20 de junio de 2012 | COLUMNA - CULTURA |
La magia de Dalí en Estocolmo
Por: Lilian Aliaga
Absorta en la contemplación de Perfil del Tiempo, escultura que representa uno de los temas más recurrentes del gran Dalí, recuerdo las palabras de uno de los profesores de nuestro modesto pero entusiasta taller de poesía, del cual participo junto con algunos vecinos en aquel apartado rincón rural llamado Las Peñas, que dejé atrás hace unas semanas. Don Héctor, maestro normalista jubilado, pero con la energía tan característica de quienes siguen la senda de Neruda, nos explicaba de un modo muy simple y claro la clave de la poesía:
- Los poetas tienen el poder de hacer que los objetos hagan cosas que en la realidad no pueden hacer, decía.
Los artistas en general tienen esa capacidad, y Dalí, como pocos, impacta justamente por eso.
Es capaz de hacer que los relojes, su inconfundible símbolo y más amada imagen, se reblandezcan adoptando sinuosas formas que parecen deslizarse sobre las diversas superficies en las cuales los sitúa o que bailen al ritmo del universo - en una danza sin tiempo ni final.
Instala ventanas en medio de las figuras humanas, transforma en rosas el pelo de sus mujeres, vuelve gráciles y elongadas las patas de los elefantes, entre otras locuras de su genio surrealista.
Personalmente conocía - como el común de la gente – solamente la pintura de Dalí. Aún recuerdo la impresión que tuve hace muchos años al contemplar por primera y única vez en mi vida un cuadro de este genial artista: El enigma de Guillermo Tell. Quedé como acostumbran decir ahora los jóvenes: "alucinando" con la pureza de las formas, la perfección de las líneas y el uso del color.
Conocer de cerca la escultura - y cuando digo de cerca, es tan de cerca que incluso es posible tocarlas - me parece algo en verdad asombroso, y no sólo a mi. A mi lado una señora sueca de las muchas que hoy en día hablan español en este país, no para de hacer demostraciones y expresar su asombro frente a lo que denomina "algo increíble".
- ¿Cómo se logró?, pregunta a quién quiera escucharla. ¡Tener a Dalí aquí, en una galería en las afueras de Estocolmo!
Y yo que puedo decir... simplemente estoy patidifusa (primera vez que estreno este vocablo pero como me faltan palabras para expresar mi estupor, lo uso). Acostumbrada a toda una parafernalia mediática y de seguridad que se monta cada vez que se inaugura una exposición de similar calidad en Chile, me cuesta creer que aquí los tesoros escultóricos de Dalí estén al alcance de todos. Tal y como era el deseo del multifacético y polémico artista.
No se cuánto tiempo transcurre en un verdadero éxtasis... hasta que un joven encargado del lugar avisa que es tiempo de cerrar, le pido un último minuto para tomar otra fotografía, esta vez de un dibujo - que también se exhiben. Una rosa que al estar cortada deja caer unas gotas de sangre, llama mi atención porque me trae el recuerdo de Isabel, una de mis compañeras del taller de poesía quien, justamente durante el último encuentro al que asistí, dejó escapar lágrimas de emoción recitando un poema acerca del mismo tema...
Más datos:
La exposición de Salvador Dalí se presenta en la Galería de Edsvik, en Sollentuna, entre el 31 de mayo al 12 de agosto. La muestra se compone de 38 esculturas y 83 gráficos.
Salvador Domènec Felip Jacint Dalí i Domènech nació el 11 de mayo de 1904 en la ciudad de Figueras, España. Vivió 84 años dedicando la mayor parte de su vida a las artes: dibujo, pintura, fotografía, escultura, diseño, escritura. Insaciable en su búsqueda, hurgando en cada forma de expresión con febril delirio.
Dueño de una imaginación desbordante y una personalidad atrayente por lo extravagante y narcisista despertó amores y odios entre sus contemporáneos. "El que quiere interesar a los demás tiene que provocar", declaraba el excéntrico genio.
Aunque seguramente es su pintura la que ha llegado mayoritariamente al grueso del público, su obra escultórica es considerable y grandiosa.

Columnas anteriores:
"Thirthy years ago"
Goya y los horrores de la guerra
Piñera pidió perdón por los errores cometidos
Semana Santa o ¡cómo han cambiado los tiempos!
¡Un helado sin crema...por favor !
Las dos caras de Chile - Red carpet in Chile
Los lirios más bellos
¿Se podrá apagar el fuego con bencina?
Una incógnita para el 2012
Reflexiones en Navidad
Me llegó un regalo
Homenaje a Krassnoff – sin palabras
Lirios para Marta
Reunión de amigas – Un magno evento
La fragilidad de la memoria
Festejos Patrios en Chile
Septiembre, otra vez
Promesas al viento
Amistad, divino tesoro
Terremoto en Chile
La balanza
¿Qué nos pasa?
El brindis por el nuevo año
El cambio
La lucha entre el bien y el mal
Disfrutar de los nietos
¿Cuál es la cosa más loca que has hecho por amor?
Las novedades y antigüedades de las ferias
Las ventajas de la lactancia materna
Nostalgia de Sewell – campamento mágico en la cordillera de los Andes
La visita a Chile de Barack Obama
Cuando la naturaleza se viste de gala
Ha muerto un poeta...han nacido mil estrellas
El amor es más fuerte
HidroAysén y el consumismo
A todas las mujeres que son madres
Claudio Bravo: la opulencia y la sencillez
Recuerdos de Suecia
Cuando el amor se acaba
Las protestas en Chile