Logotipo

Portada Suecia América Latina Mundo Multimedia
 
 
Zlatan y Sana

El capitán de la selección sueca, Ibrahim Zlatan, consuela a Tobias Sana. Foto: Sydsvenskan.se (la imagen está recortada).

 

22 de octubre de 2012 | SUECIA - DEPORTES |

Croneman: El gesto consolador de Zlatan fue la imagen más bella del partido

Uno de mis mejores amigos estaba allí. El bribón que tengo por sobrino también, enviado además por un periódico vespertino. Yo no estaba celoso, estaba muerto de envidia. La vida es y siempre será injusta.

Fuente: DN. 20-10-12. Johan Croneman. Traducción: Julián Díez Fernández

Lo primero que dijo mi amigo por teléfono después del partido, sin alcanzar a decir hola, fue: "¡Yo estaba allí!" "Hola, soy Johan", intenté decir. Él repitió cuatro veces: "¡Yo estaba allí!".

Se pueden decir las cosas de muchas maneras.

Siempre he sido germanófilo, posiblemente con excepción de los dos goles de Uwe Seeler, en Råsunda, en 1965. A los diez años todo era amarillo y azul, había una disculpa.

Sinceramente no puedo decir que sufriera con la selección sueca - tras el 4-0, Folke y yo empezamos a jugar mini ping-pong en la sala de estar, pensando en cepillarnos los dientes y leer un poco. Y dormir.

Entonces Zlatan marcó el 4-1. Y los que después afirmaron que esa y las siguientes imágenes cambiaron todo puede que tengan más razón de lo que ellos mismos creen.

La imagen de Zlatan corriendo para recoger el balón de la portería alemana era la señal. Zlatan era la imagen. "YO creo de todos modos que es posible". En su encuentro con la prensa y los medios antes del partido, como capitán y portavoz de la selección, estuvo tan irremediablemente inútil como estuvo fantástico haciendo de inspirador, incitador y mejor amigo cuando soplaban los aires más endiablados allá abajo por Berlín.

Ni siquiera nosotros, expertos de sofá, pudimos captar agresión alguna de la que hablar. Claro que se vio ridículo cuando Klose entró precipitadamente en un pequeño anillo de suecos (unos cinco), dio las gracias y subió el 1-0. Fue un mazazo y sólo cabía aceptarlo.

¿Cuándo se necesita un capitán? Difícilmente cuando todo va bien, el sol brilla, el viento sopla a favor y se acaba de ganar un partido que había que ganar. Entonces cualquiera puede ponerse el brazalete. Un verdadero capitán se nota, por el contrario, en una situación crítica, rozando la guerra, cuando alguien debe echarse adelante e indicar con toda la mano.

Zlatan dio ese paso. Un paso enorme.

La imagen más hermosa de todo el partido (sin duda la más bonita de la temporada deportiva) no resultó tras ninguna de las amenidades de los alemanes (y jugaron el mejor fútbol del mundo durante 60 minutos), no lo fue ni siquiera el mágico 4-4 de Rasmus Elm. La imagen más hermosa fue la del error del debutante Tobias Sana a puerta vacía y el consuelo de Zlatan. Normalmente, quedando tan poco tiempo, Sana desaprovechó definitivamente la última posibilidad. Y tal vez tomase una decisión equivocada, chutar él mismo y hacerlo directamente.

Zlatan Ibrahimovic apretó los dientes, se le veía totalmente estoico, y le dio palmadas a Sana en la espalda y en el pecho. "Venga, le puede pasar a cualquiera. No es el fin del mundo".

Considero la posibilidad de tener esa imagen como afiche en la pared, algo a lo que mirar cuando me enfado con la torpe, mal concebida y rígida relación de Zlatan y sus amigos con los medios.

Es más que posible que Zlatan a lo sumo esperase poder maquillar el resultado, pero cuando un resurgido Mikael Lustig hilvanó el 2 - 4 al patético Manuel Neuer, de pronto todo se volvió realmente posible. Y nosotros habíamos dejado las raquetas de ping-pong y yo solté el mega clásico "Sí, milagros más grandes han ocurrido, Folke".

Suelo estar de pie, tanto en casa como en los partidos, doy voces, grito y celebro ruidosamente.
Tras el gol de Elm tal vez uno debería haberse quedado sin palabras (¡), pero yo no podía dejar de reír. Reía mientras me dormía y reía cuando desperté.

Después del partido, nuestro capitán volvía a ser vengativo. Jane Björck de SVT recibió una andanada, Zlatan apenas miró hacia donde estaba ella. ¿Su mensaje era: "¿Ahora estaréis decepcionados de no poder descuartizarnos"?

Nunca se puede estar realmente feliz, ¿verdad, Capitán?

 

Partido Suecia - Alemania

Partido Suecia - Alemania. Foto: Dn.se

 


 
 
 
Copyright 2011 © Magazín Latino

All rights reserved.