, Lundin Pettersson acuchilla a dos alumnos más. Uno se mantiene hospitalizado y, después de haber estado entre la vida y la muerte, se ha recuperado favorablemente. LLegó el año pasado a Suecia, como refugiado

Ahmed Hassan, de 15 años de edad, no tuvo la misma suerte y fallece en el hospital horas más tarde. Hasta el sábado, sus padres no habían recuperado su cuerpo.

 

 

Ahmed Hassan
La segunda víctima fatal, Ahmed Hassan, de 15 años. Foto. GP.


 

Desde que los agentes llegan a la escuela, han pasado sólo dos minutos. Sin esperar refuerzos, corren hacia la segunda planta, y en la escala que lleva al segundo piso se encuentran a quemarropa con Lundin Pettersson que viene bajando y los ataca de inmediato.

- Cuando se está en el lugar del hecho es necesario ir a la ofensiva de inmediato, y eso fue exactamente lo que la patrulla hizo ayer. Pasaron de largo a las víctimas para combatir al agresor, dijo el vocero de la policía, Niclas Hallgren, a Aftonbladet.

Los agentes disparan dos veces. Una bala le impacta en el pecho, Lundin Pettersson se desploma al lado de la escala de la planta superior y es trasladado poco después al centro de urgencia del hospital de NÄL, donde es sometido a una intervención quirúrgica pero fallece al cabo de unas horas.

 

Al día siguiente, en una conferencia de prensa, la policía declaró que en un allanamiento al departamento del sujeto los agentes habían reunido pruebas claves que ayudan a entender los motivos que tuvo Lundin Petterson, que no tenía relación alguna con la escuela de Kronan y que tampoco vivía cerca de esta.

La pregunta que quedaba en el aire era de cómo un joven proveniente de una familia bien constituida (al parecer), sin problemas económicos ni aparentemente síquicos, se pudo transformar, de la noche a la mañana, en un terrorista capaza de matar a niños indefensos.

Lo que sí se sabe es que Anton Lundin Pettersson prácticamente no tenía vida social, le gustaba el rock pesado, admiraba el Tercer Reich y la Alemania nazi de Hitler.

Pero también había colgado vídeos - entre los múltiples vídeos que encontraba en Internet y colgaba en su canal de Youtube - de un personaje que no vivió hace 70 años atrás, sino que hoy es el presidente de los Demócratas de Suecia: Jimme Åkesson. Al igual que Åkesson, el asesino pensaba que había que detener la inmigración. Y sintió que él tenía que hacer algo al respecto.

El partido Demócratas de Suecia, que a pesar de - o mejor dicho gracias a - la democracia y la apertura sueca continúa esparciendo su odio en contra de la inmigración y en contra de los extranjeros, ya sea en las salas más finas del Parlamento sueco, como también en las aguas más pestilentes de los muchos sitios racistas por donde navega. Sitios racista que incluso financia.

Recientemente uno de sus diputados, Ted Ekeroth, de la ciudad de Lund, publicó una lista, en una de las páginas oficiales del partido en Facebook, dando a conocer los lugares donde se planea habilitar centros de acogida a refugiados. Hecho que enfureció, entre otros, al ministro de justicia, Morgan Johansson.

La dirección del partido se negó a remover la lista y obviamente no se hace cargo de si alguien le prende fuego a estos locales, asegurando que solo quieren "informar de su existencia, ya que esto es un derecho democrático".

Los incendios a centros para refugiados ya son pan de todos los días en Suecia, y la mañana del sábado se detectó el segundo incendio en Munkedal. Por segunda vez en una semana.

La pregunta que queda por aclarar, una de las más relevantes, es la de si el ataque a la escuela de Trollhättan fue un "crimen de odio", como lo clasificó la policía, o un ataque terrorista.

 

Tal vez sea la combinación de ambas cosas, pero desde ya numerosos medios suecos han querido contar la noticia a su modo. Mostrando a Lundin Pettersson como un confundido lobo solitario o un desequilibrado mental, desmereciendo completamente la agenda de extrema derecha del asesino.

Numerosos medios dirigieron además críticas a la escuela, respecto a "problemas disciplinarios", desempolvando un informe de la Inspección Escolar donde esta hace algunas observaciones al colegio. Como si el establecimiento educacional fuera culpable, en parte, del ataque, y sin investigar el caso a fondo y en un lapso de tiempo más largo.

 

 

¿Qué dice la ley?

La ley sueca respecto al terrorismo estipula que una persona puede ser condenada por terrorismo "si comete un acto que puede perjudicar gravemente a un Estado u organización intergubernamental. El acto debe tener la intención de:

1. Intimidar gravemente a una población o grupo de población.
2. Forzar las autoridades o una organización intergubernamental a tomar o dejar de tomar una medida.
3. Desestabilizar o destruir las gravemente estructuras políticas, constitucionales, económicas o sociales fundamentales".

 

Anton Lundin Pettersson no podrá ser enjuiciado, porque está muerto, pero si hubiera sobrevivido habría sido necesario poner a prueba esta ley.

En un primer momento, el columnista de Aftonbladet, Oisín Cantwell, llamó a la calma y a no sacar conclusiones apresuradas. Pero luego de la información dada por la policía el viernes, el tono es otro. Y recuerda que la vez anterior que ocurrió un acto terrorista en Suecia fue en 1941, en contra del diario comunista Norrskensflamman (Antorcha Nórdica). El atentado costó la vida de cinco personas, dos de ellas niños.

Cantwell escribe: "Anton Lundin Pettersson se ha inscrito en la tradición del terrorismo de extrema derecha. Jamás debemos tener dudas acerca de eso".


Concuerdo. En un ambiente donde centros para refugiados siguen siendo destruidos por el fuego y el partido racista continúa agitando a sus séquitos, tanto en Internet como en la vida real con el fin de que éstos cometan actos de violencia, es necesario tener una idea clara de qué es lo que sucede.

Y llamar las cosas por su nombre.

 

 

 

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