29 de marzo de 2016 | COLUMNA |
Reflexiones de Semana Santa
Por: Lilian Aliaga
El silencio de las montañas que rodean mi hogar parece haberse amplificado en este día Viernes Santo, ni siquiera los loros tricahue, habitantes permanentes y definitivamente los más bulliciosos de este lugar, han hecho su rutinaria y colorida aparición.
Por ello, no deja de llamar la atención los golpes de martillo que resuenan desde temprano provenientes del predio de algún vecino, quien, aprovechando el día feriado, dedica su tiempo a hacer algún arreglo en su vivienda, preparándola, lo más probable, para el tiempo de invierno que ya se avecina.
El día soleado no se condice tampoco con el habitual ambiente de tristeza otoñal al que el clima nos tenía acostumbrados en otras épocas en esta misma fecha, el cambio climático tampoco parece respetar tradiciones de antaño…el calor es tal que, de seguro en playas y balnearios se vive ambiente de fiesta y vacaciones.
Muy lejanos están los tiempos en que en nuestro país se vivía un verdadero duelo en Semana Santa, en muchos hogares ni siquiera se cocinaba y el ambiente era de total recogimiento y oración. Aún así, especialmente en los campos estas tradiciones persisten, ayer no más escuchaba a varias mujeres contar sus experiencias al haber recibido, según sus creencias, un merecido "castigo divino", traducido en accidentes propios o de sus familias, por haber roto el mandato de reposo y haber trabajado en Viernes Santo.
Y a propósito de tradiciones, como un "regalo de Dios” calificaron los habitantes de las costas de Antofagasta en el norte chileno la gran varazón de peces: anchoas y caballas, ocurrida en días recientes. La tradición católica de no comer carne en Viernes Santo propicia que los chilenos concentremos el consumo de pescado y mariscos a casi la mitad del consumo anual, en esta fecha, y según muchos pobladores que a manos y baldes llenos tomaban su cuota, este verdadero regalo divino aliviaría en gran medida sus bolsillos, puesto que estos productos suben ostensiblemente de precio en esta fecha. Paradójico, sí, resulta que las autoridades locales exigiesen a los improvisados pescadores, su licencia de pesca, que tiene un costo no menor, para poder tomar este “regalo” caído del cielo. Algo me trae el recuerdo de los mercaderes del templo…
Hago estas reflexiones mientras no dejo de pensar en los últimos atentados, en Bélgica y en Pakistán. Si todos fuésemos capaces de comprender y aceptar las diferencias, de pensamiento, de aspecto, de raza, pero además y lo más importante: tener un mínimo de respeto hacia esas diferencias, habría tanta menos odiosidad y menos violencia en el mundo.
El vecino que hiere a martillazos el silencio y la paz natural de este día, para muchos “sagrado”, así como el que se jacta de comer carne realizando un asado en pleno parque público (como lo muestran los noticiarios cada año) demuestra tan poco respeto y tanta intolerancia por quienes piensan y sienten diferente, como aquellos que llevando esas características al extremo y en un contexto diferente, realizan actos completamente deleznables.
Columnas anteriores:
La vergüenza del papel confort
Chile campeón - ¡La copa se queda en casa!
Copa América - Chile espera ser campeón
Un mes de contrastes y controversias
El escándalo del ´Nueragate´
El poder de la naturaleza junto al ingenio del hombre
La niebla y la primavera
La magia de la realidad
Orgullo de hijas
El tiempo pasa volando
Nuestros amigos arrieros
En vísperas de las elecciones
Nunca más
Resiliencia
La tragedia de Antuco
Anita, una trabajadora incansable
El recetario de la vergüenza
Jugar con fuego
Siete venas - La magia del jardín
Celebrando la Navidad
El condoro del día
Presunto culpable
Al voto voluntario le faltó voluntad
Elecciones Municipales en Chile
Fiesta Costumbrista en Las Peñas
El 18 de septiembre, ¿Día de la independencia de Chile?
¿Qué celebramos el 18 de septiembre en Chile?
Olvidar es desconocer la historia
La bella y efímera Victoria Cruziana
El jardín del Edén en Estocolmo
La magia de Dalí en Estocolmo
"Thirthy years ago"
Goya y los horrores de la guerra
Piñera pidió perdón por los errores cometidos
Semana Santa o ¡cómo han cambiado los tiempos!
¡Un helado sin crema...por favor !
Las dos caras de Chile - Red carpet in Chile
Los lirios más bellos
¿Se podrá apagar el fuego con bencina?
Una incógnita para el 2012
Reflexiones en Navidad
Me llegó un regalo
Homenaje a Krassnoff – sin palabras
Lirios para Marta
Reunión de amigas – Un magno evento
La fragilidad de la memoria
Festejos Patrios en Chile
Septiembre, otra vez
Promesas al viento
Amistad, divino tesoro
Terremoto en Chile
La balanza
¿Qué nos pasa?
El brindis por el nuevo año
El cambio
La lucha entre el bien y el mal
Disfrutar de los nietos
¿Cuál es la cosa más loca que has hecho por amor?
Las novedades y antigüedades de las ferias
Las ventajas de la lactancia materna
Nostalgia de Sewell – campamento mágico en la cordillera de los Andes
La visita a Chile de Barack Obama
Cuando la naturaleza se viste de gala
Ha muerto un poeta...han nacido mil estrellas
El amor es más fuerte
HidroAysén y el consumismo
A todas las mujeres que son madres
Claudio Bravo: la opulencia y la sencillez
Recuerdos de Suecia
Cuando el amor se acaba
Las protestas en Chile