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El presunto terrorista islamista Taimour Abdulwahab. Foto: THE GUARDIAN
 

14 de Diciembre de 2010 - SUECIA

“Suecia tuvo una suerte increíble”, afirman los expertos

ESTOCOLMO: Este lunes se confirmó la identidad del terrorista suicida quien – según las apreciaciones de la policía – se dirigía a la calle más transitada de la capital sueca, Drottninggatan, cuando una de las seis bombas que llevaba consigo explotó en su estómago, causándole la muerte casi instantánea. Las autoridades declararon “con un 98 por ciento de seguridad” que se trataba del ciudadano sueco Taimour Abdulwahab, que el día después del atentado cumpliría 29 años. Las autoridades concuerdan en que esta vez Suecia “tuvo protección divina”, ya que, de haber explotado en su totalidad el material explosivo que cargaba el hombre, habría causado un enorme daño.

Por: Marisol Aliaga

Este domingo el país entero se despertó con la noticia de que un atentado terrorista había ocurrido en pleno centro la capital, dejando a una población prácticamente en estado de shock. Sin embargo, el primer ministro, Fredrik Reinfeldt, llamó a la calma y a tener paciencia con la investigación policial. A pesar de que rápidamente surgieron las críticas de por qué el gobierno demoró tanto en informar a la población de lo que realmente se trataba: el primer atentado terrorista de la historia.

En una concurrida conferencia de prensa, el fiscal en jefe, Thomas Lindstrand, declaró a los medios que efectivamente, los tres hechos ocurridos la tarde del sábado tenían relación entre sí. El auto que estalló poco antes de la explosión que le costó la vida a Abdulwahab era de propiedad de él. El vehiculo, un Audi80 del 93, lo había adquirido sólo algunas semanas antes del ataque, y lo había cargado con tubos de gas y fuegos artificiales.

El mail que llegó a la policía de seguridad, Säpo, y a la agencia noticiosa TT a las 16.40, conteniendo un archivo de audio, lo envió Abdulwahab desde su celular, antes de cometer el atentado. En este, explica el por qué de su acción diciendo: “Con motivo del silencio sueco respecto a las caricaturas de Lars Vilks y los soldados suecos en Afganistán – ahora los hijos, las hijas y hermanas de Uds. van a morir, así como nuestros hermanos y hermanas, e hijos mueren”. Abdulwahab critica, más adelante, la presencia de tropas suecas en Afganistán y el hecho de que Suecia no condene las caricaturas de Mahoma, dibujadas por Lars Vilks en el 2007, a quien califica de “cerdo”.

La policía de seguridad, asesorada por sus colegas del Reino Unido, le ha seguido la pista al joven terrorista, constatando que nació en Bagdad, llegó a Suecia cuando tenía diez años, junto a sus padres y a su hermana mayor y se radicaron en Tranås, una pequeña localidad del sur de Suecia. Según sus amigos, el joven se aclimató bien a la sociedad sueca, jugaba al básquet y le gustaba la vida familiar. No obstante, tenía facilidad para involucrarse en riñas y le costaba aceptar que a veces no tenía la razón.

En el año 2001, fue admitido a la universidad de Bedforshire, y se mudó a la localidad de Luton, para comenzar sus estudios de naprapath, graduándose en el 2004. Según sus amigos, estos perdieron el contacto con el joven musulmán, pero escucharon más tarde que él se había vuelto cada vez más religioso. En su página Facebook reconoce ser admirador de sitios de radicales islamistas en Internet vinculados con la rama iraquí de Al Qaeda. Luton, de 185 000 habitantes, está ubicada cinco millas al norte de Londres, y es conocida por ser un “nido de terroristas”. Desde aquí partieron quienes perpetraron el atentado en Londres el siete de julio del 2005, conocido como el “seven/seven”. Según las autoridades británicas, en esta ciudad Al Qaeda recluta constantemente nuevos seguidores.

El líder del centro islámico de Luton relató al noticiero sueco que Abdulwahab había sido expulsado del mismo por haber intentado propagar ideas extremistas, las cuales “no tienen nada que ver con las enseñanzas del Corán”, explicó el imam.

El joven terrorista suicida era casado y tenía dos hijos y una pequeña hija de sólo meses. Antes del nacimiento esta, había anunciado en Internet, buscando una segunda esposa, que profesara la religión musulmana sunni. En el anuncio explica también que, en el futuro, desea mudarse a un país árabe.

Desde que se mudó a Luton, Abdulwahab ha estado viajando a Tranås, donde sus padres aún residen. En el archivo de audio que enviara poco antes de que perdiera la vida, pide perdón a sus padres por haberles mentido cuando les explicó la razón de su viaje al Oriente Medio. “No viajé para ganar dinero, viajé por jihad” (guerra santa, en árabe), dice.

Según el vespertino Aftonbladet, que entrevistó a un amigo cercano de los padres de Abdulwahab, ellos están devastados. Esta persona declaró:

- Yo no puedo entender por qué él ha hecho esto. Nosotros veníamos de una guerra, y hemos recibido de todo acá. ¿Cómo se puede hacer algo así en contra de Suecia? Él ha crecido aquí, y tenia muchos amigos. Esto es completamente inaceptable y yo estoy completamente en contra de esto.

Por su parte, numerosos líderes, representantes y miembros de las comunidades musulmanas residentes en Suecia han manifestado su repudio por el lamentable incidente, pero también su temor por represalias, y porque la opinión pública se vuelva en contra de la comunidad.

Mientras que el partido de extrema derecha, demócratas de Suecia, sacó rápidamente provecho de lo ocurrido. Poco después del atentado, el parlamentario (SD) William Petzäll escribió, en Twitter: “Odio tener que decirlo, pero, ¿que era lo que decíamos?”. Y la secretaria del presidente del partido, Alezandra Brunell continuaba: “Es ahora que uno puede decir “Qué era lo que decía? # Por fin”.

Cuando la explosión se hizo sentir con toda su fuerza, en la calle Bryggargatan a las cinco de la tarde, y una persona yacía, moribunda en el pavimento, la mayoría de los transeúntes corrieron en la dirección contraria. Sin embargo Pascal Moluas, que pasaba por allí, en lugar de hacer lo mismo se acercó a socorrer al joven hombre tirado en el suelo, arriesgando su propia vida. Moulas, quien es paramédico, contó a la televisión sueca que trató de reanimar al joven hombre, y que este lo miró, queriendo decirle algo, sin embargo, ya no tenía pulso. Ante la pregunta de por qué quiso ayudarlo, Moulas respondió: “Él era un ser humano, un individuo. Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad. Yo lo habría ayudado las veces que él lo hubiera necesitado”.

La policía investiga en estos momentos si Taimour Abdulwahab pertenecía a alguna organización o si actuó solo. El gobierno ha recibido críticas respecto a su demora en comentar el atentado. Por otra parte se investiga también el hecho de si un empleado del ministerio de defensa hubiera advertido, pocas horas antes del atentado, a un conocido, de no transitar por la calle Drottninggatan. La defensa niega el hecho, pero la agencia de noticias TT califica la fuente de “muy confiable”, según el diario Metro del lunes.

 

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