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Ylva Johansson

Una fracción de la Socialdemocracia quería ver a Ylva Johansson como presidenta del distrito de Estocolmo. Ahora luchan porque ocupe el cargo de vicepresidenta. Foto: S-info.se.

 

26 de abril de 2013 | SUECIA |

El asunto dividió a la Socialdemocracia – este fin de semana se decide la batalla

ESTOCOLMO: Esta semana se decide la lucha por el poder, que estallara en el distrito Estocolmo de la Socialdemocracia, a raíz del asunto que concierne a Omar Mustafa.

Una falange quiere la dimisión de la presidenta, Veronica Palm, para ser reemplazada por la ex ministra Ylva Johansson.

Fuente: Dagens Nyheter. 22-04-2013. Ewa Stenberg, Jens Kärrman y Mats J Larsson. Traducción: Magazín Latino

Dagens Nyheter ha investigado el juego detrás de la elección y expulsión de Omar Mustafa. Este comenzó con instrucciones de la dirección de la Socialdemocracia de que más jóvenes y miembros de origen no-nórdico debieran estar representados en la dirección del partido.

Luego siguió una lucha interna donde ningún distrito del partido quería que la portavoz de asuntos económicos, Magdalena Andersson, estuviera representada en el Comité Ejecutivo del partido.

El ambiente era denso en el tren de regreso a Estocolmo después del congreso en Gotemburgo a comienzos de abril. Varios delegados socialdemócratas al congreso tenían dificultades en entender que había ocurrido. Una de las figuras  frontales del partido había sido removoda de la dirección del partido y un político local, cuyo nombre no había sido mencionado antes, había sido elegido.

¿Qué había pasado en realidad?

En el distrito del partido en Estocolmo, habían estado de acuerdo. Impulsarían cuatro nombres para la dirección del partido, fuera de la presidenta, Veronica Palm, que se esperaba que continuara en el Comité Ejecutivo: Karin Wanngård, concejal en Estocolmo, la ex ministra Ylva Johansson y el parlamentario Anders Ygeman.

Los delegados al congreso que habían estado presentes en una reunión antes del mismo habían obtenido una corta información acerca de que habían otros dos candidatos como representantes del distrito de Estocolmo que la Comisión Electoral podría sacar del bolsillo posteriormente, si había problemas con la diversidad. Eran dos jóvenes suplentes en la dirección del distrito, Emilia Bjuggren y Omar Mustafa.

En el congreso los dos mencionados al último - según varias fuentes - no se discutieron en absoluto en las reuniones con la delegación de Estocolmo.

El domingo 7 de abril fue una mañana somnolienta en los locales de la Feria de Gotemburgo.

Era el día siguiente de la fiesta del congreso. Además de la presidencia había a las nueve, unos pocos delegados en la gran sala de más de 1500 asientos. Esa mañana la reunión informativa diaria del grupo de Estocolmo había sido cancelada. Algunos delegados que habían resistido la tentación de seguir durmiendo comentaban animadamente la fiesta del día anterior.

Pero para los miembros de la Comisión Electoral no había sido una ocasión relajada. La elección de la dirección del partido había sido el gran tema de conversación de la fiesta, luego que el segundo tema controversial había sido desarmado, cediendo la dirección del partido a las demandas de la Juventud Socialdemócrata (la cesantía juvenil) y compromisos a puertas cerradas (ganancias en los servicios de bienestar y más meses de licencia paternal).

Algunas horas antes de la fiesta el Comité Ejecutivo (VU), el órgano más alto del partido, había sido elegido bajo circunstancias que suscitaron asombro y críticas.  Todos los delegados habían creído que se designarían 14 personas, siete miembros ordinarios y siete suplentes.

Pero en el último momento la dirección del partido picó el anzuelo de la propuesta de cambio de estatutos que aumentaba el número de suplentes de siete a ocho – a pesar que solo hay siete  puestos ordinarios en el Comité Ejecutivo. Los antecedentes de la solución no convencional fue que la Comisión Electoral no podía ponerse de acuerdo, a pesar que todos los márgenes de tiempo que tenían para presentar la propuesta habían ya pasado y el congreso estaba sentado esperando.

Había irritación en la Comisión Electoral por la dominancia de Estocolmo en el órgano supremo. El conflicto se reducía a que ningún distrito quería permitir que Magdalena Andersson fuese su representante.

Ni los distritos de Estocolmo, no la provincia de Estocolmo o Uppsala querían darle un lugar a la portavoz de asuntos económicos, que vive en Nacka pero creció en Uppsala.

- Entonces de repente a alguien se le ocurrió la idea de cambiar los estatutos para que el número de suplentes aumentara a ocho.  Y fue rápidamente aprobado, cuenta una persona con conocimientos de causa.

Entonces, los miembros del Comité Ejecutivo fueron finalmente 15.

La propuesta a la dirección del partido estaba lejos de estar lista el sábado por la noche, a pesar que el congreso tomaría una decisión a mediodía del domingo. En la fiesta del congreso muchos de los miembros de la comisión electoral se abstuvieron de tomar alcohol.

- Para mí solo fue agua tónica, sin ginebra. Divertido, dice irónicamente uno de los miembros.

La Comisión electoral se reunió a las ocho y media de la mañana del domingo. A pesar que la dirección del partido había sido clara en que se necesitaban más personas con antecedentes no-nórdicos y más jóvenes, la propuesta que  la presidenta de la comisión electoral Berit Högman entregó no se veía en absoluto así.  Había exceso de mujeres, casi nadie con antecedentes extranjeros y muy pocos jóvenes.

- Gran alboroto. La presidenta de la Comisión electoral había conducido las preparaciones en forma catastrófica, dice un miembro.

El distrito de la ciudad de Estocolmo había sido priorizado y obtenido un puesto ordinario para Karin Wanngård. Pero Ylva Johansson no encajaba, ya que es mujer. Anders Ygeman es obviamente hombre, pero tiene más de 35 años y con raíces suecas.

Fue entonces que apareció Omar Mustafa en escena. Mustafa encajaba perfectamente en el rompecabezas de acción afirmativa tras el caos del día anterior: es varón, joven (cumplió 28 años justo antes del congreso) y es de origen libanés.

Terese Lindberg, delegada del distrito Ciudad de Estocolmo, lo presenta al resto de la comisión electoral diciendo que es el presidente de la Asociación Islámica. Nadie hizo ninguna pregunta o se opuso a la propuesta.

El nombre de Omar Mustafa se encuentra en la comisión de asuntos laborales del distrito, pero el resto de los delegados al congreso de Ciudad de Estocolmo no lo supieron hasta que estaban sentados en la sala plenaria y escucharon la presentación para decisión.

Palabras como “golpe de estado ” y “qué diablos” pasaron por la cabeza de algunos delegados, pero ¿qué podían hacer? Esto no era el partido Verde o el Centro que discuten y votan sobre los diferentes candidatos en el plenario. Todos los delegados dijeron Sí y luego aplaudieron.

El distrito de Estocolmo es conocido por sus luchas de poder. A menudo ha habido batallas tanto entre las falanges de izquierda y derecha como entre diferentes individuos.

Un número de políticos han sido quitados del medio en un intento de tomar control del distrito, lo que el líder del partido Per Albin Hansson en los años 30 lo llamó “el portal del infierno”. Annika Billström, Nalin Pekgul e Ylva Johansson son algunas de las más conocidas.

Un escaño en el parlamento es aún más atractivo que un lugar de suplente en la dirección del partido. En el otoño comienzan las nominaciones para las próximas elecciones. Ahora la socialdemocracia tiene seis mandatos en Estocolmo. Probablemente será más apretujado que de costumbre por los primeros lugares en la papeleta de votación cuando la secretaria del partido Carin Jämtin y quizás incluso el líder del partido Stefan Löfven escojan un lugar.

Varias fuentes en la socialdemocracia de Estocolmo con las que Dagens Nyheter ha hablado, creen que el hecho de que Ylva Johansson haya sido excluida en beneficio de Karin Wanngård y Omar Mustafa, es una forma de dejarla más abajo también en la lista para los escaños parlamentarios. Así arriesga uno de los perfiles más conocidos de la Socialdemocracia perder su plataforma política, luego de haber estado tanto en el Comité Ejecutivo como en el gobierno.

Ylva Johansson, ex partido izquierdista, es considerada estar a la derecha de la mayoría dirigente en Estocolmo y no pertenece a los mismos círculos sociales.

El distrito de Estocolmo es una organización cerrada donde las decisiones importantes son arregladas con la ayuda de  negociaciones intermedias. El distrito del partido tiene siete comisiones, por ejemplo la sindical, la Juventud y la de asuntos de inmigración, deciden sobre las posiciones. Las asociaciones locales en el contexto no tienen gran peso.

Cuando la dirección de este distrito se vio expuesta a dura presión luego del “asunto Omar Mustafa” , brotaron nuevamente las luchas por el poder.

La presidenta Veronica Palm es criticada por dos lados. Algunos están molestos porque nominó a Omar Mustafa sin antes haberlo controlado minuciosamente. Otros porque ella junto con la secretaria del distrito decidieron pedirle su renuncia. Ambas falanges consideran que manejó mal el asunto.

Ahora la falange de derecha puso en marcha una campaña para lograr que Verónica Palm renuncie voluntariamente.  Se realiza, según tuvo conocimiento Dagens Nyheter, un conteo no oficial de votos  para ver cómo está la correlación de fuerzas ante la reunión anual del próximo fin de semana.

Nadie quiere desafiar a Veronica Palm abiertamente. Además el tiempo formal para presentar nominaciones terminó. La posible candidata rival señalada es Ylva Johansson. Sus adeptos creen que ella podría modernizar el distrito y atraer nuevos votos.

Este fin de semana se decide el futuro de Verónica Palm cuando el distrito de Estocolmo se reúna en la casa del ABF, en Sveavägen.

 

 

Más información:


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Recuadro 2

 


 

 
 
 
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