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El Hospital Pediátrico Astrid Lindgren

El Hospital Pediátrico Astrid Lindgren, en Solna. Foto: Aftonbladet

 

19 de septiembre de 2011 | SUECIA

Difícil proceso judicial en Suecia: pediatra acusada de intento de homicidio de un bebé

ESTOCOLMO: El martes 13 de septiembre se inició el juicio en contra de la pediatra del Hospital Astrid Lindgren, acusada de intento de homicidio, el cual constituye uno de los procesos jurídicos más debatidos en Suecia. La pediatra atendió a Linnea, quien nació tres meses antes de lo previsto. La pequeña estaba gravemente enferma, y, había sido desahuciada por los médicos. Cuando tenía tres meses y medio de edad, los facultativos, junto a sus padres, deciden desconectar el pulmón artificial, que la mantenía con vida y la pequeña fallece, cinco horas más tarde.
Los padres de Linnea deciden llevar a juicio a la pediatra, luego que la autopsia revelara que la pequeña presentaba altas dosis de morfina y del anestésico tiopental, en la sangre. Sin embargo, debido a la complejidad del caso, recién ahora comienza el juicio, tres años después de la muerte de Linnea. El fiscal encargado del caso sostiene que el médico le suministró una dosis mortal del anestésico. "El propósito debe haber sido quitarle la vida a Linnea", expresó.

Por: Marisol Aliaga

¿Dónde está el límite entre el cuidado paliativo, que trata solamente de aliviar el dolor del paciente, y el practicar la eutanasia?

Al fin y al cabo esto es lo que se discute en el juicio a la pediatra acusada de haber intentado dar muerte a un bebé, que se lleva a cabo por estos días, en el Tribunal de Primera Instancia del municipio de Solna, en las afueras de Estocolmo. Luego de tres años de haberse producido el deceso.

Esto, debido a que la investigación exigida por la doctora tomó tiempo, y a pesar de que la indagación llegó a la conclusión de que era imposible saber si realmente la pediatra le había suministrado la letal dosis de anestésico a la pequeña Linnea.

Pero, los padres de la pequeña, y el fiscal encargado del caso quieren poner claridad en todos y cada uno de los recovecos de esta intrincada historia. Aunque existe el riesgo plausible de que los doctores y los juristas hablen idiomas tan distintos, que nunca lleguen a entenderse. El Colegio Médico le ha dado su completo apoyo a la pediatra, quien lucha por su honor, mientras que el fiscal está empeñado en hacer respetar cada uno de los parágrafos de la jurisprudencia sueca.

 

Todo comenzó cuando el 3 de junio del 2008, en el Hospital Académico Karolinska, de Solna, nace un bebé más de tres meses prematuro y con una hipoxia (falta de oxígeno) severa.

A los dos días después, el 5 de junio, una enfermera le administró suero con una dosis extremadamente alta de sodio, por equivocación. Poco después un examen revela que la pequeña sufre de hemorragia cerebral bilateral. La institución pertinente constata más tarde que se cometió una negligencia médica y exige que el Hospital Astrid Lindgren, revise sus rutinas.

Poco después los doctores autorizan a los padres de Linnea a llevársela a casa, donde permanece hasta que su estado empeora y es hospitalizada nuevamente. El 19 de septiembre se le practica una resonancia magnética, la cual revela que Linnea tiene graves daños cerebrales, y es desahuciada por los médicos.

Ante tal diagnóstico, y a pesar de que los padres no confían del todo en los facultativos, deciden seguir el consejo de ellos, y están de acuerdo en desconectar el ventilador mecánico que la mantenía a su hijita con vida. A las cinco horas la pequeña fallece.

Sin embargo, la pregunta que se hacen ahora los juristas es de si la pediatra, cuando la pequeña se encontraba a punto de morir, apuró el proceso, administrándole una dosis letal de anestésicos.

- Querían que su hija no sufriera. Lo que no querían es que acortaran su vida, declaró la semana pasada el abogado de los padres Peter Althin, después de los alegatos del martes.

Y el fiscal encargado del caso, Peter Claeson, acusó a la pediatra de haber causado la muerte de Linnea, por envenenamiento.

 

Sin embargo, la pediatra, de 57 años defiende su inocencia. Ella estuvo presente cuando Linnea falleció, habiendo ido al hospital en su día libre, y acompañando a los padres hasta que la pequeña dio su último suspiro, cinco horas más tarde de haber sido desconectada del ventilador mecánico. Se sabe que en la habitación también se encontraban familiares y personal del hospital.

A los 24 días de producirse el deceso los padres exigen que se le practique una autopsia. Del cuerpo en proceso de descomposición de la pequeña Linnea se extraen tres mililitros de sangre, masajeando uno de sus muslos y la prueba se envía al laboratorio.

El 14 de octubre se sabe el resultado, aunque es un resultado que no determina la causa exacta de la muerte de Linnea.

A pesar de que lo poco claro del documento, la policía irrumpe el 2 de marzo del 2009 en el lugar de trabajo de la pediatra. Durante una ronda, en el hospital Astrid Lindgren, cuatro policías la detienen, sin darle tiempo a terminar la conversación con sus pacientes y sin explicarle de qué se le acusa. Más tarde es puesta en libertad, pero seguidamente es acusada de intento de homicidio. El arresto ocasiona grandes titulares en la prensa y la pediatra define el tiempo después del arresto como "un infierno".

- Yo sé que no he hecho lo que se me acusa. Pero he perdido 19 meses de mi vida. Lo único que quiero es que esta acusación se anule, para poder comenzar a trabajar nuevamente, declaró en esa fecha la pediatra, a la agencia noticiosa TT.

 

Magazín Latino conversó con una enfermera universitaria, respecto a este complicado caso. Ella prefiere ser anónima, pero nos dijo lo siguiente:

- Este juicio puede resultar en un paso atrás en lo que se refiere al cuidado paliativo en Suecia. Cuando se trata de este tipo de tratamientos, los facultativos se mueven siempre en una zona oscura. Por una parte se trata de aliviar el dolor del paciente, por otra, la dosis que se administra puede ser mortal. En este sentido, para poder dar una buena atención a pacientes gravemente enfermos o a punto de morir, los doctores necesitan gozar de la confianza de los familiares o del paciente. Este caso puede resultar en un retroceso, en lo que se refiere al cuidado paliativo y el derecho a una vida digna.

Según la enfermera, este es un caso muy complicado, que se complica aún más, cuando juristas y médicos se enfrentan. "Ellos hablan idiomas diferentes y se enredan en tecnicismos, van a tratar de llevar el caso a su límite máximo", afirmó.

 


Más datos:

 

Esto ha ocurrido

2008

3 de junio: nace una niña en el Hospital Académico Karolinska en Solna. Nace más de tres meses prematura y presenta hipoxia severa.

5 de junio: le administran suero con una concentración de sodio demasiado elevada. Una enfermera cuenta que ella se equivocó. Poco después se constata que la niña tiene una hemorragia cerebral bilateral.

17 de junio: se hace una demanda según la Ley Lex Maria, sobre el tratamiento erróneo.  La Dirección Nacional de Sanidad y Bienestar Social (Socialstyrelsen) constata que la enfermera cometió un error y que el hospital tiene que revisar sus rutinas.

10 de julio: la madre denuncia a la enfermera ante la Comisión Disciplinaria de los Servicios de Sanidad (Hälso- och sjukvårdens ansvarsnämnd). También denuncia a un médico de atención materna especializada por no haber examinado a la madre antes del parto.

19 de septiembre: se le hace a la niña un examen de resonancia magnética.  Los médicos constatan serios daños cerebrales.

20 de septiembre: la niña fallece debido a sus lesiones. Los padres de la niña y los médicos del Hospital Pediátrico Astrid Lindgren están de acuerdo en suspender el cuidado para mantenerla con vida. El hospital no hace ninguna denuncia según la Ley Lex Maria.

7 de octubre: los padres de la niña denuncian al personal del Karolinska por homicidio involuntario. La denuncia de los padres se refiere al suministro equivocado con el suero.

14 de octubre: presentan un reporte preliminar de la autopsia. La causa de la muerte no es clara pero todo parece indicar que la niña murió como consecuencia del derrame cerebral.

 

2009

2 de marzo: una pediatra de cuidados intensivos en el Hospital Pediatra Astril Lindgren es arrestada. Es sospechosa de haber asesinado a la niña.

5 de marzo: la fiscal del distrito Elisabeth Brandt solicita la detención de la pediatra.

6 de marzo: comienza en  el Tribunal de Primera Instancia de Solna la audiencia del caso. La pediatra es detenida por sospecha de homicidio.

11 de marzo: el informe de la autopsia se hace público y muestra que el bebé recibió una sobredosis del anestésico tiopental. El valor medido era mil veces más alto que el normal.

28 de abril: la enfermera que le suministró el suero con alto concentrado de sodio recibe una advertencia.

14 de junio: la decisión sobre el proceso a la pediatra es pospuesto.

12 de agosto: el Consejo Científico de la Dirección Nacional de Sanidad y Bienestar Social declara que es inusualmente “anormal” la dosis de tiopental encontrada en la sangre de la niña y que esta debe haber sido inyectada poco antes de su fallecimiento.

6 de octubre: La Dirección Nacional de Sanidad y Bienestar Social constata que no se cometieron errores en el tratamiento de la niña.

27 de octubre: el proceso contra la pediatra es nuevamente pospuesto.

 

2010

1 de febrero: la pediatra es acusada de intento de homicidio. El juicio está planeado para fines de mayo, pero es pospuesto luego de que la defensa presenta expertos propios que ponen en duda que la niña falleció debido a una sobredosis de tiopental.

 

2011

23 de marzo: la investigación médica está concluida. El fiscal realiza los últimos ajustes y la pediatra es acusada de homicidio o de intento de homicidio.

13 de septiembre: comienza el juicio, en el Tribunal de Primera Instancia de Solna.

 

Fuente: DN.

 

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