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Gustav  Fridolin y Stefan Löfven
Nueva conferencia de prensa en Rosenbad. Stefan Löfven y Gustav Fridolin comunicaron que anunciarán elecciones extraordinarias. Foto: Pantallazo SVT.
 

03 de diciembre de 2014 | SUECIA |

El gobierno anunciará elecciones extraordinarias

ESTOCOLMO: El presupuesto presentado por el gobierno fue rechazado este miércoles en el Parlamento sueco, tal cual lo habían anunciado los partidos de la Alianza y los Demócratas de Suecia.

Ante esta situación, el gobierno de Stefan Löfven decidió anunciar elecciones el 29 de diciembre. Estas elecciones extraordinarias se celebrarán el próximo 22 de marzo.

Löfven calificó la rueda de prensa de los Demócratas de Suecia, del martes como una "bizarra exhibición". El partido xenófobo declaró que "hará caer a todo aquel gobierno que no se adapte a las condiciones de ellos impongan".

- No dejaremos nunca que los Demócratas de Suecia dicten las reglas de la política sueca, dijo Gustav Fridolin, quien junto a Löfven, comunicó a la prensa la decisión del gobierno de llamar a elecciones extraordinarias.

Algo que no ocurría en Suecia desde 1958.


Por: Marisol Aliaga

 

En realidad muy pocos creían que algo así podía suceder. Pero este miércoles a las 16.45 de la tarde, el Primer Ministro, Stefan Löfven, despejó todas las dudas: el gobierno anunciará elecciones extraordinarias el 29 de diciembre.

Y los comicios se llevarán a cabo el 22 de marzo del 2015.

De esta forma, el 3 de diciembre pasa a figurar como uno de los días más caóticos en la historia moderna del país escandinavo, que siempre se ha distinguido por su mesura en todo sentido.

 

A las 09.00 de la mañana se dio comienzo a las deliberaciones en el Parlamento sueco, con el debate de los partidos respecto al presupuesto para el 2015.

Más tarde, a las cuatro en punto, llegó la hora de la votación. Y el proceso fue corto, a los pocos minutos se sabía que los Demócratas de Suecia pasaban a concretizar lo dicho, votando por la propuesta de la Alianza, además de la suya propia. Esto, sumado a la votación de los partidos burgueses, provocó la caída del gobierno compuesto por la Socialdemocracia y el Partido Verde.

Un gobierno que no tiene la aprobación del Parlamento para su presupuesto no puede dirigir el país.

 

Ante esta situación, Stefan Löfven tenía tres alternativas: Dimitir y dejar que el presidente del Parlamento realizara nuevamente conversaciones con los líderes de los partidos; anunciar nuevas elecciones; o negociar con los Demócratas de Suecia.

Esta última alternativa era la menos posible, Löfven ha declarado repetidas veces que no conversará con el partido xenófobo. Y por lo demás, había otras alternativas, como por ejemplo el líder de la Socialdemocracia podría haber intentado deshacerse del Partido Verde - fuertemente odiado por los Demócratas de Suecia y parte de la Alianza - y tratar de gobernar solo.

 

Pero a las 16.45 horas la duda ya se había despejado. El premier sueco convocó a una conferencia de prensa, junto al vocero del Partido Verde - y Ministro de Educación - Gustav Fridolin y comunicó que el gobierno anunciará elecciones extraordinarias.

- Suecia se encuentra ante una situación extremadamente delicada. Ayer los Demócratas de Suecia declararon, en una bizarra exhibición, que no solamente harían caer el presupuesto de este gobierno, sino que van a derribar todo gobierno que no haga lo que ellos quieren. Ahora sabemos el resultado. Esto cambia el mapa político de Suecia en sus bases, dijo Löfven.

 

Explicó que el día anterior, el martes, había invitado a los representantes de los cuatro partidos burgueses, una vez más, para negociar y tratar de encontrar una solución a la crisis.

- Sin embargo, explicó, los líderes del Partido Moderado, del Partido del Centro, del Partido Popular y del partido Democristiano se negaron terminantemente a llevar a cabo negociaciones constructivas sobre el presupuesto y no quisieron tomar ninguna responsabilidad acerca de la nueva situación parlamentaria que se ha originado. Esto significa que ellos permiten que los Demócratas de Suecia dicten las condiciones de la política sueca.

 

Löfven sostuvo que, ante esto, la idea de enviar el presupuesto nuevamente al Comité de Finanzas no tenía sentido. El líder criticó además la forma de actuar de los partidos de la Alianza, quienes, a pesar de haber perdido las elecciones y de haber declarado que nunca colaborarían con los Demócratas de Suecia ahora actuaban distinto a lo dicho anteriormente.

- Yo no pienso quedarme de manos atadas y dejar que pase lo que está ocurriendo ahora. Por un lado, cuatro partidos burgueses que no cumplen con su promesa de permitir que el bloque que tenga la mayor votación dirija el país y, por otro lado, permitirles a los Demócratas de Suecia tener la influencia decisiva en la política sueca. Dejar que dicten las condiciones en el Parlamento sueco, derribando al gobierno que no hace lo que ellos quieren. Ellos sacaron el 13 de la votación, los demás tenemos el 87 %. Esta es una conducta irresponsable de los cuatro partidos junto a los SD y carece de parangón en la historia política de Suecia.


El primer ministro recordó que, después de la derrota de la Alianza en los comicios de septiembre y la dimisión del líder de la Alianza, Fredrik Reinfeldt, sus líderes venían repitiendo, "como en un mantra" que, ante la difícil situación parlamentaria que había surgido, era responsabilidad absoluta de Stefan Löfven el resolver todo. Que sobre él recaía todo el peso de la responsabilidad.

- Yo he tomado mi responsabilidad. Estoy conforme de que seamos nosotros quienes tenemos la responsabilidad, y comunico que el 29 de diciembre se anunciarán elecciones extraordinarias, con el fin de permitir a los votantes decidir, en este nuevo panorama político en el cual se encuentra el país.

Y enfatizó:

- Es importante que se entienda esto. No es lo mismo de antes, esto es algo nuevo. Serán los votantes quienes tienen que tomar una postura. Las elecciones se celebrarán el 22 de marzo del próximo año.

 

Gustav Fridolin, por su parte, explicó:

- Serán unas elecciones entre nosotros, que queremos modernizar Suecia y quienes son incapaces de ver los problemas reales del país. Vamos a las elecciones por una mejor educación, porque la ecología y el empleo se prioricen antes de las reducciones de impuestos.


Y agregó que el Partido Verde no permitirá que los Demócratas de Suecia dicten las condiciones en la política sueca. Que darán la pelea por lo que la mayoría en Suecia quiere: que el país sea más abierto y más humano.

 

Ambos líderes explicaron también que no van a las elecciones en una coalición, pero sí con un presupuesto en común.

Presupuesto que, por lo demás no comenzará a regir, como debería ser, el primero de enero del 2015. Un presupuesto que contiene, entre otros puntos, un aumento en las pensiones de los jubilados, un aumento de la caja del seguro de cesantía y un aumento en la subvención para los padres y madres solteros/as. Además de una regulación en el lucro de los servicios públicos.

Los Demócratas de Suecia, por su parte, se mostraron muy conformes con la decisión de nuevos comicios. Vale decir que el presupuesto de ellos se acerca más, en estos puntos, al presupuesto del gobierno que al de la Alianza.

Pero, al partido de extrema derecha les interesa un solo tópico: la inmigración. Lanzaron ayer la primera salva, y lo van a seguir haciendo: harán caer a todo gobierno que no pare la inmigración.

Y que se niegue a conversar con ellos.

 

El gobierno de Stefan Löfven tenía la posibilidad de negociar con los Demócratas Suecos, pero no lo hizo, ni siquiera para salvar su posición.

Sería interesante ver cómo habría actuado la Alianza, al encontrarse en un caso así.

Y tal vez pronto se sepa. Como lo dijo Löfven: "La Alianza tiene ahora dos posibilidades, o colabora con los rojiverdes, o colabora con los Demócratas de Suecia".

El futuro lo dirá.


Respecto a las elecciones extraordinarias, y a pesar de que todos los partidos muestran caras de risa y de estar preparados, la realidad es que a ninguno de estos le conviene.

Por supuesto, los Demócratas de Suecia van a aprovechar la situación al máximo. Alos pocos minutos de saberse la noticia, Mattias Karlsson declaró que las nuevas elecciones serían "un plebiscito para el pueblo sueco y la posibilidad de elegir entre el sí o el no a una futura inmigración".

El caso es que, en unas nuevas elecciones, el partido puede perder su posición de pesa de la balanza.

 

¿Y los otros partidos? La situación se ve más o menos igual que la de las votaciones pasadas, para la Socialdemocracia, el Partido Verde y el Partido de Izquierda.

Para la Alianza, en cambio, se ve complicada. Los Moderados aún no tienen un líder oficial, luego de que Fredrik Reinfeldt abandonara la arena política a las pocas horas de su derrota en las urnas.

El partido decidió adelantar su asamblea nacional para el 10 de enero , en la que - todo hace suponer - Anna Kinnberg Batra asumirá el mando. Una política demasiado novata, en la arena política sueca.

Los Democristianos, por su parte, luchan por su sobrevivencia. En las encuestas de opinión recientes no alcanzan el 4 % de lo requerido para postular al Parlamento. El Partido Popular también está muy debilitado y tuvo pésimos resultados en los comicios de septiembre.

Tal vez el partido que goce de más popularidad, dentro de la Alianza, sea el Partido del Centro, gracias a los buenos resultados de la campaña electoral pasada. No obstante, es posible que los electores castiguen la arrogancia de su líder, Annie Lööf, y le vuelvan la espalda. Ella se ha negado, desde un principio a cualquier acercamiento a Löfven, a quien acusa de la situación actual y de ser incapaz de gobernar el país.

Al final de cuentas, nadie puede augurar, a ciencia cierta, el resultado de las elecciones extraordinarias - si se llegan a realizar - Stefan Löfven dejó una puerta a medio cerrar diciendo que "si querían conversar ya sabían dónde se encontraba".

Lo que sí es seguro es que la política de bloques está en sus últimos estertores.

Y que la tranquilidad política de Suecia ya pasó a la historia.

Los medios extranjeros se extrañan del caos en el parlamento de un país que es "un ejemplo de democracia, bienestar y tranquilidad".

El caso es que la mayoría de los países extranjeros tienen una imagen bastante equivocada del país del norte. Una imagen que data de la época de los 70 - 80.

Una imagen de película, que no es nada más y nada menos que eso.

 

 

 

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