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Thorvald Stoltenberg
Thorvald Stoltenberg, diplomático y político noruego, miembro del Arbeiderpartiet, recordó a Olof Palme. Foto: Marisol Aliaga.
 

13 de marzo de 2011 | SUECIA

El legado de Olof Palme

ESTOCOLMO: Al cumplirse 25 años del asesinato de Olof Palme, se realizaron en Estocolmo diversos actos destinados a rendir homenaje a la memoria del ex primer ministro, quien fuera asesinado a tiros el 28 de febrero de 1986 en la calle Sveavägen, de Estocolmo. Sus restos descansan a pocos metros del lugar, en el cementerio de la iglesia Adolf Fredrik. La presidenta del partido de la Socialdemocracia, Mona Sahlin, depositó en su tumba una corona de rosas rojas y pidió un minuto de silencio. "Se siente muy, muy triste. Pero al mismo tiempo uno se siente fuerte", dijo la líder socialdemócrata. Según ella, por fin hoy en día se habla del legado de Palme.

 

Por: Marisol Aliaga

 

Porque Olof Palme tenía 59 años cuando fue abatido por las balas asesinas una aciaga noche del mes de febrero de 1986. Su asesinato conmocionó al país entero y de diversas latitudes llegaron condolencias. El crimen, hasta la fecha, sigue siendo una herida abierta, un trauma, en la sociedad sueca. Que el caso no haya sido resuelto hace aún más difícil poner punto final y el magnicidio ha restado importancia al legado de Palme.

Hasta ahora, cuando Mona Sahlin declaró, optimista. "Uno se siente al mismo tiempo fuerte, porque ahora, por fin, después de 25 años, no solamente se habla de la víctima de un asesinato, sino del político, del idealista, del internacionalista. Se publican libros acerca de su visión y eso da fuerza, a pesar que han pasado tantos años", dijo Sahlin, después de depositar, la ofrenda floral en la sencilla tumba de la iglesia de Adolf Fredrik.

Los lazos que unían a la joven Sahlin y al experimentado Palme eran fuertes. Ella acostumbra decir que se unió primero a Palme, y después a la Socialdemocracia. Quienes conocieron a Palme, recuerdan su gran capacidad única de entusiasmar y de crear interés por la política. "La política se trata de querer", acostumbraba decir y jóvenes y viejos, se sentían representados por quien, a pesar de haber nacido en el seno de una familia aristocrática, defendía los derechos de los humildes. "Yo no crecí dentro de la clase trabajadora, pero pertenezco a ella", sostenía Palme.

El Centro Internacional Olof Palme organizó un seminario, el sábado 26 de febrero, en ABF, con el fin de tratar el tema del legado del estadista, al cual acudieron un gran número de personas.

Una de las panelistas fue Kerstin Vinterhed, autora del libro: "El asesinato de Palme". Ella contó que, haciendo su investigación para la obra, leyó el libro de condolencias. Uno de los textos decía: "Cuando yo sentía que se estaba cometiendo alguna injusticia, pensaba: 'voy a llamar a Palme'. Pero, ¿a quién vamos a preguntar ahora?"

Sin embargo, así como se ganó el corazón de muchos, se ganó el odio de otros. "El odio a Palme florecía desde los sectores más altos a los más bajos de la sociedad. Mientras que jóvenes en los barrios pudientes repartían panfletos con caricaturas de Palme, en un bunker de la mafia se podía palpar lo mismo" dijo Kerstin Vinterhed, explicando que el asesinato de Olof Palme fue la explosión de las contradicciones abiertas y escondidas de la sociedad de ese tiempo. Tuvo, sin duda, carácter político.

Olof Palme en una sola palabra, sería optimista, le gustaba el contacto directo con la gente y la tribuna era su medio natural. No importaba si eran 20 o 40000 personas quienes le escuchaban, y estaba siempre dispuesto a ir al debate. Tenía claras opiniones acerca de todo. "Hablar claramente en cuestiones importantes crea más confianza que el silencio", sostenía. Después de uno de sus discursos en el sindicato del Metal se ganó el repudio de la asociación de empleadores de Suecia, a quienes no les agradó la forma en que Palme se refirió a los patrones.

Y sus palabras tuvieron la característica de quedar grabadas a fuego en la memoria colectiva. Frases cortas que, dichas en el momento preciso, hicieron eco a través de la historia. Como por ejemplo la emblemática: "así hablan, entre ellas, las creaturas de la dictadura," (en 1975, refiriéndose al régimen checoslovaco). "Esos asesinos de Satanás!", exclamó, enfurecido, frente a los asesinatos del régimen fascista de Franco. Como hecho curioso cabe decir que Palme prestó esta expresión de Alejandro Dumas. Según sus amigos, la noche anterior, había continuado la lectura de "Los tres mosqueteros", con uno de sus tres hijos, y, al dar su discurso, al día siguiente, se le había venido a la memoria dicha expresión.

El hecho de no tener pelos en la lengua, le significó además el odio del presidente norteamericano Richard Nixon, de quien se dice que escupía de rabia cuando alguien se lo nombraba. Palme calificó de genocidio la intervención de EE.UU. en Vietnam y salió a la calle, a demostrar en contra de la guerra, junto al embajador vietnamita. Sus contrincantes en Suecia, el partido de los moderados, opinaron que "se le había pasado la mano". Palme contestó, en un discurso: "No tiemblan las rodillas de los jóvenes suecos porque el presidente de los Estados Unidos, Nixon, se siente ofendido por Suecia. Ellos no hacen caso de esto, como yo tampoco le hago caso. La administración de Washington, en la actualidad, es un fenómeno pasajero. Pero la amistad entre el pueblo americano y el pueblo sueco persiste, y nosotros estamos juntos, cuando arrecia la tormenta". Y su brillante retórica fascinaba a muchos, pero encolerizaba a otros.

Si definiríamos a Olof Palme con una segunda palabra, sería su amplitud de acción. La capacidad de pensar, de explicarse verbalmente primero, y después ir a la acción. De combinar el pensamiento con la acción. Llevó a cabo proyectos de ley que tienen plena vigencia en la actualidad, como las leyes de seguridad laboral, del perfeccionamiento de las guarderías, con el fin de que la mujer se incorporara al trabajo; del sistema de préstamo universitario. También se interesaba por las cuestiones de género, y sostenía que en la medida en que la mujer lograra su emancipación, el hombre también sería emancipado. Sin duda ideas innovadoras, para la Suecia de los 70.

Palme creía que la política era una herramienta para cambiar la sociedad y consideraba la palabra, un arma importante. Ha sido, tal vez, el orador más brillante que ha tenido Suecia.

Si definiriamos a Palme con una tercera palabra seria, internacionalista. Cuando era joven estudió en EE.UU. y viajó por los distintos estados, llegando a conocer la realidad del pueblo norteamericano. Más tarde estuvo en Asia, África, América Latina, y sostuvo: "La independencia de un pueblo se debe a la obra del pueblo mismo". Habría sido interesante saber su parecer frente a la presencia de tropas suecas en Afganistán.

Durante 20 años, Palme, junto a su partido, apoyó la lucha del pueblo en contra del apartheid. Uno de los líderes del ANC, dijo, después de enterarse de la muerte del premier: "Cuando teníamos ganas de abandonar la lucha, cuando veíamos que tantos países no comprendían lo injusto del apartheid; cuando sentíamos que habíamos perdido la batalla, el acordarnos que, en ese frío país del norte, había un estadista que seguía brindándonos su apoyo, nos hacía mantener las esperanzas". Olof Palme fue uno de los arquitectos de la política internacional de ayuda al desarrollo de Suecia y para él, el mundo estaba siempre presente.

Para el golpe militar en Chile, Palme fue el primero en condenar al fascista Augusto Pinochet, con la misma vehemencia que condenó a Franco. Con ayuda de él, muchos chilenos perseguidos por la dictadura encontraron en Suecia un refugio.

 

Hagström, Goñi  y Pagrotzky
El ex embajador de Chile en Suecia, José Goñi, junto a Annika Hagström, periodista, y Leif Pagrotsky, ex ministro de cultura. Foto: Marisol Aliaga.

 

El ex embajador chileno en Suecia, José Goñi, quien se encontraba entre el público asistente a la conferencia en ABF, pronunció también una breve alocución. "Uds. deben estar orgullosos de Olof Palme", dijo el diplomático, recordando también al embajador de Suecia en Chile, Harald Edelstam, quien salvó la vida de numerosos ciudadanos chilenos y uruguayos, dándoles refugio en la embajada, aun poniendo en peligro su propia seguridad. "Al tiempo después, conversando en una ocasión con Lisbet Palme, ella me contó que varias veces Olof le había instrucciones a Harald - desde la cocina de su casa, por la diferencia de horarios - en los días después del golpe, comentó José Goñi.

"Cada uno de nosotros tiene su propia relación personal respecto a Olof Palme", expresó Mona Sahlin, al finalizar el seminario. "Olof Palme era un político que marcaba la diferencia, con sus expresiones, su multifacetismo y su compromiso enorme. Su capacidad de demostrar como la política nacional está siempre ligada a la mundial, como un sindicalista apresado, o un pueblo en llamas son crímenes, no importa dónde. Olof Palme tenía y transmitía esperanza…/Respecto a la sociedad multicultural, Reinfeldt se expresa en términos de ´vivir uno al lado del otro´, mientras que Olof decía: ´vivir juntos´. Es diferente", dijo Sahlin.

No cabe duda que Palme cometió errores durante su larga trayectoria política. Su gobierno enfrentó crisis fuertes y más de alguna vez tuvo que tomar decisiones que tal vez no estaban de acuerdo con sus convicciones. Pero, de todas formas fue un político con una preparación única, solidario y humanista.

Después de su asesinato, Gösta Bohman, (M) adversario de todos su años en la política, recordó su brillante retórica, afirmando que sentía un gran vacío, ante su ausencia. "Se siente como una casa deshabitada. Con Palme se apagó la llama. La antorcha ya no arde", dijo.
Palme, por su parte, afirmó, en una entrevista: "Mi persona en realidad, no tiene interés. Lo que interesa es el movimiento y las ideas que yo tengo, la responsabilidad de servir".

 

 


Este video muestra un discurso de Olof Palme, acerca de los prejuicios: Desgraciadamente un tema que aún no pierde vigencia. Como siempre, Olof Palme describía, exactamente, el fenómeno de la intolerancia. La música pertenece a The Latin Kings.

 

La traducción del discurso de Olof Palme es la siguiente:

La democracia está fuertemente arraigada en nuestro país. Nosotros respetamos los principios básicos de derecho y libertad. Oscuras teorías racistas no han podido establecerse. Nos consideramos a menudo sin prejuicios y tolerantes, pero, en realidad, no es tan simple. El prejuicio no tiene necesidad de estar anclado en alguna teoría abominable, tiene un origen mucho más simple. El prejuicio tiene siempre su origen en la vida cotidiana, crece en los lugares de trabajo y en la vecindad. Es una forma de enfrentar fracasos y desilusiones personales. Es más que nada una expresión de ignorancia y de temor. Ignorancia acerca de la diversidad del ser humano…temor de perder una posición, un privilegio social, un derecho preestablecido. El color de piel de una persona, su lenguaje, etnicidad y lugar de nacimiento no tiene nada que ver con la calidad del ser humano. El clasificar las personas de acuerdo a este criterio es un contraste total con el principio de igualdad entre los seres humanos. Pero es vergonzosamente fácil de usar por aquel que se siente inferior; en los lugares de trabajo, en la vida social, en la rivalidad por la chica o el chico. Por eso el prejuicio siempre está al acecho, incluso en una sociedad moderna. Puede manifestarse en una palabra burlona, en una respuesta no bien pensada, una vileza hacia el pequeño. Quizás, quien así actúa, no lo hace tan malintencionadamente. Pero, para el afectado, puede abrir heridas que nunca cierran.

 

 

 
 
 
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