15 de marzo de 2016 | SUECIA |
La crisis migratoria obliga al gobierno a tomar medidas extremas
La política migratoria del gobierno sueco ha dado un vuelco de 180 grados, frente al gran número de refugiados que solicitan asilo. Luego de caracterizarse por su solidaridad y generosidad, Suecia ha pasado a ser uno de los más restrictivos, dentro de la Unión Europea.
- No son propuestas fáciles de presentar. Lo hacemos no porque queremos, sino porque debemos, dijo la secretaria del Partido Socialdemócrata, Carin Jämtin, en una entrevista reciente con Radio Suecia.
El primer ministro, Stefan Löfven, afirmó en septiembre del año pasado: "Mi Europa no construye muros". Ahora, en marzo del 2016, las cosas han cambiado.
Por: Marisol Aliaga
Suecia se ha caracterizado, desde hace décadas, por implementar una generosa política migratoria y por ser uno de los países europeos más solidarios, frente a las crisis y las guerras que se han desatado en otros lugares del orbe.
El primer ministro, Stefan Löfven, afirmó en septiembre del año pasado: "Mi Europa no construye muros. Cuando la necesidad apremia, nos apoyamos los unos a los otros".
Ahora, en marzo del 2016, la realidad es otra.
A fines de enero, el Ministro del Interior, Anders Ygeman, anunció que es posible que unos 80.000 solicitantes de asilo deban ser deportados del país, durante los próximos años.
Y a principios de marzo, el Ministro de Migraciones, Morgan Johansson, dio a conocer la propuesta del gobierno de eliminar la dieta diaria a los refugiados que no han obtenido permiso de residencia.
- Debemos asegurarnos de que se vuelvan, dijo Johansson al matutino Dagens Nyheter, refiriéndose a los miles de refugiados que quedarían sin asignación para gastos diarios.
La propuesta sobre las nuevas normas fue enviada a consulta del Consejo el jueves de la semana pasada. De ser aprobada afectaría - según informa DN - a unas 4.000 personas, de las cuales unas 2.000 perderían además sus plazas en los centros de refugiados.
- Necesitamos estas plazas para otros solicitantes de asilo. Por ende, debemos asegurarnos de que quienes no han obtenido visa vuelvan nuevamente a casa, dijo el Ministro de Migraciones a DN.
Este cambio en la regulación está basado en el acuerdo que sellaron el gobierno y la Alianza en octubre del año pasado. Los Demócratas de Suecia no fueron invitados a estas negociaciones y el Partido de Izquierda abandonó las negociaciones a última hora.
- Nos encontramos en una situación en la que se requieren medidas excepcionales, este es un gran reto y un enorme esfuerzo para Suecia, enfatizó entonces la Ministra del Trabajo, Ylva Johansson.
Acuerdo
El acuerdo entre los Socialdemócratas, el Partido Verde y los cuatro partidos burgueses abarcaba 21 puntos, entre estos:
§ Un mandato a la Dirección General de Migraciones de agilizar el trámite de procesamiento de solicitudes de asilo. § Que las personas que no obtienen asilo se devuelvan rápidamente.
§ Una nueva ley que obligue a las comunas a acoger refugiados.
§ Una subvención económica de 10 mil millones de coronas destinada a la acogida de refugiados por las comunas de todo el país.
§ El exigir que Suecia participe en los acuerdos de redistribución de los migrantes, con el fin de presionar a todos los países de la UE para que tomen su responsabilidad frente a la crisis migratoria.
Respecto a la actuación de los países europeos frente a los miles de refugiados que se agolpan en las fronteras con Europa, Stefan Löfven ha dicho repetidas veces que si todos los países miembros de la Unión Europea tomaran su responsabilidad y acogieran en forma solidaria a quienes han tenido que abandonar sus hogares, la crisis actual no existiría.
Los países europeos se han comprometido a acoger a una cierta cantidad de refugiados, pero esos compromisos no han sido cumplidos.
Por ejemplo, y a pesar de que en España miles de personas se ofrecieron a recibir refugiados en sus hogares, España solo ha acogido a 19, de las 9.323 personas que se comprometió a acoger, hecho que el presidente de Médicos Sin Fronteras, José Antonio Bastos, ha calificado de "estafa" y de que "no hay excusa".
19 personas. Para un país de alrededor de 47 millones de habitantes.
163.000 personas solicitaron asilo el año pasado en Suecia, país de menos de 10 millones de habitantes.
El Partido de los Moderados ha estado a la cabeza, en exigir restricciones en la política migratoria sueca, y han defendido las nuevas regulaciones, entre otras la de suspender la dieta diaria, hecho que en realidad ya está siendo aplicada en algunos casos. Según ellos, el tantas personas que no han obtenido asilo y sigan recibiendo ayuda económica amerita un cambio de ley.
- Es obvio que el sistema no funciona como debería. Si vamos a lograr acoger al numeroso grupo que ha venido, no podemos al mismo tiempo dar asilo a personas que carecen de motivos. El hecho de no recibir esta remuneración será un incentivo para hacer lo que se debe, volver. Fuera de esto existen otras formas de obligarlos, y, en última instancia, es un asunto policial. Esta es una señal importante de que debe haber una diferencia entre un sí y un no en el proceso de asilo, expresó a Dagens Nyheter el encargado de asuntos migratorios del Partido Moderado, Johan Forsell.
Mientras que Maria Ferm, su homóloga del Partido Verde, reconoce que estas no son medidas que su partido haya querido apoyar.
- Esto no fue nada que nosotros defendimos, pero se trató de un dar y recibir. Así funcionan los compromisos, declaró a DN.
Y recalcó que las nuevas regulaciones - que comenzarán a regir desde junio del año en curso - no afectan a las familias con niños.
La Dirección General de Migraciones (Migrationsverket) por su parte, no considera la suspensión de la dieta diaria como una buena medida, puesto que aumenta el riesgo de que más personas se mantengan ilegalmente en el país, los llamados "sin papeles".
El ministro de migraciones, no obstante, no lo cree así. Ni tampoco cree que estas medidas conduzcan a un aumento del mercado laboral ilegal.
- Hemos iniciado una investigación que analiza sanciones y supervisión en el caso de empleadores que contraten a personas que permanezcan ilegalmente en Suecia. Muchos de estos trabajadores son explotados en forma totalmente inaceptable. Yo pienso que es mejor controlar a quienes se aprovechan de esta situación, dijo Morgan Johansson a DN.
¿Política neofascista?
El gobierno de la Socialdemocracia y el Partido Verde se han visto en la obligación de implementar reglas que hace poco tiempo atrás hubieran parecido típicas de la extrema derecha.
De hecho, en una entrevista reciente con Radio Suecia, la secretaria del Partido Socialdemócrata, Carin Jämtin, debió contestar a la pregunta de si en estos momentos el gobierno practica una política "neofascista" e "inhumana", como Stefan Löfven ha calificado las propuestas del partido Demócratas de Suecia.
– La legislación respecto al asilo, que el gobierno ha propuesto y presentará prontamente al Parlamento, dará como resultado que Suecia tenga una de las legislaciones de asilo más restrictivas de Europa. No es nada que presentemos con facilidad, no lo hacemos porque queremos, sino porque debemos, fue la respuesta de Jämtin.
También recalcó que se trata de ajustes temporales que tendrán una duración de tres años.
Respecto a la supuesta similitud con el partido xenófobo, subrayó:
- Los Demócratas de Suecia siempre han querido disminuir la cantidad de solicitantes de asilo, independientemente de si se trate de 10 o de 10.000.
Carin Jämtin apunta a que la situación de los refugiados se debe resolver, en primer lugar, a nivel de la Unión Europea.
- La gente debe poder tener la posibilidad de solicitar asilo, puesto que esto forma parte de los Derechos Humanos, al tener que huir de la guerra. Para la UE esto no es una crisis de refugiados, pero si la UE actuara de una manera solidaria, esto no sería un problema.
Respecto al cambio radical de la política migratoria del Gobierno, Jämtin replicó:
- Que yo sepa, nunca antes habíamos tenido la situación que se dio durante el otoño del año pasado. Este es un gobierno que está dispuesto a asegurar que Suecia permanezca donde siempre, donde desarrollamos el modelo sueco, donde estamos abiertos al mundo, donde la gente puede solicitar asilo en Suecia o en otros países de la UE, pero donde también apreciamos y desarrollamos la sociedad de bienestar sueca en el futuro.
Ygeman: "Se deportarán a unas 80.000 personas
El tema migratorio ha sido tal vez el problema más difícil de resolver, hasta la fecha, para el gobierno rojiverde de Stefan Löfven, que ha ido tomando medida tras medida que van en claro contraste con los eslóganes previos a las elecciones. Sobre todo el Partido Verde, que en la administración anterior llegó a un acuerdo con los Moderados respecto a una política migratoria más generosa, se ha visto obligado a hacer dolorosas concesiones.
Y las medidas no han sido pocas. Poro ejemplo: las posibilidades de reunificación familiar han disminuido, los refugiados que no tienen pasaporte no pueden entrar a Suecia y se planea introducir permisos de residencia temporales.
Por otra parte el cierre de la región de Öresund se calcula que resultará en graves pérdidas económicas para el país. Esta es una de las medidas que ha sido más criticadas, desde diversos sectores.
Y, mientras las autoridades tratan de resolver el alojamiento de miles de refugiados que incluso han tenido que dormir en el suelo en las estaciones de trenes y otros lugares, los negociantes de la desgracia humana continúan llenándose los bolsillos con las enormes sumas que cobran por noche y por refugiado. Que el gobierno, por alguna razón inexplicable, paga.
Centros que muchas veces no cumplen con la reglamentación vigente.
Conmoción causó, por ejemplo, el caso de un joven refugiado que mató a una mujer que trabajaba en un centro de refugiados, en Mölndal. La mujer, de 22 años, se encontraba sola a cargo de 10 personas, a pesar de que según la reglamentación deberían haber sido dos personas, quienes trabajan, a la hora en que ocurrió el crimen.
Otro hecho de violencia ocurrió el viernes pasado, en otro centro, donde uno de los refugiados que allí residían resultó muerto, productot de una riña. El hecho ocurrió en la localidad de Lindesberg, al norte de Örebro.
El Ministro de Migraciones calificó el hecho de "un suceso muy trágico", y afirmó que siempre existe riesgo de hechos de violencia en los centros de acogida.
– A menudo se encuentran allí personas que tienen que esperar mucho tiempo y que están desde el principio en una situación muy frustrante. Han huido de un país y no reciben ninguna notificación. No sabemos los antecedentes de este caso en particular, pero hemos mejorado la vigilancia y hemos duplicado el número de guardias en los centros de refugiados, dijo al vespertino Expressen Morgan Johansson.
En este centro viven alrededor de 200 personas y según el jefe de sección de la Dirección de Migraciones, Magnus Önnestig, el ambiente allí ha sido tranquilo.
- Tal vez debamos estar preparados para hacer más, pero debemos recordar que hemos acogido 100.000 personas en nuestros centros para refugiados, y durante el otoño tuvimos que dar cabida a más, de modo que la gente ha tenido que vivir hacinada, dijo Morgan Johansson.
El solucionar el problema de alojamiento es fundamental, y el gobierno ha planteado que es importante que los solicitantes que no obtengan el asilo, abandonen el país a la brevedad posible o, a más tardar en el plazo de unas semanas.
El año pasado unas 12 a 13.000 personas volvieron a sus países de origen o donde habían estado anteriormente. Uno de cada cuatro de ellos lo hizo a la fuerza, siendo la policía la encargada de llevar a cabo estas deportaciones. La noticia de que Suecia deportaría a unas 80.000 personas causó de inmediato eco en los medios internacionales.
El año pasado, la Dirección General de Migraciones trató en total 58.802 solicitudes de asilo, de las cuales 32.631fueron aprobadas. Y se calcula que unas 7.500 personas se mantienen en Suecia ilegalmente.
De acuerdo a estadística del 2015, este año las autoridades deportarían a unas 8.000 personas.
El ministro Johansson cree que se requerirán más lugares de custodia, llamados "förvar", donde los solicitantes de asilo esperan la resolución de las autoridades, y desde donde la policía fácilmente los pueda deportar.
- Suecia ha acogido a más refugiados que cualquier otro país de la UE. Ahora debemos concentrarnos en dar a aquellos que recibieron asilo una buena acogida. Al mismo tiempo, debemos enfatizar que quienes no tienen derecho a permanecer en el país, tienen que regresar. De otra forma tendríamos una inmigración libre, y no tenemos los recursos necesarios para esto, dijo, en enero, Morgan Johansson.
El gobierno ha asegurado que las deportaciones se harán " lo más humanamente posible". Sin embargo, vale la pena preguntarse cuan humano es mantener a personas en espera de una resolución en "centros de custodia" (förvar) que prácticamente son cárceles. Más aún cuando éstas están conscientes de que si la respuesta es negativa, serán enviados en un chárter con destino a sus países de origen, donde les espera un destino aun más incierto que el dejaran.
Y ha dado directivas a la Dirección de Migraciones y a la policía ir preparando las deportaciones. El ministro del interior cree que "se utilizarán más aviones chárter, sobre todo bajo el auspicio de la UE".
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