12 de marzo de 2012 | COLUMNA |
La colaboración saudí apesta
Arabia Saudita es el segundo socio comercial militar más grande de Suecia. Per Bauhn se pregunta cuan lejos el gobierno está preparado a llegar para mantener al régimen saudí de buen humor.
Fuente: DN 08-03-2012/Per Bauhn. Traducción: Magazín Latino
Diez años atrás quince muchachitas murieron en Meca en un incendio en una escuela. Habría sido solo un trágico accidente, si no hubiera sido por las circunstancias que rodearon su muerte. La agencia noticiosa BBC da los detalles (15 de marzo de 2002): Las chicas ya habían salido del edificio, cuando la policía religiosa saudí notó que en el apuro no habían ocultado sus cuerpos con los velos debidos. Así que la policía empujó a las jóvenes a punta de batón al edificio en llamas donde enfrentaron su destino. En el pánico habían omitido ponerse los velos que las cubrían completamente y por eso, a punta de palos, fueron empujadas de vuelta a las llamas.
La policía religiosa saudí, cuyo nombre oficial es Comisión para la Promoción de la Virtud y Prevención de la depravación, es la imagen misma del reino saudí, una teocracia de una familia con la intolerancia e intransigencia como marca registrada. Arabia Saudita como estado constituye una contribución negativa a la libertad humana. El mundo sería mucho mejor si este estado y los valores que representa no existiesen.
Es justamente con este estado que Suecia negocia en armas. Recientemente se puso de manifiesto que 20 por ciento de la exportación sueca de materiales de defensa en el 2011 fue a Arabia Saudita, y por lo tanto nuestro segundo socio comercial más grande. Y ahora la Radio Suecia revela que el Instituto de Investigaciones de la Defensa –FOI - con el beneplácito del gobierno, está envuelto en la planificación de una fábrica de armas en Arabia Saudita.
Una buena regla es que uno no puede tocar mierda sin que las manos huelan. Y esto es especialmente aplicable a las relaciones con dictaduras y gobiernos despóticos.
Leni Björklund, miembro del gobierno socialdemócrata que en 2005 inició la colaboración con Arabia Saudita, dijo en una entrevista en el Sydsvenkan en 2007, que Arabia Saudita era una interesante contraparte de conversaciones y tiene un importante rol que jugar en el mundo musulmán. Sabemos el rol que Arabia Saudita juega.
Hasta 1962 el comercio con esclavos era permitido en Arabia Saudita. La mentalidad de esclavistas se manifiesta hoy día en el brutal tratamiento de los trabajadores migrantes que trabajan en las casas de los ricos saudís. Human Rights Watch ha documentado como mujeres de la India, Sri Lanka, Filipinas y otros países asiáticos trabajan turnos de doce horas, son mantenidas encerradas por sus patrones, expuestas a maltratos y violaciones, y en ciertos casos han sido llevadas a la cárcel por haber quedado "ilegalmente embarazadas".
La justicia saudí está basada en una interpretación inflexible del Islam, según la cual a los ladrones se les amputan las manos y pies y los que tienen relaciones sexuales afuera del matrimonio son decapitados y los homosexuales son azotados. No hay libertad de religión y la apostasía del Islam y blasfemia al profeta Mahoma conllevan la pena de muerte. Mujeres y hombres están separados en los lugares públicos y las mujeres no pueden moverse solas ni manejar autos.
¿Cuán lejos está el gobierno sueco preparado a llegar para mantener al régimen saudí de buen humor? El gobierno noruego impidió que dinero saudí (y así una interpretación saudí del Islam) financiase la construcción de una mezquita en Tromsö simplemente negándose a responder una solicitud de un financiero saudí. Pero cuando la misma pregunta se le hizo al gobierno sueco, sobre la construcción de una mezquita en Gotemburgo, respondieron que no había impedimentos para un financiamiento saudí. Interrogado en el parlamento el ministro responsable Stefan Attefall, dijo que habría sido "grosero" si no se hubiese respondido. ¡Cómo si el régimen saudí mereciera respeto!
¿Veremos gestiones relámpago y disculpas de alguien de algún ministerio cuando alguna revista publique dibujos del profeta? ¿Habrá presiones en contra de exhibiciones sobre libertad de opinión que dirija críticas contra el Islam o contra Arabia Saudita? ¿Se mostrará mayor "comprensión" a la ira de los islamistas contra esa crítica? ¿Representantes del gobierno saudí podrán ir al parlamento y al igual que el embajador egipcio en el 2008, a reprender a los políticos por no hacer lo suficiente por promover el respeto al Islam? Tenemos tanto que aprender de ellos sobre la libertad de religión.
Cuando uno comienza a adular a dictaduras, el riesgo es grande que uno termina prostituyéndose. Los principios que se elogian cuando las cámaras están prendidas, se ven como una carga cuando los millones petroleros entran. Un pragmatismo ligero de ropas es una fácil presa del intensivo capitalismo de la política práctica. Pero, como la historia muestra, incluso la política práctica viene con una etiqueta de precio.
Per Bauhn, Profesor filosofía práctica, Universidad Linne
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