30 de abril de 2012 | COLUMNA |
Por eso sonríe Anders Behring Breivik
Si Breivik es interpretado como un fascista moderno - partiendo de las investigaciones actuales de esa ideología- cesa de ser un misterio. Por el contrario es más comprensible y sus acciones lógicas, escribe Henrik Arnstad en Dagens Nyheter.
Fuente: DN 20-04-2012 / Henrik Arnstad. Traduccción: Magazín Latino
La historia de Breivik sobre si mismo - su mitología, tiene casi 100 años. Cuando el fascismo en 1922 llegó al poder en Italia, el régimen produjo novelas especiales, dirigidas a hombres jóvenes. El joven héroe vivía en una época decadente. Socialistas, liberales y feministas esparcieron su peste a la nación. Así despertó el joven héroe - abandonó su individualismo egoísta y se convirtió en fascista. En una lucha noble y desinteresada en torno a un destino sagrado esparció él, como un escuadrista camisa negra (fascista violento) la muerte a su alrededor, masacrando a los socialistas. Mientras que el joven héroe a menudo se convertía en un mártir – era detenido o murió en la batalla. Pero ganó de todas formas, el amado fascismo tomó el poder en Italia y salvó al país de su destrucción.
Esta historia se repite prácticamente en todos los fascismos nacionales. Los legionarios rumanos cometieron sus asesinatos, luego se besaban eufóricos y cantando se entregaban al cuartel de policía más cercano. Les esperaba la sentencia de muerte o cadena perpetua. En culturas similares se repite el nazismo alemán, el movimiento finlandés Lappo, la cruz flechada de Hungría, los falangistas españoles, los Ragnarok noruegos y así, en una eternidad.
Y también en Anders behring Breivik.
En estos momentos Escandinavia anda a tientas en la oscuridad, tratamos de entender la conducta de Breivik. Al parecer en vano. Pero si con la ayuda de las investigaciones interpretamos a Breivik como un fascista - partiendo del masivo conocimiento ganado en la ciencia internacional los últimos 20 años - de repente Breivik es comprensible. Además explica su conducta, tanto en los asesinatos en Utøya y en la sonrisa en el tribunal en Oslo.
Lo más importante es entender que es el "fascismo". Esta específica ideología política fue la más importante de la década de los 1900 y la innovación ideológica más exitosa y nada indica que haya cesado de existir solo porque Hitler se pegó un tiro en la cabeza en 1945. El problema es que el fascismo a menudo se entiende a partir de su decorado teatral del periodo entreguerras. Botas negras, cuadros uniformados con camisas del mismo color y gritos salvajes "Duce", "Führer" o algún otro líder carismático. Esta superficie fue rechazada por el fascismo en 1945, o antes.
Ya en 1938 el líder nazi sueco Sven Olov Lindholm escribió "lo único que se puede pensar para salvar las ideas es abandonar tanto el nombre como el símbolo, para no hablar de las botas, correas y el saludo a Hitler".
Las investigaciones modernas definen el fascismo como un ultra nacionalismo popular, el que tiene como propósito el renacimiento de una nación mítica afectada por la decadencia (degeneración). Este renacimiento nacional exige un enorme esfuerzo y sacrificio - donde encontramos la imagen que el fascismo tiene de si mismo. Este interpreta la nación como un organismo, que se ha distanciado de todo el pasado noble y "puro". La nación está enferma, contagiada por un cáncer que debe extirparse de inmediato. A casi cualquier precio.
Según el fascismo alemán - el nacionalsocialismo - este cáncer eran los judíos y la cirugía la llamamos hoy día el Holocausto. Sin embargo, diferentes tipos de fascismo han interpretado su cáncer nacional de diferentes formas. Un odio común ha sido dirigido al "enemigo interno" - las fuerzas socialistas, liberales, feministas y otras fuerzas "políticamente correctas" que han permitido que el cáncer crezca. Los traidores. Los responsables. El fascista ve como su misión sagrada tarea el impedir que estos despreciados lleven a cabo su odiosa actividad y que esta lucha es simplemente autodefensa.
Incluso internacionalmente – entre los nombres mas renombrados dentro de las investigaciones del fascismo – se ha puesto interés en Anders Behring Breivik, partiendo de lo anterior. El académico e historiador de Oxford, Roger Griffin, el experto mas connotado en fascismo, quien recientemente visitó Suecia y se pronunció acerca de Breivik:
- Él no es el líder de ningún movimiento, pero Breivik tiene un análisis político de la Europa actual. Considera estar en las manos de cobardes liberales y políticamente correctos dirigentes que han permitido que Europa haya sido invadida por una cultura religiosa extranjera - el islam. Es el deber de Breivik, partiendo de su asumida identidad como un "verdadero noruego", de comenzar una cruzada contra esas personas. Esa es la razón de su ataque en contra de la socialdemocracia noruega - que no está comprendida por musulmanes sino que son los traidores que han dejado entrar a los musulmanes a Noruega - una forma moderna de fascismo.
El fascismo es entonces una ideología política que se puede explicar, no una enfermedad psíquica. Con conocimiento de las ideas fascistas los asesinatos masivos de Anders Breiviks son lógicos y comprensibles. Al igual que su comportamiento en el tribunal, que de otro modo parece patológico.
Si entendemos el convencimiento de Breivik entendemos también porque sonríe en la corte, porqué "se niega a entender lo que ha hecho" como lo expresa la prensa erróneamente. La realidad es lo contrario; Breivik sonríe porque entiende muy bien lo que ha hecho. Ha hecho lo más bello que un fascista puede hacer: ¡El actuar! A través de su asesinato masivo Breivik ha herido de muerte a los jóvenes "traidores a la patria" dentro del "marxismo" noruego, los futuros líderes de la socialdemocracia noruega están, con toda probabilidad, muertos. El partido está gravemente dañado.
Breivik ha ganado. Por eso sonríe.
Como activista fascista está ahora dispuesto a asumir su "castigo", lo que para él es un noble martirio. "La operación ha concluido" es la palabra clave para entender a Breivik. Para el fascista esos asesinatos no son barbarie - son acciones bellas y llenas de amor hacia la nación. Breivik es un escuadrista escandinavo moderno. Un guerrero por una ideología, que vive y está a gusto - incluso en los parlamentos escandinavos popularmente electos.
Henrik Arnstad
Pperiodista científico e historiador, trabaja en un nuevo libro sobre la historia e ideología del movimiento de los camisas negras.
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