17 de abril de 2012 | MUNDO - NORUEGA |
Breivik irrumpió en llanto
OSLO: Tal cual estaba planeado, a las 09.00 de la mañana de este lunes 16 de abril la jueza del tribunal de Oslo, Wenche Elisabeth Arntzen, dio comienzo a lo que se ha denominado el "juicio del siglo", el proceso judicial en contra del terrorista noruego Anders Behring Breivik. Un sumario en el que están implicadas unas 1500 personas, incluyendo abogados, fiscales, policías, funcionarios, familiares y sobrevivientes, entre otros. Un proceso que tendrá una duración de diez semanas y un coste de más de 100 millones de coronas noruegas.
Faltando cinco minutos para las nueve, hace su entrada a la sala el asesino confeso, sonriente y relajado. Apenas un policía le quita las esposas, hace su saludo característico fascista, con el puño cerrado,y toma asiento.
Por: Marisol Aliaga
La imagen que da Breivik, de 33 años, al entrar a la sala 250 de la corte de Oslo, es la de un joven hombre como cualquier otro. Luce un terno negro, camisa blanca y corbata de color dorado, y se pone de pie para saludar amablemente a los abogados y otros miembros del jurado que uno a uno vienen a estrechar su mano. Algunos le sonríen, y él les sonríe a todos, con expresión de orgullo.
El canal estatal de la televisión sueca transmitió este lunes durante todo el día la primera jornada de este proceso que acapara la atención de toda Escandinavia y de una buena parte del mundo. Más de 800 periodistas cubren el caso, de los cuales aproximadamente la mitad son de medios extranjeros.
Más de 100 sobrevivientes se encuentran en la sala o en los alrededores y alrededor de 150 personas serán llamadas a declarar, durante el transcurso del proceso.
Breivik está acusado de haber asesinado a 77 personas e intentado matar a otras 42. Él mismo se ha declarado culpable, sin embargo asegura que actuó en legítima defensa. Según su visión del mundo, Europa se encuentra en guerra y él está en todo su derecho de defenderse.
Tranquilamente se sirve un vaso de agua, sonríe a los fotógrafos y, cuando minutos más tarde se le permite hablar, afirma que no reconoce la legitimidad del sistema judicial noruego.
- Usted ha recibido un mandato de los partidos políticos que apoyan el multiculturalismo. Por otra parte, se sabe que tú eres amiga de Hanne Harlem, hermana de Gro Harlem Brundtland, le dice a la jueza Wenche Elisabeth Arntzen, quien estipula que ya se ha tomado nota de ello.
Así comienza este particular juicio en contra del autor de los hechos más violentos ocurridos en Noruega durante tiempos de paz. A espaldas del acusado se encuentran sobrevivientes y familiares de víctimas. Muchos no pueden contener las lágrimas, cuando le escuchan hablar.
Él, por su parte, permanece impasible cuando la fiscal Inga Bejer Engh comienza a leer los nombres de las víctimas del atentado del 22 de julio del año pasado. La fiscal nombra uno a uno, tanto a quienes perdieron la vida, y de que forma, como aquellos que resultaron heridos. Muchos de ellos quedaron lesionados de por vida.
Un proceso que dura alrededor de una hora y 15 minutos.
18 páginas de escenas dantescas, y no todos los detalles son dados a conocer por la transmisión televisiva. Durante este tiempo, los familiares y sobrevivientes se dan apoyo y consuelo mutuamente. Algunos deben abandonar la sala, cuando la terrible matanza en Utoya una vez más se hace presente en sus vidas. 77 personas fueron acribilladas por las balas asesinas, y 42 resultaron gravemente heridas. La mayoría de ellas eran jóvenes de menos de 25 años de edad.
Las lágrimas corren por las mejillas de familiares y sobrevivientes, quienes se encuentran a escasos metros del asesino, detrás de una pared de cristal a prueba de balas.
Pero Breivik permanece completamente impasible. Ni un gesto, ni un tic nervioso, ni una mirada furtiva delatan la existencia de sentimientos, dentro de la imagen tranquila y relajada que muestra la televisión.
Sin embargo, poco antes de la pausa para el almuerzo, a las doce del mediodía, el terrorista noruego irrumpe en llanto. Las lágrimas corren profusamente por sus mejillas y se las seca, repetidas veces, con la mano.
¿Arrepentimiento repentino? ¿Se habrá dado cuenta de la magnitud de sus actos?
En realidad la emoción lo embargó cuando un video de 12 minutos de duración, hecho por él mismo y colgado en la red poco antes del atentado fue exhibido, en la sala de la corte. Con el video Breivik quiere demostrar que Europa se encuentra en guerra y que la culpa de todo la tiene el multiculturalismo. Y que la orden de caballeros medievales, que él representa, es la salvación de Europa.
Cuando ve su video, poco coherente y cargado de bizarras imágenes, se siente – al parecer - tan orgulloso de sus actos, que la emoción lo embarga y por primera vez da rienda suelta a sus sentimientos.
Al volver de la pausa, la impasible expresión nuevamente ha vuelto a su rostro, y declara, ante la pregunta de la jueza, que reconoce que es el autor de todo lo que se le acusa, pero que actuó en "legítima defensa".
Más tarde se muestran las imágenes de las cámaras de video que capturaron a Breivik en el momento en que colocó la bomba en la furgoneta, y un video que muestra la destrucción ocasionada por la bomba de casi una tonelada. Imágenes que tampoco son transmitidas por la televisión. Sin embargo, se puede apreciar en la cara del asesino – quien sigue en pantalla – una sonrisa, en el momento de explotar la bomba.
- Son imágenes horribles, se ve morir a varias personas, dijo más tarde una testigo.
Ya casi al terminar la jornada, otro material audiovisual es presentado. La grabación en audio de una muchacha que se encerró en uno de los baños del café de la isla de Utoya, y que llamó al número de emergencia de la policía. La chica, aterrorizada por los disparos – que, según testigos, se escuchan en la grabación – implora, sollozando, que la policía llegue pronto.
La muchacha es una de las personas que está llamada a testificar. Ella sobrevivió, milagrosamente, pero su novio no tuvo la misma suerte.
Durante los cuatro días siguientes de esta semana en curso, Anders Behring Breivik podrá explicar, detalladamente los motivos que lo llevaron a cometer sus actos.
Muchos se han molestado por el hecho de que se le dé tribuna a una mente enferma o a un fascista que podrá exponer sus ideas a todo el mundo.
El canal cuatro, de la televisión sueca le preguntó a uno de los familiares presentes que le parecía este hecho. Él perdió a una hija, y otra resultó herida.
- Es duro escuchar los actos diabólicos que ha cometido. Pero así funciona la democracia, dijo.
Y el Primer Ministro noruego, Jens Stoltenberg, ha recalcado la necesidad de visibilizar y responder a las ideas de Breivik:
- Los extremistas son como los duendes, desparecen, cuando se les hace salir a la luz. Por eso, deseamos un debate más abierto, para que podamos combatir al extremismo que conduce a la violencia, afirmó Stoltenberg el domingo pasado en la televisión sueca.
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