24 de junio de 2014 | COLUMNA |

Chile pierde ante la inteligencia de Holanda

Por: René Barraza Pizarro

En el encuentro de ayer, entre Chile y Holanda, este último venció inapelablemente por 2 goles a 0. Fue un triunfo de suma inteligencia, racionalidad de recursos y practicidad al límite. Aquellos que vieron el partido, pudieron dar fe que hay encuentros en que la victoria está dada en un 80% por el estratega que dirige el equipo, y evidentemente ayer el entrenador de la selección holandesa, Louis van Gaal, no sólo demostró esta sentencia, sino que dictó cátedra de efectividad y eficiencia.

Como en todo juego, prima siempre la variable suerte, y sin desmerecer el bello triunfo de ayer, que posicionó a Holanda como primero del grupo B, cabe señalar que al igual que en cualquier otro suceso, los astros se alinearon en Sao Paulo, a favor de la estrategia y el equipo holandés. Prueba de ello, fue el deficiente arbitraje de Bakary Gassana de Gambia, donde Chile cometió 14 faltas y Holanda 26, sin embargo, irrisoriamente éste marca a los 25 minutos una falta al defensor chileno Francisco Silva, en desmedro de la única tarjeta amarilla a Holanda, mostrada recién en el minuto 63, a Blind.

Además, de lo anterior, si revisamos los videos, veremos que muchas faltas marcadas a Chile, sólo fueron piscinazos de los jugadores holandeses. Todo ello, sumado a las constantes faltas sobre Alexis y otros que permitieron frenar jugadas y triangulaciones del equipo chileno; una posición de adelanto contra Chile que no fue tal, aspectos todos que permitieron sumarse a la gran efectividad y sincronía de la gran Naranja Mecánica y sus especialistas, como Robben.

Pero, en fin lo acontecido no tiene solución, sólo queda hacer el análisis de las fallas propias. Desde mi punto de vista, constantemente se debe racionalizar y amoldar a las circunstancias. Chile, ya estaba clasificado a segunda ronda. Debería haber jugado con todos los suplentes y no haber realizado un desgastante e infructuoso partido como el de ayer, de tal manera, de llegar en las mejores condiciones a una segunda ronda. Y por último, si se va a jugar para ser el primero del grupo, usa la mejor estrategia y estudia al rival. Es ahí, donde creo que Chile erró ayer. Así, como también fue certero ante el triunfo ante España.

No obstante, coterráneos, no se debe en ningún caso bajar los brazos. Que todo sea una mera experiencia y un aprendizaje. Lo iniciado en la era Bielsa y hoy la de Sampaoli, debe continuar! Confianza, ante todo, pues la selección chilena sigue en cancha y ha demostrado junto a su técnico que no hay estadísticas, sino buen juego, que no existen monstruos, sino simples temores internos y que estos miedos no son nada, menos ante un estadio que ruge al máximo el mayor de sus emblemas: su himno. Es el coro inagotable y la respuesta de amor de un pueblo a su terruño, a veces, duro y trágico. Es el mismo reflejo de tomar la bandera rota después de recibir el embate de todas las heridas de un seismo o un tsunami. Es la voluntad de romper los estigmas negativos, y claro que se puede cuando hay sangre y coraje para revertirlos.

Confianza, pues la selección chilena ya no está para sueños, sino para logros y derechos, por mérito, crecimiento, madurez y temple. Es el público o, mejor dicho, alguno de sus hinchas y seguidores, y por supuesto, los mismos comentaristas de siempre, quienes deben cambiar su mentalidad: de cálculos y estadísticas. Son esos algunos quienes deben sumarse al canto glorioso de miles de gargantas que hacen patria en tierra y estadios brasileños; a estos 23 jugadores que tienen hambre de juego y triunfo y a un entrenador que puede mejorar sus descuidos o distracciones. Por ley de atracción, si todos los chilenos consciente e inconscientemente creemos, ayudaremos a que sea posible el triunfo a la imaginaria bestia verde amarella este próximo sábado, en Belo Horizonte.

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